En pantalla

Valoraciones sobre uno de los espacios de comicidad más gustados de la televisión

Cada domingo, a las 6:30 p.m., en el Canal de la Familia Cubana, los televidentes incorporan a su día  otro momento de comicidad televisiva, derivada del programa A otro con ese cuento, que dirige Delso Aquino Baños.

Muchos lo visualizan como una saga del popular espacio Pateando la lata, también dirigido por Aquino. Otros lo dan por hecho, porque el parecido es inconfundible en cuanto a los personajes que intervienen, las secciones y los chistes.

A otro…, a pesar de contar en el elenco con actores “de estreno” e incorporar al equipo técnico nuevos profesionales, maneja similares códigos televisivos que han sido repasados en los productos audiovisuales cubanos una y otra vez.

Pero vale destacar que no es un programa con bajo índice de gusto, ni de teleaudiencia, reúne gran cantidad de público que, a las alturas del domingo en la tarde, encuentra deseoso el entretenimiento frente a sus pantallas.

La escasez de espacios de comicidad en la parrilla de programación produce dos aristas muy contradictorias: primero, convierte a los públicos en severos jueces que no dejan pasar ni el mas mínimo de los detalles, segundo, las personas cansadas de esperar algún humorístico se olvidan de la televisión para buscar refugio en lo alternativo, como juegos nacientes de esta era tecnológica o series y filmes que pueden ser vistos en cualquier horario.

La incorporación de nuevas secciones como la que conduce Marcos García, El cartel del minuto, hace que el programa sea más dinámico y capte la atención de un público heterogéneo, pues la experiencia de leer un cartel con erratas sorprendentes no incide en la edad. 

Aunque a primera vista, no le atribuya mucho valor a este espacio, porque puede tildarlo de fácil, sepa que el género televisivo que encaran es trabajoso. Los  telechistes o sketches son interpretados por un grupo de actores de humorísticos  o  por comediantes, quienes no siempre tienen que resultar atractivos.

Generalmente, los chistes nacen producto de la improvisación de los actores, y esta faena, créanlo, es muy ardua.

Los espacios humorísticos son muy solicitados por los televidentes, aboguemos pues por el renacer de estos en la TVC, ojalá nos escuchen e inicien la realización decorosa de los buenos proyectos engavetados que abundan en la División de Dramatizados.