El espacio El Almacén, de Cubavisión, regresa a la fórmula música/ humor y selección de agrupaciones de música popular bailable cubana
El público sigue demandando un espacio musical de sábado por la noche, ya sea por hábito o por esa inmanente necesidad de darle un “sabor” distinto a la cotidianidad de fin de semana, lo cierto es que sábado, noche, música, complementada con humor, parece ser una fórmula repetida pero cómodamente agradecida por el público.
Este verano 2016 propone El Almacén, un espacio dirigido por Víctor Torres, que regresa a la fórmula música/ humor y selección de agrupaciones de música popular bailable cubana.
Más de lo mismo, solo que valdría significar el hecho de que en un escenario muy convencional, nada ideado para el espectáculo, gana el reto de no reconocerse como tal, y a través del diseño escenográfico y el de luces crea la ilusión de un escenario mayor, al que el público acude en son de festejo bailable.
Esto se convierte en una llamada de atención acerca del hecho de optimizar recursos y poder colocarlos con efectividad visual y, por tanto, dramatúrgica. En ese sentido, los resultados pueden llegar a ser loables.
Solo que como propuesta de entretenimiento es volver a llover sobre mojado, el ingenio de lo que se dice, sépase el chiste, es sumamente predecible; los personajes reconocidos se mantienen sin nuevos matices ni parlamentos realmente apreciables, o sea, una comicidad traída de comodín de la propuesta musical, sin más valor que ese.
Así se muestra El Almacén como propuesta sabatina de verano, sin otras pretensiones. Pueden ser estas las primeras consideraciones de las emisiones iniciales de un programa que se denota con nuevos derroteros.
La conducción a cargo de Frank Abel pudiera concederle un toque diferente, en tanto conoce de la conducción de tipo festiva, pero por el momento es solo un espacio que ojalá encuentre nuevos seguidores, pues para una buena parte del público es mera repetición de música sabatina en la televisión.
CARTELERA DE CANALES NACIONALES
