Entre tu y yo

 El camarógrafo y realizador comenta sobre sus inicios en la televisión y los proyectos realizados a lo largo de su carrera profesional

A pesar de ser hijo del camarógrafo y director de la televisión Lázaro Menéndez, Randolph comenta que nunca sintió inclinación por trabajar en el medio.

“Desde niño siempre me gustaba la Botánica e inicialmente pensé estudiar Veterinaria. Sin embargo, con los años me di cuenta de que era Biología la carrera que debía escoger, pero por cosas de la vida nunca llegué a estudiarla.

“Luego, cuando estaba en el tecnológico, mi papá me propone pasar un curso de camarógrafo. Entonces, hice las pruebas de aptitud para un curso y aprobé. Así comienzo a tomar conciencia de lo poderosa que es la televisión”, afirma.

Sus inicios en la televisión estuvieron vinculados a pequeños audiovisuales como auxiliar de cámara, luego llegó a ser camarógrafo. Trabajó con experimentados camarógrafos y directores de los cuales tuvo la oportunidad de nutrirse.

“Hasta un día que se me dio la oportunidad de conocer a Ana, una señora que criaba cotorras en su casa y me pareció algo interesante. Ella me dio la oportunidad de filmar en su casa. Así empiezo a tejer esta idea”, así recuerda sus inicios como realizador.

“Al principio pensé hacer una noticia para el Sistema Informativo de la Televisión Cubana (SITVC), pero hablé con Ernesto Daranas y a él le gustó la idea para hacer un documental, “Ana y las cotorras”. 

Este fue su primer trabajo como realizador, esta vez como co-director junto a Ernesto Daranas. Así, confiesa, despertó su interés por hacer documentales sobre ciencia y medio ambiente.

“Fue un documental muy bonito y tuvo muy buenos resultados porque fue premiado nacional e internacionalmente”, apunta.

Trabajando en el SITVC conoce a la periodista Susana Rodríguez Mendoza, quien ha sido desde entonces su compañera de trabajo. Juntos comenzaron a interesarse por hacer “Historias de un zoológico”, primera serie documental que realizaron en conjunto.

“Esta serie recreaba el mundo interior de un zoológico. O sea, el trabajo de los veterinarios, el manejo de los animales, los especialistas. Todo lo que uno no ve cuando va al zoológico. También fue multipremiada”, agrega.

Este realizador suma entre sus proyectos varios documentales como: “El naturalista perdido”, “El ocaso de una orquídea” y el habitual de educación ambiental “Ecópolis”, producido por el Canal Habana.

Además, también dirige los programa Naturalmente, que se transmite por Cubavisión Internacional y  Todo Natural, que sale al aire por el Canal Educativo 2. Ambos espacios, conducidos por Raúl Isidrón, forman parte, junto a Hábitat, del Proyecto Cartacuba de video y naturaleza, que produce la Empresa de Conservación de la Flora y la Fauna.

Ante la pregunta de cuál proyecto lo ha marcado más, explica: “Si tuviera que resaltar alguna dijera que Historias de un zoológico, fue la prueba de fuego para el equipo que se formaba en aquel momento, para mí, por el tema que íbamos a abordar y la manera en que íbamos a contar la historia. Pero siempre he dicho que Hábitat es como mi tercera niña. Es mi mayor proyecto”.

Han sido varios los reconocimientos a su trabajo como realizador. Fue premiado en la especialidad de Director y Dirección de Fotografía en los Festivales Nacionales de Televisión en los años 2007, 2010 y 2012. Además, mereció el Primer Premio en la categoría de serie documental en el Séptimo Festival Nacional de Televisión en 2012, varios premios Caracol, y otros más.

Afirma que recibe cada galardón, “a veces digo que triste porque dejas mucho ahí. Cuando recoges un premio no dejas de ver que te están reconociendo, pero has dejado tanto que te quedas vacío. Pienso que los premios no son tan importantes como que alguien te diga “me gustó lo que hiciste” y, de alguna manera, siga el proyecto. El premio que nos gustaría disfrutar es que la serie se vea porque sea transmitida en los horarios en que el público de Hábitat pueda seguirlo”.

¿A quién dedica cada premio?

A mi papá, porque tuvo la vista para colocarme en un camino que ha dado frutos, lo cual le agradezco infinitamente y que en un inicio él no pensó que lo lograría. Por eso cada vez que hay un triunfo se lo dedico. Y al equipo porque ha sido muy unido y fiel al proyecto, siempre han dejado un pedacito de ellos. Uno puede dirigir pero si el equipo no está contigo en el proyecto, no se logrará nada.

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