Conversación con la jefa de la corresponsalía de TeleSur en La Habana, Fabiola López Albisu, merecedora del Premio Pequeña Pantalla 2020

“Nunca me interesó la televisión”, confiesa la mujer que ha dedicado más de tres décadas de su vida a ese medio de comunicación audiovisual. Así comenzó esta plática la reconocida periodista Fabiola López Albisu, quien realizó su tesis de licenciatura, en 1988, en torno a los corresponsales de guerra en el cine documental cubano. Realmente le apasionaba el periodismo cinematográfico y discutió su trabajo de grado en la pantalla grande de una sala de proyección que pertenecía a la Fílmica de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).

“Era fanática de los Noticieros Icaic Latinoamericanos. Me hubiese encantado hacer algunos de los documentales de Santiago Álvarez sobre la Guerra en Viet Nam. Para mí ese es el verdadero periodismo. Vi todas las películas de guerra producidas en Cuba hasta entonces. Entrevisté a todos los corresponsales, realizadores y camarógrafos. Mi tutora fue Belkis Vega, la primera mujer cubana corresponsal de guerra, y mi oponente, Eduardo de la Torre, que había estado en Siria y otros países”.

Para su sorpresa, cuando se graduó la ubicaron en el telecentro de Camagüey, donde permaneció por espacio de un año hasta la entrada del llamado Período Especial en tiempos de paz. Allí asistió al acto del 26 de Julio, donde el Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, anunció la posible caída del campo socialista.

Después volvió a la capital, en calidad de redactora del noticiero de la 1:00 p.m., como parte del Sistema Informativo de la Televisión Cubana. Al cabo de un año, Danilo Sirio (uno de los dirigentes históricos de la televisión), la seleccionó entre un grupo de estudiantes de cuarto año y otros recién graduados para ser reportera de CHTV. A partir de ese momento comenzó a enamorarse del periodismo televisivo. Fabiola rememora con cariño la etapa fundacional del telecentro capitalino:

“Fue una época muy particular en la historia de Cuba y nosotros irrumpimos con todo el desparpajo de la juventud, de forma abierta, desbordada, inquieta. Éramos muy cuestionadores, pero, a la vez, muy rigurosos, muy serios, investigábamos mucho. También fue un periodismo diferente por el talento del equipo técnico. Danilo Sirio se encargó de seleccionar a los mejores camarógrafos y editores y se produjo la conjunción entre juventud y experiencia. Mis primeros trabajos los hice con El Loquillo (Antonio Gómez Delgado, Premio Nacional de Periodismo José Martí 2015 por la obra de toda la vida). Imagínate lo que significaba para un estudiante o recién graduado salir a la calle con ese tronco de camarógrafo. A él y al desaparecido editor Ernesto Barrios les debo mis primeros premios”.

Luego de ese período acompañó a su esposo por cinco años como funcionaria de la Embajada de Cuba en México. Pero su espíritu inquieto la llevó a realizar una serie documental de tres capítulos titulada México. Prólogo de la libertad, que incluía el testimonio de todos los mexicanos que ayudaron a Fidel a preparar el desembarco del yate Granma. Esa serie resultó premiada en un Festival de la Televisión. En sus ratos libres logró concluir, además, un documental sobre el vínculo del general Lázaro Cárdenas con la patria de José Martí.

En su faena reporteril ha tenido la posibilidad de darle cobertura a grandes acontecimientos como la visita de Fidel a Viet Nam, en 1995; la llegada a Cuba de los tres Papas (Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco) o de los Reyes de España. Ha realizado documentales sobre las contradicciones entre la Iglesia y la Revolución, la primera misión de la Brigada Henry Reeve en Guatemala (2005), y en Pakistán, con el equipo de Roberto Chile. Al terminar su tesis de maestría estuvo seis meses en Haití para reportar sobre el terremoto que azotó a esa isla en el 2010.

