En pantalla

 Verde Habana constituye un espacio que defiende la arista ecológica y sostenible desarrollada de la ciudad

Mucho se ha escrito y hablado ya del Canal Habana, señal que durante 11 años ha perfeccionado y diversificado su programación, en aras de satisfacer los gustos de los televidentes de la capital y construir una imagen plural e inclusiva de la ciudad.

La frescura y amenidad que caracterizan su parrilla de programación mucho tiene que ver con el diseño y factura de sus espacios, así como con los temas elegidos para cada uno de ellos.

En este sentido sobresale la temática medioambiental, que funge como hilo conductor de Verde Habana, un programa que lleva años llevando a la pantalla las buenas prácticas en el manejo de tierras, recursos forestales y animales en la capital.

Leyanes Yanes fue su primera presentadora y quien, a mi juicio, dejó una impronta propositiva y dialógica en el espacio, que no da recetas absolutas sino que socializa las experiencias más eficaces e innovadoras en el aprovechamiento de la naturaleza por parte de los seres humanos.

Yisel Martínez es su actual conductora. Ella ha sabido respetar el estilo de su antecesora y, a la vez, imprimir también su sello personal. La emisión de esta semana estuvo dedicada al único mariposario de La Habana, el cual radica en la Quinta de los Molinos.

Desde allí, Yisel Martínez le cedió la palabra al microbiólogo jefe del proyecto, el cual compartió sus conocimientos científicos sobre el tema.

Es esta precisamente una de las características que definen la propuesta del Canal Habana: el equilibrio que ha logrado entre el saber científico y el conocimiento popular, sin caer en elevados tecnicismos ni enfocarse exclusivamente en el enfoque práctico.

Con el guion a cargo de Amada Montano y bajo la dirección de Yaumara Roque, Verde Habana ha acompañado y dado cobertura a procesos naturales hermosos como el nacimiento de una mariposa, el rescate de un animal o la salvación de un terreno anteriormente contaminado.

Con la mirada puesta en los avances científicos de la agronomía, la biología y la veterinaria y una fe mayor en el conocimiento de las personas de a pie, que cada día veneran la tierra con su trabajo, Verde Habana continúa marchando tras los secretos de La Habana que cultiva.