En pantalla

El espacio que se transmite durante la etapa estival tiene características peculiares dentro de la televisión cubana

Con el propósito de complementar la programación dirigida fundamentalmente al público campesino, el espacio La guardarraya, que se transmite por Cubavisión los lunes, miércoles y viernes, de 11:45 a 12:15 del mediodía, se erige como una de las propuestas de este verano. Según el equipo de realización, ha sido acogido con mucho beneplácito por parte del público.

Con un set anclado en el lobby del Instituto Cubano de Radio y Televisión (Icrt), por la entrada de la calle 23, este programa musical prevé llegar a la teleaudiencia con propuestas musicales, a partir de un pequeño formato que no incluye entrevistas ni grandes locaciones, como sucede en Palmas y Cañas.

Según Jobanna Martínez Bencomo, directora del espacio, se trata de un proyecto concebido por Víctor Torres y Julio Machado únicamente para la programación estival.

“La idea surge a partir del déficit de programas campesinos en la televisión. Solamente contamos con Palmas y Cañas y la población está pidiendo que se incrementen estas propuestas.

“Es un programa rápido, con sólo media hora de duración. Sale en vivo y constituye un show musical para el mediodía. En ese horario los campesinos regresan de sus labores habituales, se sientan a almorzar y a descansar.

“Pero no pensamos solamente en ese público, sino también en aquellas personas de las ciudades que también gustan de estos espacios. Nosotros recibimos muchas llamadas telefónicas y correos electrónicos que demuestran el interés variado por este programa. La retroalimentación con los diferentes públicos es bastante fluida y estoy muy satisfecha por eso”, destaca.

Para Martínez, uno de los sellos distintivos del programa es la presentación de artistas que no hacen música propiamente campesina, pero se sienten identificado con ella, como David Blanco o Tony Ávila.

Por su parte, la asesora Ada Guzmán destaca que hacer este programa ha sido una experiencia formidable, pues cada miembro del colectivo conoce muy bien sus funciones y se divierte bastante.

“Esta no es mi primera experiencia con un programa en vivo pero sí con estas características. Tiene un horario que no es habitual en la televisión pero ha rendido frutos por su propuesta elegante”, subraya.

Sobre esta línea de pensamiento opina María del Carme Medina, quien asegura que La guardarraya es su primer trabajo como productora y, por tanto, un momento importante en su vida.

“Lo que más me ha gustado ha sido la unidad del grupo, la cohesión de todo el equipo de realización. Es muy necesario trabajar coordinadamente y ha sido un verdadero reto salir en vivo. Hay que tener muchas cosas presentes a la hora de producir este espacio, pero todo se logra con esfuerzo y dedicación”, señala.

A pesar de llevar 20 años en la televisión, esta es la primera experiencia de Brannia Bustos como asistente de dirección en programas musicales. Para ella no ha sido muy fácil, aunque lo ha disfrutado mucho.

“El género campesino es muy agradecido. La gente te llama o manda correos, y uno contesta en la medida de las posibilidades. Siempre está aquel que no comparte algunas cosas del programa, pero eso es normal. Creo que va teniendo mucha pegada, gusta bastante y trabajamos para que las cosas sigan saliendo bien”, concluye la asistente de dirección.