Maternidad y la paternidad desde la mirada audiovisual

Comenzó el rodaje de la telenovela cubana El rostro de los días, con dirección general de Noemí Cartaya y codirigida por Rafael “Felo” Ruiz

Los clásicos ingredientes de un melodrama son los desengaños y las pasiones. Por supuesto que no faltarán en la telenovela El rostro de los días. Sin embargo, el envejecimiento población y el bajo índice de natalidad son dos problemáticas que preocupan a expertos de diversas disciplinas en la Mayor de las Antillas.

Convencido de que el arte puede ser una vía para contribuir a estimular la maternidad y paternidad responsables, el guionista Ángel Luis Martínez Rodríguez tuvo la idea de investigar sobre el tema para luego, a dúo con Sergei Svoboda, escribir los 83 capítulos de este audiovisual.

Por primera vez, laboran juntos Noemí Cartaya (en la dirección general) y en calidad de codirector, Rafael “Felo” Ruiz, un hombre que ya lleva 50 años en la televisión cubana.

En El rostro de los días, la maternidad y la paternidad responsables se abordan desde una mirada muy abarcadora. Se podrán encontrar matrimonios que no pueden tener hijos, embarazos no deseados y a mujeres que deciden ser madres desde la soltería, nos cuenta Felo Ruiz, una vez  finalizado el primer día de rodaje.

Mientras tanto, Noemí realiza una lectura del guion con los actores Ulik Anello y Tamara Morales. Así se han distribuido parte de las responsabilidades los dos directores. Como el tiempo de pre grabación fue insuficiente para ensayar todas las escenas, Cartaya se reunió con un grupo de actores y Felo, con otro. Después ambos intercambiaron información sobre ese proceso.

“Todo surgió a partir de tener bien claras las características de la novela, la trayectoria de cada personaje, las situaciones, y llegar a tener un pensamiento único para que luego no surjan las contradicciones”, advierte el codirector.

¡Silencio, se rueda en exteriores!

Gran parte de la historia se desarrolla en un hogar materno donde están ingresadas las gestantes con factores de riesgo. Por allí pasan mujeres sin conciencia de la alimentación adecuada que se debe tener durante el embarazo, futuras madres añosas o adolescentes encintas. Es una historia inspirada en casos reales.

Dos meses de grabación en un hogar materno podían alterar las dinámicas propias de esos centros de salud donde las féminas necesitan mucha tranquilidad y cuidados especiales. Por eso, se decidió que todo se haría en exteriores.

El equipo de dirección procuró buscar una casa con condiciones ideales para acoger un hogar materno. Encontraron un inmueble ubicado en La Víbora, cerca de El Mónaco, en el capitalino municipio de Diez de Octubre, que posee unos jardines muy bonitos.

Por estrategia de producción, el equipo comandado por Alexander Alfonso  agrupó las locaciones en dos grandes polos: varias casas ubicadas en el poblado costero de Cojímar y otras localizadas en el área del Mónaco, con sus calles aledañas. Las escenas con áreas verdes y parques se grabaron en los Jardines de la Tropical, un lugar solitario, muy tranquilo y de gran belleza.

Como novedad se han habilitado dos unidades de producción. De esa manera un director podrá ir rodando en el hogar materno y el otro estará grabando a una cuadra de esa localización.

Felo se desempeña también como director de fotografía. “Hay días en que la segunda unidad de grabación la asumo yo. Cuando no sea posible me ayudará Lena Hernández, una joven directora de fotografía, egresada de la Facultad de Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual (Famca), quien está haciendo su Servicio Social con muy buenos resultados. Este es su primer trabajo de gran magnitud y una telenovela siempre es un entrenamiento muy fuerte”.

En cuanto a las ventajas de rodar en exteriores, el director de fotografía explica que como no hay escenografía, todo resulta más auténtico. Los actores se sienten más cómodos en un ambiente real que en uno construido.

“Al mismo tiempo, todo es más hostil, por los inconvenientes del sonido que atenta mucho contra la filmación: puede ladrar un perro, llover, sonar una alarma o el claxon de un carro”. 

En opinión de Felo la telenovela está escrita de una manera muy atípica porque los personajes están bien definidos, con sus virtudes y sus defectos. Son personas que se equivocan a causa de las circunstancias en que se desarrollan y viven. Unos rectifican, otros no.

Actores consagrados como: Luisa María Jiménez, Fernando Hechavarría, Nancy González, Daisy Granados, Denis Ramos, Herón Vega, Tamara Morales, Ulik Anello, Rubén Breña y Obelia Blanco, son los encargados de darles vida a esos caracteres de carne y hueso.

Roxana Broche, la Alina de En tiempos de amar, es la protagonista. Con gran responsabilidad, la joven que actualmente cursa el último año del Instituto Superior de Arte, interpreta el personaje de Mariana.

Por su parte, en el protagónico masculino –David– veremos a Niusvel Ventura Bring, quien el pasado año formó parte del elenco en la teleserie LCB. La Otra Guerra.

En la historia aparecen, además, cuatro adolescentes de la enseñanza media. Son interpretados por alumnos de la Escuela Nacional de Arte.

Reynier Pillerdo, que anteriormente había trabajado como asistente de audio, ahora es el sonidista de la obra. Otros especialistas son la asesora Nilda Pérez Monteagudo, la diseñadora de vestuario María Caridad Capote, la directora de arte Violeta López y el experimentado Tony Angelino, a cargo del diseño de maquillaje y peluquería.

La grabación se extenderá durante once meses: entre abril de 2018 y marzo de 2019. Es probable que la telenovela salga al aire a finales del próximo año.

“Cuando uno hace cualquier proyecto le pone el mayor empeño para que quede bien. El resultado final está en dependencia de la aceptación del público. A veces la crítica especializada dice una cosa y el público otra”, concluye Felo Ruiz.