En pantalla

 Este espacio que promueve el bell canto en la televisión cubana es uno de los más gustados del Canal Educativo

Hace 15 años los amantes del bell canto se deleitan con el programa Un palco en la ópera. A propósito del aniversario del espacio, conversamos en exclusiva para del Portal de la Televisión Cubana con dos personas imprescindibles en la salida al aire de dicha propuesta musical televisiva.

El director Manuel Puerta aclara que no es fundador de Un palco en la ópera, aunque tiene varios años de dirigir el mismo. El programa surgió en 1962 en la televisión, y cuando se inaugura el Canal Educativo pasa de Cubavisión a la señal “donde siempre se aprende”. Puerta confiesa sentirse muy satisfecho pues conoce que el programa tiene una audiencia considerable.

En diálogo con el guionista Ángel Vázquez Millares, a quien consideramos una enciclopedia viviente cuando se hable del arte lírico, comenta que la ópera en Cuba siempre ha tenido seguidores, aunque sabemos que antes algunos la consideraban un arte elitista.

Para Vázquez Millares el arte está hecho para agradar, y la ópera, aunque a veces es un tanto cruel, no deja de ser un arte exquisito.

La presencia de un programa dedicado a la ópera en los medios data del 25 de abril de 1948, cuando sale al aire por primera vez en la emisora CMBF, Radio Musical Nacional, el primer espacio musical que promovía dicho género.

En 1962 Vázquez Millares recibió la propuesta del director Juan Hernández para hacerse cargo de un espacio de televisión en el entonces Canal 6.  Ángel, a pesar de tener en esos momentos problemas personales y familiares, accede a hacerse cargo del programa. Nos cuenta sonriente que Juan le dijo que conocía su afición por este género desde niño, y que ya joven se hizo socio de Pro Arte Musical.

Uno de los avatares del programa Un palco en la ópera, cuenta Vázquez era que en el país apenas había discos de óperas y Monseñor Carlos Manuel de Céspedes le dio las primeras grabaciones para iniciar el programa, pues era un gran amante del género.

Considera que si bien es un programa elitista, resulta muy necesario, porque satisface a muchos televidentes amantes del arte lírico. Cuando se funda el Canal Educativo se hace un reajuste en la parrilla de la programación y Un palco en la ópera pasa para este canal, donde se ha mantenido en estos últimos tiempos.

Vázquez Millares se siente muy complacido y feliz, porque ha recibido clases de verdaderos especialistas de la música. Es un hombre muy culto, graduado de Filología. Considera que “para hacer un programa de este tipo, hay que estudiar todos los días”.

Agradecemos al director Manuel Puerta, a Vázquez Millares y a todo el equipo técnico por la acogida que nos dieron. Les deseamos que el programa cumpla muchos años más, para el deleite de los televidentes y amantes de la ópera.

Algunos apuntes

La palabra ópera viene del italiano y significa “obra musical”, de la voz latina opus que combina las artes del canto coral y de los solistas. También tiene declamaciones y actuación.

Algunos autores señalan a la tragedia griega como precursora de la ópera. Su aparición data de 1650. Es un género teatral en que en una acción escénica se armoniza, se canta y siempre tiene un acompañamiento musical.

Las actuaciones suelen ofrecerse generalmente en un gran teatro, acompañada por una orquesta u otra agrupación musical menor. Forma parte de la música europea u occidental. A diferencia del oratorio, la ópera es una obra destinada a ser representada.

En la ópera, como en otros géneros musicales, se unen la música, la poesía, las artes escénicas y la danza, la escenografía, la arquitectura y las artes plásticas, las luces, el vestuario y el maquillaje.

Podemos contar, entre otras, la ópera italiana, la alemana, la rusa, la china; en América la más difundida es la de Estados Unidos, con su famoso teatro American Opera House.

En Cuba este género de desarrolló durante los siglos XIX y XX, considerada en otros tiempos de manera bastante clasicista, pues solo acudían a esos espectáculos las clases pudientes y dominantes, pero siempre tuvo un público sensible que la amó y admiró mucho.

Entre los grandes cultores cubanos de esta manifestación sobresalen: Marta Pérez, Sarita Escarpenter, Iris Burget, Ana Menéndez, Mariana de Gonicht y otras intérpretes.

De los hombres destacan: José Le Matt, Humberto Diez, Armando Pico, Ramón Calzadilla, Ángel Menéndez, Rafael y Ulises Aquino, Gustavo y Antonio Lázaro y Orestes Lois.

Rosita Fornés y María de los Ángeles Santana, aunque no cantaron ópera, sí pasearon por los grandes teatros cubanos y foráneos las más famosas zarzuelas y operetas. También se destacaron en el género: Gladys Puig, Alba Marina, María Remola, Ana Julia, Alina Sánchez, Linda Mirabal, Yolanda Hernández y María Eugenia Barrios.

La lista se haría interminable porque Cuba ha dado maravillosos intérpretes de estos géneros musicales en los cuales actualmente se destacan Milagros de los Ángeles, Bárbara Yánez y Joanna Simón.