De nuevo Eduardo Martin Vázquez Pérez sale al ruedo como un guionista de un tema histórico. Se filma La otra guerra LCB (II), y el escritor  que enamoró de esa historia a Alberto Luberta, el director de la primera temporada, se ha encargado de siete capítulos de la segunda.

Acucioso, Eduardo  (La isla y el tiempo, Lo real maravilloso y Dos ríos, el enigma),  graduado de Licenciatura en Literatura Hispanoamericana,  me contó “Cuando me empezaron a aceptar narrando hechos históricos en los programas, te confieso que me sentí como un extraño en el paraíso. No era locutor, ni voz ni dicción tenía para eso. Por cierto, durante los diez años en la televisión cobré menos que lo que hubiera ganado un locutor evaluado”

Ahora vuelvo a entrevistarlo porque La otra guerra se filma:

-Para escribir argumento y guion de LCB (II) tuviste al Caballo de Mayaguara  como un punto de referencia ¿y ahora?

-La segunda temporada de LCB. La otra guerra se desarrolla en la provincia de Matanzas entre enero y mayo de 1963. Dada su experiencia en el Escambray, parte de la tropa del Gallo (Fernando Hechevarría) es trasladada al lugar.

Como parte de ese refuerzo llega Mongo (Osvaldo Doimeadios) y su hijo Cloro,  junto a otros milicianos que conocimos en la primera temporada.

A partir de aquí comenzamos a conocer otras familias, otras historias y también otras bandas con métodos diferentes. Muy pronto se dan cuenta, que la experiencia de las montañas del Escambray no será suficiente para acabar con los bandidos en Matanzas.

En momentos nos apegamos mucho a la realidad y en otros, la ficción ocupó más espacio. Pero siempre  nos esforzamos en alcanzar verosimilitud, que pienso es lo que corresponde a una obra artística. Como en la primera temporada, los crímenes que aparecen en el serial, sucedieron de esa manera.

El centro de la serie son los hombres y mujeres que participaron en esa guerra. Seres anónimos que no figuran en los libros de historia.

-Se dice que en Matanzas hubo 46 bandas ¿pudiste tener testimonios de algunas de las personas que sufrieron sus ataques o las combatieron?

-Sí, pero no al mismo tiempo. Desde  1959 hasta 1965 pasaron por  esos grupos más de 800 alzados.  La situación de Matanzas fue muy compleja y en la actualidad una historia desconocida.

Como en la primera temporada, contamos con la ayuda de Pedro Etcheverry, subdirector del Centro de Investigaciones Históricas de la Seguridad del Estado, quien nos facilitó  cientos de documentos inéditos entre los que estaban el resumen de los expedientes de esas 46 bandas. Hablamos con combatientes, víctimas, sobrevivientes de emboscadas y campesinos infiltrados en la contrarrevolución.

Por su parte, Luis Rodríguez nos guío a partir de su propia experiencia como jefe del Buró de Bandas en ese periodo. 

-¿Cuáles personajes siguen con vida en esta propuesta?

-De los protagonistas, Mongo y  El Gallo. La escuadra de milicianos, que es una especie de protagonista colectivo. O sea, Nene (Jorge Enrique Caballero), Cloro (Johann Ramos), El Elegante (Luis Carrere), el gordo Yeyo (Rolando Rodríguez) y se agregan otros nuevos como Enrique Bueno con El Poeta,  Andro Días como Isaac y Pedro Antonio Martínez como Pachanga.  Todos  han crecido en complejidad y sus conflictos se   entrecruzan en varias subtramas.

También reaparecen en esta segunda temporada, el  agente Guayacol (Carlos Gonzalvo), ahora con mucha más participación. Porfirio (Félix Beatón) con su familia.  Cierran los reincidentes con el capitán Hugo (Niu Bring),  Tabaquito (Leandro Cáceres) y Víctor (Uly Anello), el agente de la CIA.

Déjame decirte, que en esta temporada aparecen más personajes femeninos de diferentes generaciones.  También hay dos relaciones amorosas en medio de las contradicciones ideológicas y prejuicios.  

