El 8 de diciembre del 2016, en el texto Televisión Cubana: con la huella de Fidel, al resumir el trabajo hecho durante las honras fúnebres de Fidel, escribí “Pero ¿qué decir de Humberto López, el locutor de la revista Buenos días que tuvo durante esos nueve días la misión de entrevistar o comentar en el estudio lo que sucedía en Cuba a cada instante.?. Humberto, para mí, fue una sorpresa agradable. Tiene todas las condiciones que necesita un buen conductor.·.
No conocía su nombre, quien me lo dijo agregó que era abogado por carrera y opinó, con propiedad, que tenía futuro en la locución. Ya lo había visto en la revista de la mañana, pero esa hora generalmente es prohibitiva para mi, porque sigo en la cama.
Luego, antes de este calor inhumano, dediqué varios días a ver Canal Caribe y ahí lo vi desdoblarse en distintas funciones. No se si fue entonces que le pedí, o el me pidió amistad por Facebook y comenzó otro conocimiento distinto: Humberto es un voraz lector, fanático de la historia y un surtidor de ideas propias o una esponja de sugerencias ajenas que sirvan para mejorar su trabajo o el de su televisión: digo su, con toda intención, la siente y habla como si fuera de él, porque tiene sentido de pertenencia.
Nacido en Colón, Matanzas, me cuenta “centro este de mi provincia, tierra de llanuras vine a La Habana a estudiar, como dirigente de la FEEM. Al terminar el grado doce aprobé los exámenes de aptitud de periodismo, pero debía seguir en la capital, y medio enamorado quería regresar a Matanzas, así que el derecho fue la opción. Sólo a partir del segundo año fui descubriendo que nacía alguna pasión”.
Agrega que “poco a poco las lecciones de los libros del Dr Julio Fernandez Bulté y Delio Carreras, el derecho romano y las primeras nociones de democracia, derecho de bienes, contratos fueron adentrándome en un mundo nuevo, que me fue atrapando. Mi inclinación fue hacia el derecho civil, y más específicamente al Derecho de familia, que como dijera una de mis profesoras, la Dra Olga Mesa, es el más humano de los derechos. Mi tesis de graduación fue sobre la tutela y protección que ejerce el estado sobre personas incapacitadas que no poseen familia y viven en instituciones, ya sea hogares de ancianos, hospitales…”
La inclinación de Humberto con los medios le llegó en la sangre “mi padre fue locutor de la emisora de mi pueblo por muchos años, conoció a mi mama, a través de esos amores que nacen de la voz que escuchas y el rostro que quieres conocer, él mucho mayor que ella, la flechó rápidamente y de ese amor, salí yo, como único hijo. Tengo más hermanos, pero por parte de uno de los dos, así es que desde niño los micrófonos y la radio fueron mi lugar de juegos, allí aprendí a leer en los programas infantiles, de Radio LLanura de Colon”.
Me dice que “esa misma pasión aún, graduado de derecho, me hizo, estar siempre cerca de los micrófonos en Matanzas. Hice algunas pequeñas cosas en Quédate conmigo junto a Amelia Flores, los dos adolescentes; en la radio sí anduve por LLanura de Colón, Taino Varadero, Victoria de Giron en Jagüey grande y radio 26”.
Se mudó a La Habana y estuvo en las emisoras Radio Reloj, Taíno y Rebelde y a la televisión llega “gracias al Loquillo, Antonio Gómez, Ileana, su esposa, consagrados de la TV, mas Bárbara Betancourt, que dirigía el Sistema Informativo de la Televisión. Con el apoyo y la confianza de ellos, di mis primeros pasos en el informativo, y fue en la revista de la mañana, primero por varios meses maquillado y vestido, mirando todo lo que sucedía cerca de los conductores, preguntando, pero jamás saliendo en cámara, hasta que un día hice boletines, después alguna entrevista, las primeras todas con Raúl Castillo, el diseñador de modas, los sábados hasta que llegué a la conducción”.
Lo he visto comentando una noticia, haciendo una entrevista (es capaz de escuchar y opinar, algo muy difícil), moderar y hace unos días por primera vez lo vi (no sé si lo realizó antes) como conductor de un noticiero al mediodía.
Lo que más me hace confiar en Humberto (por eso sugiero que lo sigan) son sus ansias de saber, de proponer siempre nuevas cosas. Ahora anda metido en una idea de otra revista…no digo más. El único defecto que le encuentro es un movimiento que hace con los labios, que no se si será por nerviosismo porque a veces pasan los minutos y no sucede. Quizás ese sea su rasgo distintivo en larga carrera de conductor.
Este joven, junto a Lázaro Manuel Alonso (que no ha querido concederme una entrevista) Rosy Amaro, Indira Román, Luis Miguel Cabrera y otros más me hacen confiar en que existe un capital humano por explotar para que nuestra televisión cada vez sea mejor. A todos ellos (hay más pero la lista es larga) se les debe dar espacio y seguirlos para que no pierdan frescura y deseos de cambiar las cosas, para que sean mejores.
CARTELERA DE CANALES NACIONALES
