En pantalla

 ComunicarTV estuvo dedicado a debatir sobre el espacio Sácame del apuro

Sácame del apuro, programa de participación que transmite el Canal Educativo 2, motivó el intercambio de opiniones entre el colectivo de realización y el público del espacio durante el encuentro en la Sala Che Guevara, del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) el pasado 5 de enero.

En un salón más lleno de lo habitual, los televidentes comentaron que este programa es único de su tipo en el país, porque es en vivo, interactúa con sus públicos y ellos son los que deciden el final; además se polemiza mucho, algo difícil de encontrar en pantalla. Todo esto lo convierte en un programa “raro” en la televisión nacional, según dijeron.

Destacaron que gusta mucho, incluso más que la novela cubana, sobre todo por las actuaciones en el dramatizado. Consideran que no solo educa a los jóvenes sino también a la familia, muestra la realidad, toca temas interesantes y es un ejemplo a seguir para los demás espacios televisivos.

Señalaron que teleaudiencia ha aumentado con los años y esto se aprecia en la cantidad de llamadas, mensajes y correos recibidos en cada emisión.

Entre los aspectos negativos está el atropello de los conductores en la forma de hablar, a veces cortan los criterios de los demás o su voz se va por encima de otro, además expresan demasiado sus opiniones, volviendo el espacio, por momentos, aburrido. Otros no entienden cómo es posible que cuando el dramatizado apenas está empezando ya aparecen 200 llamadas.

Los invitados propusieron poner ejemplos de llamadas o mensajes en el programa para darle credibilidad a los votos y participación al público que no está en el estudio. También recomendaron evitar exponer el conflicto en los primeros minutos, pues casi invita al público a participar cuando este debería esperar a que la historia avance, ya que su criterio puede cambiar.

Vanessa Márquez, especialista del Centro de Investigaciones Sociales (CIS) explicó Sácame del apuro es, junto a De tarde en casa, uno de los programas insignias del canal Educativo 2. El hecho de que se realice en vivo lo hace más popular, aunque cuenta con la desventaja de su horario los miércoles, lo cual se solucionó retransmitiéndolo los sábados. Está en su cuarta temporada y cada una ha tenido mayor audiencia que la anterior, además que sus evaluaciones siempre están entre bueno y muy bueno.

En la segunda parte del intercambio, Héctor Dalmau, director del programa, apuntó: “En la televisión todo está inventado, cuando era niño me gustaba mucho Decida usted, de la televisión brasileña, y a la hora de crear un programa me fijé en este programa y aprendí de él”.

También aseguró que las llamadas entran sin parar, aun el sábado y eso que aparece el cartel de retransmisión. “No estamos acostumbrados a tener programas en la televisión cubana que generen polémica, deberían hacerse más”, subrayó.

Los conductores relataron algunas de sus vivencias, sobre todo, relacionadas con la emisión dedicada al alcoholismo, ya que fue esta la que más impactó en la población. Al respecto, Frank Abel expresó: “El equipo trabaja sobremanera para brindar un programa de calidad, a veces en condiciones desfavorables y las muchachas (Yadira y Amaray) se esfuerzan mucho, nunca antes se habían enfrentado a algo así”.

Yadira Otero se disculpó por algunas opiniones adversas que escuchó sobre su trabajo en ese programa, y aseguró que gracias a ello aprendió y cada día se prepara para no cometer de nuevo esos errores.

Por su parte, Amaray Borlado contó lo nerviosas que estuvieron ese día y que el ritmo fue muy rápido, “sabía que debía discutir bonito, pero a veces es difícil y las opiniones se acaloran, pero no creo que nos hayamos expresado mal”, consideró.

Al final del encuentro los televidentes continuaron recomendado ideas para próximos programas, pues consideran que es necesario y no debería salir de la parrilla del canal.

Por último, Nelia Casado, anfitriona de ComunicarTV, invitó a todos los presentes a participar al encuentro del martes 12, dedicado a La Banda Gigante.