En pantalla

 Habana Noticiario pretende ser el reflejo social, económico y político de la capital cubana

Pasados unos escasos minutos de las cuatro de la tarde, la noticia se vuelve protagonista en el Canal Habana. Y las luces, las cámaras, los técnicos se vuelcan a una rutina que se empeña en dejar una huella audiovisual del acontecer cotidiano. Habana Noticiario, el espacio informativo por excelencia de esta señal, pretende llevar cada día a toda Cuba una mirada crítica de la realidad capitalina.

Concebido desde la creación del canal, este programa propone al televidente un acercamiento al contexto habanero y hace gala de los más variados géneros periodísticos, para dar voz a los que de muchas maneras conforman la vida diaria de la capital cubana.

Según Caridad Bermúdez, directora de Habana Noticiario, ha sido un verdadero desafío sacar al aire un programa que conlleva una responsabilidad informativa muy grande y ha contado muchas veces con reporteros muy jóvenes, recién graduados de la Universidad de La Haban.

“Trabajar con profesionales jóvenes es una ventaja, pero también puede ser una complicación porque hay que entrenarlos. Ahora mismo tenemos una nueva oleada muy activa en el ejercicio del periodismo, están aprendiendo muy bien y hacen las cosas desde un ángulo diferente y original.

“Sin embargo, nosotros no hacemos ni la mitad de lo queremos. Y esa realidad está condicionada por cuestiones objetivas y subjetivas. Por ejemplo, no tenemos suficientes carros. A pesar de todo, hicimos una revista especial durante la cobertura del huracán Irma. Nos faltan muchas cosas; queremos hacer más pero tenemos limitaciones”, precisa Bermúdez.

No obstante, asegura la directora que los noticieros en el mundo entero tienen un esquema donde lo principal es el contenido, más allá de las condiciones materiales que incluyan una tecnología de punta o escenografías muy vistosas.

“Tú puedes tener muchas pantallas o luces modernas y no decir absolutamente nada. Y por otro lado, puedes disponer de una humilde escenografía avalada por un contenido fuerte, de calidad”, destaca.

Para Bermúdez, la agenda informativa del noticiero hace énfasis en la capital cubana, aunque el espacio pueda verse en el territorio nacional gracias a la las cajas decodificadoras.

“El objetivo principal es reflejar al público habanero, sus problemáticas, sus inquietudes. Tratamos de renovarnos en cada mensaje, a través de un lenguaje entendible, sin caer en lo chabacano.

“Al público le gustan mucho los trabajos de corte crítico, que reflejan las cosas mal hechas. En ese sentido nos llaman para felicitarnos por nuestro trabajo y hacernos nuevas sugerencias. Nosotros tratamos de darle seguimiento a cada tema, según nuestras posibilidades”, señala Bermúdez.

Una de los aspectos más originales de este noticiero es que los conductores no salen al aire en traje, sino que conservan solamente una camisa con corbata. Para el equipo de realización, esta iniciativa ha funcionado y no han recibido quejas por parte del público.

Por otra parte, el conductor y los comentaristas hacen su trabajo de pie, para marcar una diferencia con el resto de los informativos habituales de la televisión cubana.

Algunos reporteros del espacio no tienen una sección fija, son capaces de transitar por diferentes temas con cierta facilidad que les permite no encasillarse en secciones preestablecidas.

En este caso se encuentra Suleidy Peñate, quien asegura que es capaz de reportar sobre cualquier aspecto que pueda mostrar un ángulo crítico y revelador.

“Tenemos la sección El esquinazo, que trata de mantenerse con una o dos salidas semanales. Habana Noticiario no me ha dado una consolidación profesional porque aún me siento insatisfecha. Constantemente me estoy preguntando cómo puedo mejorar mi trabajo, y aunque en ocasiones repita los mismos temas, trato de buscar cómo hacerlo de manera diferente; siempre hay tela por dónde cortar.

“Lo mejor de este informativo es que tiene el complemento de la diversidad y aporta miradas distintas de los diferentes reporteros. El apego mío con este espacio es visceral por la libertad de enfoque ante cada tema, y porque siento que el pueblo de la capital está representado a través de la voz y la imagen”, indica Peñate.

Aun así, la periodista sostiene que el espacio se puede mejorar pues la sociedad está en constante desarrollo y los cambios en Cuba van muy rápido en los últimos tiempos. Esto, en materia periodística, también es aplicable.

Según Carlos Puelma, director de emisión de Habana Noticiario, este informativo tiene mucha teleaudiencia y los temas suelen ser muy susceptibles: un derrumbe, una tupición, la recogida de basura…

Sin embargo, sostiene, debe mejorarse la escenografía y actualizarse la tecnología empleada.

“Los equipos que tenemos no tienen nada que ver con la actualidad, son anticuados. Puedes encontrarte una cámara de hace 20 años. Ahora mismo estamos inmersos en un proceso inversionista. Espero que mejoremos en ese sentido”, señala.

Dentro de las secciones del noticiero se encuentra el parte meteorológico, con la conducción de especialistas que se han sentido muy satisfechos con el trabajo del equipo de realización y los ha ayudado en su proyección ante las cámaras.

Según Nathalí Valderá, joven meteoróloga que colaboradora hace más de un año con el espacio, en sus inicios sintió temer pues no conocía la dramaturgia de la comunicación en la pequeña pantalla.

“Sin embargo, la colaboración y la profesionalidad que se respira en el canal son aspectos que me han ayudado muchísimo y me han inspirado a seguir estudiando y superar muchos retos y miedos.

“He aprendido que el buen meteorólogo no puede fallar en la ética y debe transmitirle al público la mayor información posible con claridad y brevedad, sin agotar los tecnicismos. No se puede ser vulgar pero tampoco demasiado profesional”, señala la joven.

Una de las marcas que identifican a Habana Noticiario es la conducción de Julio Acanda. Para buena parte del público, es la imagen del programa y el sello que lo distingue. Eso satisface al presentador y se siente motivado en ese sentido.

“El espacio se inauguró conmigo y la experiencia ha sido muy provechosa porque me ha dado la posibilidad de trabajar con personas muy experimentadas, pero otras también muy jóvenes. Ya me siento parte de este lugar como si fuera mi casa. El público me ha respondido siempre y prácticamente no me puedo ausentar porque enseguida empiezan a preguntarse dónde estoy.

“El trabajo acá es bastante bueno. Hemos hecho reportajes en vivo, noticieros muy complicados en medio de situaciones de calamidades. Y una gran mayoría de la población habanera tiene este espacio como centro de información. Claro está: todo ello conlleva una gran responsabilidad”, resalta.

Para Acanda es preciso seguir buscando puntos neurálgicos que eleven la calidad de la propuesta y abordar aquellos problemas que llevan años sin resolverse.

“Nuestra intención es hacernos voceros de esa inquietud social que se mueve en La Habana y ser reflejo del quehacer económico, político, cultural. En ese sentido, creo que vamos por buen camino”, concluye el presentador y periodista.