Ángel Luis, autor de la telenovela actual: “EL ROSTRO DE LOS DÍAS ES MI HIJO QUERIDO”

Conocí a  Ángel Luis Martínez Rodríguez en un viaje a Santiago de Cuba al Festival Felix B. Caignet.  Apenas conversó, pienso que es un poco tímido. Sólo se “soltó” cuando vio a una colega de Villa Clara. En esa oportunidad recibió un premio, como en otras ocasiones de ese certamen y  también  en el Caracol, a nivel nacional, celebrado en la UNEAC, en  el Santamareare de Villa clara, el Festival Nacional de la Radio,  y ha obtenido como actor de radio premios Caricato.

Ángel Luis es el escritor de la telenovela El rostro de los días, la telenovela que se transmite actualmente.  Sabe que Entrega le dejo la pista “caliente”, pero veremos que pasa:

-¿Qué estudiaste?¿Por qué escribes?

-No sé de dónde me vino la vocación por el arte. Soy de Encrucijada, un municipio de Villa Clara, donde la posibilidad de ser artista era exactamente igual a la de ser cosmonauta. Desde muy joven me obsesioné con la idea de ser actor, influenciado sobre todo por la radio, que en aquellos años del periodo especial era prácticamente la única referencia. Comencé a estudiar en el ISP Félix Varela de Santa Clara, en la especialidad de Español-Literatura, pero no lo terminé porque entendí que allí no estaba mi futuro. La convocatoria lanzada por el teatro Escambray en el año 1996 le dio un sentido a mi vida. A este grupo le debo mi formación actoral. En los pasillos de La Macagua, la sede del grupo, escribí mis primeras historias. Obras de teatro que no tuvieron feliz término y algunos guiones de radio que solo sirvieron para divertirnos en nuestro tiempo libre. Comencé a escribir como un hobby, pero poco a poco se fue convirtiendo en una necesidad, una obsesión.Con mis guiones intento dar pistas, posibles caminos a seguir, poner el dedo en la llaga, denunciar lo que no está bien.

Escribir historias es construir mundos paralelos, vivir miles de vidas. Concebir muchos hijos que siempre te acompañan; por eso jamás me siento solo. Juego a ser Dios, a decidir destinos. Eso es sencillamente fascinante.

-   ¿Cómo llegas a la radio?

-En el año 2002 llego a la emisora provincial de radio CMHW, allí me atreví a enseñar uno de mis guiones. Recuerdo que la asesora le hizo miles de señalamientos, no me lo aceptó, pero me motivó a seguir escribiendo, al parecer vio algo en mí que aun yo no tenía muy claro. Fue en la W donde comencé a formarme como guionista. Allí tuve excelentes maestros que me enseñaron a hacer radio. Escribí para varios espacios unitarios, cuentos, teatros, programas educativos, hasta que me decidí por un seriado: Luna en creciente, mi primera radio novela, mi primera hija, a quien quiero con toda mi alma.

- ¿ Me nombras alguna de tus piezas preferidas, aunque todos los hijos se quieren por igual?

-En un evento de la UNEAC en Caibarién conocí a Caridad Martínez. Después de escucharme en uno de los programas que estaba en concurso, me motivó a venir para la Habana. No demoré mucho en tomarle la palabra. Radio Progreso me abrió sus puertas de par en par, no solo como actor sino también como guionista. Para esta emisora he escrito mis obras más importantes. Bajo la acertada dirección de Caridad, grabamos mi novela Aires de ingenio, una historia que se desarrolla en un central azucarero que ha dejado de moler. Es una novela desgarradora que habla sobre lo que es esencial para el ser humano y que me ha traído muchas satisfacciones. Pienso que es mi novela más atrevida, ya que cuenta una realidad muy dura sobre todo para los moradores de aquellos bateyes que centraron su vida en la molienda azucarera y que se quedaron en el aire, sin vida, cuando el central dejó de funcionar. Después vino Santos Remedios, una obra sobre las leyendas y las parrandas remedianas, también bajo la tutela de Caridad.  Brisa y Terral, Fragancias ajenas son obras que también llevo en mi corazón, por lo que cada una significó en su momento. Estas últimas bajo la dirección de la gran Carmen Solar.

-¿Qué otras obras has escrito para la TV?

-A través de Caridad Martínez, ¡siempre Caridad Martínez!, llego a la casa productora de telenovelas. Había intentado escribir para la televisión con anterioridad sin conseguirlo. Cuando ya había desistido, me llaman de la casa productora, pues estaban interesados en llevar una novela radial a la televisión que tocara el tema rural, (por supuesto, fue Caridad que quien me recomendó) A partir de Luna en creciente, mi primera obra, Yoel Monzón Monzón y yo escribimos el argumento de lo que luego sería Tierras de fuego. Una novela amada por unos y odiada por otros, pero que me ayudó a acercarme al universo televisivo y entender sus códigos, distintos a los de la radio.

- ¿ El Rostro de los días fue hecho para la Tv? ¿Por qué un segundo guionista?

