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 Acercamiento al gustado espacio infantil del telecentro más occidental de Cuba

Cuando de entretener a niños se trata, estamos acostumbrados a los típicos programas transmitidos por la televisión, donde la conducción recae sobre cualquier persona mayor; muy pocas veces en un niño.

Ahora reflexionemos: donde hay un animado y una canción infantil, el mejor papel debe ser para el niño. Al analizar este caso hay que considerar que para interactuar con el público, los infantes llegan directo y trasmiten emociones propias de las edades tempranas.

Un ejemplo de esto se encuentra en el telecentro Tele Pinar, en la más occidental de Cuba, cuyo único programa infantil tiene niveles de teleaudiencia que sobrepasan el 56% de las emisiones, según encuestas realizadas en diferentes escuelas primarias de la provincia.

Lluvia de alegría, el referido espacio, se propone como objetivos entretener a los más pequeños de casa con diferentes secciones y ampliar los conocimientos en correspondencia con las temáticas presentadas en cada programa, pero el más importante es la inculcación y el rescate de valores en los niños.

Con 12 minutos de duración y una frecuencia semanal, su directora, Yelena Rodríguez, y el equipo de realización visitan las escuelas de la provincia pinareña donde se nutren de conocimientos, directamente de los niños.

La interacción con los infantes es segura y eficaz, en las secciones ellos son los protagonistas del espacio, pues casi siempre interpretan las canciones, los trabalenguas y las adivinanzas.

El tratamiento de los valores en los niños cubanos, y más en la sociedad que se está formando en el país, reviste gran relevancia y debe manejarse con especial cuidado, pues en los primeros años de vida se asumen ideas y comportamientos que no son las correctas en determinadas circunstancias.

Temas como la medicina natural y tradicional, la puntualidad, la tolerancia, la mentira, el uso del uniforme escolar, el conocimiento de géneros musicales autóctonos como el son, entre otros, ayudan a los pequeños a nutrirse y proyectarse ante la vida con más conocimientos.

De impresionantes se pueden calificarse las sugerencias que los pequeños hacen al programa: proponen variedad de temas, de secciones y hasta que el tiempo de duración sea mayor.

Esta experiencia ha sido reconocida en el territorio. En el año 2012 Lluvia de alegría ganó un premio en el Festival Provincial de la Televisión en Pinar del Rio, y desde su primera transmisión, a fines del 2007, constituye una de las joyas de la televisión pinareña.