Las teleseries cubanas dirigidas al público juvenil han sido muy aceptadas y consumidas en los horarios vespertinos
Los últimos tiempos vividos en la Television Cubana dan cuenta de una actualización y amplios horizontes tanto por el uso de las nuevas tecnologías, como por las apropiaciones criollas de las nuevas maneras de hacer televisión en el orbe. La serie, como obra audiovisual novedosa entre las conocidas, sobresale entre las propuestas de mayor éxito en este panorama de transformaciones.
En Cuba se advierte el aumento significativo de estas realizaciones, que a pesar de sus elevados costos de producción, son aceptadas y consumidas por el público en los horarios de mayor raiting televisivo, durante la tarde y la noche.
Tal es el caso de aquellas dedicadas al público juvenil, como Adrenalina 360, Enigma de un verano y Coco Verde, dedicadas al público juvenil, SOS Academia, la primera teleserie musical de factura nacional.
Por otra parte, De amores y esperanzas, que trasmite actualmente Cubavisión en las noches de domingo, suscita la atención de públicos diversos al retratar situaciones de vida sin edulcoramientos, pues logra mostrar emociones y actitudes creíbles de los personajes, que enfrentan los conflictos de cualquier cubano; además de aportar conocimientos imprescindibles a la cultura jurídica de la teleaudiencia, elemento muy agradecido por esta.
Y es que el formato de la serie propicia nuevas maneras de hacer, pensar e innovar en la TV; otras formas de interpretar, sentir y conectarse con el telespectador para nutrirlos de mecanismos y elementos de interacción, participación y cooperación, así como también promueven una mayor utilización de las redes sociales y un aumento considerable de los modos de entretenimiento, contratos de lectura y diferentes modelos de sociedad.
Este tipo de historia audiovisual requiere de la experiencia colaborativa entre guionistas y directores, además de que el dramaturgo se presenta como un sujeto pensante, creador y realizador de ideas visuales novedosas que atrapan al televidente y lo mantienen en vilo, aumentando progresivamente su interés y expectativas, pues por eso se caracteriza, por ser un producto creíble y entretenido.
De ahí que las producciones de teleseries crezcan en Cuba, para abordar disímiles temas e incentivar cada vez más el consumo de productos nacionales a fin de posicionar en lugares privilegiados a la TV y los demás medios audiovisuales del país en la preferencia de los públicos.
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