El noveno es mi cuarto congreso de la Unión Nacional de Escritores y Artistas, UNEAC . De cada uno de ellos tengo un cofre de recuerdos, momentos que no puedo olvidar. En este, que acaba de terminar, se que pasaran los años y yo sonreiré  por dos lapsos, cada uno de los asistentes tiene los suyos, pero para mi  perdurará:

I

El coro de “Morlote, Morlote, Morlote” en una sala tres abarrotada del Palacio de las Convenciones. Mi muchacho (así le digo) estaba rojo.  Aquella ovación y luego su nombre  coreado, coronaba a la más alta votación que recibiera entre los integrantes  del recién electo Consejo de la UNEAC, que en su primera reunión lo eligió como presidente

Luis Morlote Rivas, realizador radial y de televisión, según algunas personas “no tiene obra” para presidir la organización  vanguardia de los artistas cubanos. Yo no lo creo.

Antes de graduarse de Licenciatura en Letras, en la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, colaboraba en la emisora municipal CMKS, en  Sagua  la Grande.

Desde 1994 trabajó y fue premiado en la radio en varias oportunidades  por programas informativos radiales como Apuntes, Dial al día y La fiesta del guatao , este último aun recordado.

Electo como presidente de la Asociación Hermanos Sainz,  emprende en la televisión el programa  televisivo Paréntesis, un buen ejemplo de cómo jerarquizar y promover la obra de los más jóvenes. Cinco años atrás  inició el Noticiero Cultural, que si bien tiene defectos en su momento rompió el cliché de hacer espacios de ese tipo.

Pero Luis Morlote además de ser un realizador respetado tiene el gran mérito de haber sacado a la Asociación Hermanos Saíz de un marasmo, al nuclearse de jóvenes valiosos dar un vuelco a esa organización juvenil y cultural. ¿Acaso esa no es una obra puramente cultural, tan válida como aquella  que resalta por valores literarios, musicales, audiovisuales?.

No quiero pensar que esa visión se trate de un prejuicio, aquel que sólo le confiere a los escritores la posibilidad de presidir la UNEAC. Por lo pronto yo confío en “mi muchacho”.

II

El Noveno Congreso de la UNEAC  es el primero de Miguel Dia- Canel  como Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros.  Y satisfecho se puede sentir cuando ponga la cabeza en la almohada.

Su discurso fue aplaudido delirantemente en varias oportunidades. Puso las  íes en puntos neurálgicos de nuestra sociedad: corrupción, burocracia, existencia de mercenarios, pero también dijo:

“Permítanme sentirme uno de ustedes, en las insatisfacciones y los logros”

“Nadie puede quitarnos el orgullo de ser una nación para respetar”

“En el Congreso se ha hablado varias veces de las Palabras a los intelectuales. No concibo a un artista, a un intelectual, a un creador cubano, que no conozca aquellas palabras; a un dirigente que prescinda de sus principios. Siempre me ha preocupado que de aquellas palabras extraigan un par de frases y se enarbolen como consignas. Exigen una interpretación contextualizada. Fidel planteó un punto de partida, la relación entre vanguardia artística y pueblo. Hoy tenemos que traer sus conceptos a nuestros días”

Y ustedes y nosotros, es decir la Revolución, queremos lo mismo:

  • Un país libre, independiente y soberano
  • Fiel a nuestra historia
  • Que garantice justicia social y justa distribución de la riqueza
  • Con respeto a la dignidad plena del ser humano, mujer y hombre
  • Con una sola identidad cultural
  • Donde se preserve el acceso gratuito y universal a la educación
  • Que avance hacia un desarrollo económico equilibrado y sostenible
  • Próspero, inclusivo, participativo
  • Invulnerable militar, ideológica, social y económicamente
  • Con servicios de salud gratuitos y de la mayor calidad para todos
  • Solidario, generoso, humanista
  • Que repudie todas las formas de discriminación
  • Donde no prosperen nunca el crimen organizado, la trata de personas o el terrorismo
  • Defensor de los derechos humanos de todos, no de segmentos exclusivos o privilegiados
  • Libre de toda forma de violencia, esclavitud, explotación humana
  • Con un ejercicio ejemplar de la democracia del pueblo y no del poder antidemocrático del capital
  • Capaz de vivir y desarrollarse en armonía con la naturaleza y cuidando las fuentes de las que depende la vida en el planeta    

Vi ojos llorosos de hombres y mujeres que han dedicado la vida a defender la cultura de este país. Otros estaban alegres por una renovada identificación con nuestro presidente.

Y termino: estos dos momentos ya están en el cofre de los recuerdos agradables de mis congresos de la UNEAC.  Cada uno de los asistentes puede tener los suyos yo…

 

 

 

 

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