Fabiola lleva diez años ininterrumpidos laborando en la corresponsalía de TeleSur en Cuba. Ha sido testigo excepcional de algunas crisis políticas en Venezuela y las marchas del chavismo, de la visita del presidente norteamericano Barack Obama a Cuba, así como de los intentos imperiales de desestabilizar al gobierno de Nicaragua en 2018.

Para ella la muerte del líder histórico de la Revolución, en 2016, ha sido su cobertura más difícil y terrible: “Me tocó hacer un recorrido por todo el país, antes del paso de la caravana, preparando notas de lo que decía y pensaba el pueblo en la Cuba profunda”.

Se siente satisfecha de la forma en que abordó la reforma y el debate constitucional del 2019 en la Mayor de las Antillas porque pudo ofrecer diferentes matices de la sociedad cubana actual. Para un gran reportaje de 30 minutos entrevistó a fanáticos de la pelota, a estudiantes de comunicación social, al pueblo en una peregrinación de la Virgen de la Caridad del Cobre, a asistentes a un concierto de Silvio Rodríguez en un barrio capitalino, a los presentes en un culto religioso protestante, a profesionales, académicos y politólogos.

“Me gustó mucho dirigir el documental Hugo Chávez, un mundo de sueños, que hicimos con especialistas de varios países en ocasión del quinto aniversario de la muerte del líder venezolano. Patricia Villegas fue la productora ejecutiva. Filmé en todos los lugares que Chávez visitó cuando empezó su revolución bolivariana”.

La labor en TeleSur en ocasiones puede llegar a ser desgastante porque demanda mucha investigación, una dedicación absoluta e incluso le toma tiempo de su vida privada. “Cubrí cuatro años los Diálogos de Paz. Una vez estaba en una fiesta en la Casa Central de las FAR y me llamaron para hacer un pase en vivo porque se habían roto las relaciones entre el ejército y el gobierno colombiano”.

En opinión de Fabiola, la multinacional le ha aportado mucho más rigor como profesional. “En TeleSur el pueblo es el protagonista de la historia. Hay que consultar tres fuentes como mínimo para redactar una nota que se salga de los cánones del periodismo hegemónico. Esas fuentes tienen que ser diversas y si existe contrapunteo entre ellas, mucho mejor. Es imprescindible que la nota posea una dramaturgia y que pienses el acontecimiento para lograrla. Debes ser lo más objetivo posible, pero no imparcial”.

La experiencia como jefa de la corresponsalía en La Habana ha significado para ella otra etapa de crecimiento. “Una siempre aprende de los jóvenes, sobre todo ahora con las nuevas tecnologías, porque ya TeleSur no es una pantalla tradicional. Es una multiplataforma y como soy de la generación analógica me queda mucho por aprender del periodismo multimedial, de aquí a que me retire a mis 90 años (dice en tono de broma)”. La reportera anhela que el nuevo Centro de producción para espacios informativos en idioma inglés fructifique y desde la capital cubana se pueda aportar al periodismo continental que se requiere en estos nuevos tiempos de cambio social.

En ocasión del aniversario 70 de la fundación de la Televisión Cubana (TVC) a Fabiola le fue conferido el Premio Pequeña Pantalla 2020, el más alto reconocimiento que se entrega, desde 2010, a destacados profesionales con una amplia trayectoria. “Me sorprendió porque todavía me creo muy joven, aunque tengo ya 54 años. Es que en esta profesión si te sientes viejo estás embarcado”, apunta riendo. Luego agrega: “Por eso me rodeo siempre de gente joven y trabajo en una cadena que tiene apenas 15 años. Este premio me compromete a hacer un trabajo cada vez mejor”.

Deja para el final su gran sueño por concretar: “Como me quedé con el deseo de entrevistar a Fidel, me gustaría hacerle una buena entrevista a Raúl Castro, en Santiago de Cuba, el lugar donde me han dicho que él más disfruta estar”.

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