-Sí. El rostro de los días fue concebido original para la televisión. Durante más de un año estuve confeccionando el argumento, visitando diferentes hogares maternos, entrevistándome con especialistas, investigado. Muchas de las historias de la novela están inspiradas en lo que me contaron distintas mujeres que estaban ingresadas en dichos lugares. Bebí de aquí y de allá, engarcé está anécdota con la otra, potencié lo que me resultó más interesante. Cuando ya el argumento y el diseño de personajes estuvo listo, me pidieron que sumara otro guionista al proyecto. Yo no conocía a Serguei Svoboda, pero me dieron excelentes referencias de él. Creo que traerlo al proyecto fue muy bueno, pues de alguna forma nos complementamos, ambos nos aportamos, enfocados los dos en tomar un mismo camino. La idea era que aunque el guion fuese escrito a cuatro manos, pareciera que estaba escrito por una sola persona. 

- ¿Por qué ese título?

-El titulo lo discutimos mucho. Desde el primer instante pensé en ponerle El rostro de los días, porque quería que mis historias estuvieran cerca de la realidad, de la cotidianidad, del día a día del ser humano. Quizás sea un poco abarcador, pero me parece que tiene que ver con el tema sensible de la novela. También lo veo como una metáfora: el rostro de los días es tu hijo, ese al que después que nace, te entregas en cuerpo y alma. No soy padre, pero tengo la mejor madre de este mundo. Estoy convencido que después que nacimos mi hermano y yo, nos convertimos en los rostros que mi mamá amó día tras día.

- Maternidad y paternidad responsable es el tema central publicitado ¿y cuántos asuntos más?

-El tema central de la novela es la Maternidad y la Paternidad concebidos como un binomio indisoluble donde tanto el padre como la madre juegan un papel importante en la crianza y la educación de los hijos. De este gran tema se derivan muchos más. La manera en la que es asumido en cada hogar la llegada de un hijo, las muchas formas de enfrentar un embarazo, el deseado, el no deseado, el que es impuesto por miles de circunstancias, el embarazo en la mujer añosa, en la adolescencia, el embarazo en mujeres con VIH. Creo también que otro tema puede ser las interrelaciones en el seno de la familia; como los errores del pasado, y esto es fundamental en la trama de la novela, pueden traernos graves consecuencias en el presente. También está el amor, la infidelidad, temas estos que no pueden faltar en un buen melodrama. Creo que la novela defiende la unidad de la familia por encima de todos los avatares, proyectando este camino de unidad como única solución posible.

-¿De cuantos capítulos hablamos?

-La novela tiene 83 capítulos.

- ¿Es un riesgo seguir a una telenovela exitosa como Entrega?

-He disfrutado enormemente el éxito de Entrega, que además ha sido apabullante y muy merecido. Si te dijera que no me ha quitado el sueño te estaría mintiendo. Esperé el estreno de mi novela muy ansioso y expectante. Todo el mundo me decía; oye, ¡Entrega te ha dejado el listón muy alto! Y yo pensaba para mis adentros: ¿creen que no lo sé? Pero más allá del miedo que pueda sentir por si la supera o no, creo que ha servido para que todo el mundo se haya sentado a ver el primer capítulo de mi novela, esperado a ver qué era lo que venía después, y si era una buena sucesora; cosa que generalmente no ocurre. Nuestro público comienza a disfrutar de los dramatizados después que han comenzado, y en este caso he sentido que la inmensa mayoría ha estado muy atento al primer capítulo de esta nueva propuesta. Le agradezco a Entrega que haya sentado a todo un país a disfrutar de nuestros esfuerzos.

 -   ¿Te arriesgas a decirme cinco razones para ver El rostro de los días?

-Esta es la pregunta más difícil. Trataré de darte algunas razones; no sé si llegue a cinco. El rostro de los días es mi hijo querido, y siempre es un riesgo hablar objetivamente de algo que salió de tu alma. Le tengo mucha fe al tema, que es muy sensible. El amor a mi madre me llevó a escribir una telenovela con este argumento, ¿Quién no ha tenido el amor de su mamá? Todos venimos de un hombre y una mujer, todos somos o queremos ser padres o madres. Todos tenemos hijos, o un sobrino al que queremos como a un hijo. Pienso que lo más atrayente está ahí, en que muchos se verán reflejados, con conflictos similares. Está novela está dedicada a todas las mujeres y hombres que día a día se enfrentan a la difícil tarea de sostener una familia. Es un melodrama en el que nos esforzamos para que todo estuviera justificado. He intentado usar aquí el ABC de Félix B Caignet que tanto éxito me ha traído en la radio, y al que desde hace algún tiempo la televisión le ha cogido algo de miedo. Por supuesto intentando impregnarle veracidad y novedad, ya que no son los tiempos de Albertico Limonta, protagonista de El derecho de nacer. Esta historia está contada desde el presente, pero guarda un horrible secreto del pasado, y será precisamente ese secreto el catalizador del conflicto central.Pienso que el público quedará atrapado cuando comiencen a darse las claves de este gran secreto.  También, es una historia de muchos sucesos dramáticos, que irán punteando las diferentes sub tramas.

La realización en exteriores ha ayudado a la veracidad de los escenarios; tiene un elenco de lujo, con actores importantes de este país y eso siempre atrapa al espectador.

Estoy en camisa de once varas pues solo te puedo hablar de lo que fue responsabilidad mía, a partir de este momento soy un espectador más que tratará de ir disfrutando de todas las historias.