De los personajes nuevos no tengo toda la información de actores y actrices que los interpreta. Pero te adelanto que Jorge Treto está a cargo de Felo Sánchez, un jefe de banda que está en los 20 capítulos. Aramís Delgado, Alain Aranda, René de la Cruz, Daysi Quintana, Betty Viñas, Hilario Peña, Emilio del Valle, Sheril Zaldivar, Keny Cobo, Gabriela Ramírez, Jennifer de Armas y una larga lista, donde abundan artistas muy jóvenes, que no aparecen frecuentemente en la Televisión.

-Dime quienes participan y como trabajaron en el guion

-El trabajo del guión comenzó como en la primera temporada. Me encargaría del argumento y las escaletas y junto con Alberto Luberta, escribiríamos a partes iguales. Alberto era el director designado.

Pero como nos sucede a veces, y no tan a veces, hubo decisiones que demoraron meses en tomarse. En este caso, ocho meses. Sólo el interés de la dirección del ICRT, destrabó el paraguas. Pero entonces, Alberto ya se había comprometido con la dirección de la novela Entrega. Precisamente, por su trabajo en la novela Alberto escribió sólo 5 capítulos.

La televisión no quería que la serie se demorara más en producirse y buscó la opción de  Roly Peña, que como sabes, le interesan los temas históricos y ha dirigido con éxito guiones míos como el documental Dos Ríos… y Duaba.

La mayoría de los guiones estaban escritos, pero el nuevo equipo no conocía del tema. Les pasé todo  el material de imagen que había reunido y hablamos muchas horas, sobre lo que aprendí en estos años de investigación.

Ahora, me preguntas por personas a las cuales los guiones deben agradecerle. A riesgo de ser injusto, recuerdo todo el aporte vivencial de los oficiales retirados de la DSE José Luis García, y Juan González  A Humberto Rodríguez, director del Museo de Jagüey Grande, quien puso en nuestras manos parte de su archivo.

Con Lucy Villegas hablamos de lo lindo Alberto y yo. Ella era la encargada del traslado de las familias más comprometidas con la contrarrevolución. Algo que hace en la serie el personaje de Miriam (Daliana González).

Quiero hacer una mención especial a Rodolfo Ortega, TC del MININT todavía en activo. En sus funciones de interrogador conoció a muchos de los personajes que nos sirvieron de referentes para crear bandidos y sus colaboradores.

Hay algo  importante que no he visto reflejado en las informaciones publicadas por la prensa: el papel de la FAR para la producción del serial. Sin su aporte no se estaría terminando de grabar. Honrar honra.

-¿Me comentas del equipo que se encarga de la realización?

-No tengo mucha información de la producción y temo omitir o equivocar algún nombre.

Roly Peña y Miguel Sosa son los directores. De la primera temporada repiten Alexander Escobar como director de fotografía y Margarita Ruiz, como asesora de dramaturgia. Pedro Etcheverry y Luis Rodríguez como asesores históricos.

-¿Cuántos capítulos? ¿Son independientes? ¿De qué tiempo?

-En total son 20 capítulos de 45 minutos. La trama central y subtramas se mantienen a lo largo de toda la serie. Pero en el capítulo 10 hay un cierre   parcial, que permite ver el resto como otra temporada. No sé cómo lo contemplará la producción.

-Lo que no te haya preguntado y desees decir.

-Son muchas las personas que reclaman mayor presencia de nuestra historia en la pantalla. El asunto se complica cuando nos damos cuenta, que cada cual imagina como debe presentarse esa historia. Abundan los que ven el valor de la televisión y el cine como medio de enseñanza de la historia, especies de ilustración de libros orales.

No faltan los que dicen “eso no fue así” y otros que argumenta, ”sí fue así”, pero no es educativo presentarlo en la televisión. Las dificultades aumentan cuando tratamos un periodo del cual viven participantes. Sin obviar, las reales carencias materiales para realizar cualquier obra de época.

En todas esas dificultades pienso cada vez que voy a comenzar una nueva obra. Entonces viene a mi mente aquellos  versos de Fayad Jamis, “con tantos palos que te dio la vida / y aún sigues dándole a la vida sueños”. Y comienzo a escribir.

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