“Martí es un paradigma ético”

 Acercamiento a las reflexiones del doctor Pedro Pablo Rodríguez, director general de la edición crítica de las Obras Completas de nuestro Apóstol

Él se considera “un vicioso de la lectura”. En el hogar lo acompañan volúmenes de distintas materias, retratos familiares, dibujos, pinturas originales, reproducciones; al final de un estrecho pasillo, que escolta un librero meticulosamente ordenado, tiene la computadora donde conserva imágenes y libros, entre ellos más de 10 de su autoría.

El doctor en Ciencias Históricas Pedro Pablo Rodríguez (1946), profesor, investigador titular y académico de mérito de la Academia de Ciencias de Cuba, ha recibido varios reconocimientos, de los que forman parte el Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas en 2009 y el Premio Nacional de Historia 2010. Como director general de la edición crítica de las Obras Completas de José Martí considera esta labor un compromiso con el Apóstol, entre los hallazgos esenciales destaca: “Encontramos muchos textos no compilados. A veces ayuda la casualidad, pero sobre todo la búsqueda intencionada en periódicos fuera de Cuba. Así podemos acercar más la obra de Martí al lector contemporáneo, hay frases, ideas, expresiones, las cuales responden a su estilo y época”.

Según precisa: “Está de moda destacar que suda y tiene funciones biológicas, pero ese no es el Martí humano, sino el que sufre, tiene problemas, los vence, lucha consigo, aporta ideas.

“La televisión y el cine cubanos lo presentan con movimientos pausados, al reflexionar hace el gesto típico del pensador, esta es una imagen totalmente falsa. Quienes lo conocieron dicen que era un loco, subía las escaleras de dos en dos, andaba corriendo, el tiempo no le alcanzaba. De mente abierta, realizaba actividades distintas, contrapuestas a veces. Martí es un paradigma ético, las personas quieren aprender de él cómo actúa y piensa”.

El profesor considera su segunda casa el Centro de Estudios Martianos donde labora como investigador titular. Múltiples experiencias atesora Pedro Pablo Rodríguez en su vida profesional. “Nunca olvido que Cintio Vitier y Fina García Marruz me publicaron en el Anuario Martiano de la Sala Martí en la Biblioteca Nacional un amplio texto sobre sobre el Maestro, aparecido originalmente en la revista Pensamiento Crítico en 1979. De ahí nació la amistad con estas ilustres personalidades y la influencia de ambos en mí, aunque ellos no pretendían hacer escuela, o sea, que uno hiciera las cosas como ellos”.

Le satisface recordar que trabajó en la histórica revista Bohemia, como jefe de la sección de Historia, y en CMBF Radio Musical Nacional fue subdirector de información y director general. “Esta responsabilidad representó un tremendo desafío. Cada emisora especializada requiere de músicos y expertos en ese mundo. Aprendí de notables creadores, entre ellos Ángel Vázquez Miyares y Laura Inclán”.

Ha disfrutado las colaboraciones en la revista matutina de esa emisora en el espacio José Martí, la justicia y el arte. También los comentarios que comparte cada viernes con los oyentes de Juventud 2000, en Radio Progreso. En estos últimos revela aristas sobre la vida y la obra del Apóstol. Mediante un lenguaje claro, sencillo, invita a públicos de diferentes edades a interesarse en el legado martiano, buscar textos de la historia de la nación para conocernos mejor.

Al entrevistado le place volver sobre caminos transitados de gran influencia en su quehacer cotidiano. “Además de un niño lector fui un asiduo oyente de radio. A los seis o siete años, mis pedidos a los reyes magos eran libros. Me apasionaba escuchar las aventuras escritas por Alejandro Dumas, Julio Verne, Emilio Salgari. Poco a poco conocí la novelística norteamericana, ampliaron este horizonte Alejo Carpentier, mi profesor de Literatura en la carrera de Licenciatura en Historia, y más tarde Beatriz Maggie, quien con su inefable virtud enseñaba a leer”.