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- Escrito por: Félix A. Correa Álvarez
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Cubavisión ha dado a conocer oficialmente los resultados de la Primera Convocatoria Nacional de Argumentos y Guiones de Ficción 2024-2025, una iniciativa que buscó estimular la creación de propuestas frescas y de alta calidad para la programación de ficción del canal. La convocatoria estuvo dirigida a escritores experimentados y noveles de todo el país, en un esfuerzo por diversificar y enriquecer la pantalla nacional.
En la categoría Serie, el primer premio fue otorgado a "Daños laterales", del autor Abel Rodríguez García, quien propuso una historia cargada de matices humanos y conflictos contemporáneos. El segundo lugar correspondió a "Moe, un viaje hacia su historia", de Chábelis Britney Batista Ocaña, mientras que el tercer premio recayó en "Tabloncillo y zapatillas", obra de Yasmani Castro Caballero, ambas propuestas con enfoques originales que captaron la atención del jurado.
En la categoría Argumento de Serie, el autor Leonelo Abello Mesa resultó doblemente premiado: obtuvo el primer lugar con "Nieve en La Habana" y el segundo con "La espera del cazador". Sus obras destacaron por su visión renovadora y por el manejo profundo de los temas sociales.
Dentro de la categoría Telefilme, el primer premio fue para "Triángulo para dos", de la autora Kenia Hernández Galarraga, quien ofreció una mirada íntima a las relaciones humanas. El segundo premio lo recibió "El último encuentro", de Lázaro Manuel Cantún Pineda, mientras que el tercer premio fue otorgado a "Vuelo 905", de Arístides Gil Acejo, ambos reconocidos por la solidez de sus argumentos y el atractivo de sus propuestas narrativas.
En la categoría Telenovela, "Un río entre nosotros", del experimentado cineasta Jorge Luis Sánchez, obtuvo el primer premio, reafirmando su maestría en la construcción de relatos de largo aliento. El segundo premio fue para "Más allá de nosotros", una obra conjunta de Elena Isabel González Rodríguez y José Luis Hernández Zayas, que abordó temáticas contemporáneas de fuerte impacto emocional.
Finalmente, en la categoría Argumento de Telenovela, el primer premio recayó nuevamente en Jorge Luis Sánchez, esta vez con "Amor entre guiones", demostrando su versatilidad y capacidad de reinventarse dentro del género.
Con esta convocatoria, Cubavisión no solo apuesta por renovar su propuesta de ficción, sino también por incentivar el talento nacional y abrir nuevas puertas a voces emergentes. Los resultados reflejan la diversidad de miradas, estilos y enfoques que caracterizan a la creación audiovisual cubana actual, en un momento en que la televisión nacional busca revitalizar su vínculo con el público mediante historias más cercanas, profundas y universales.
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- Escrito por: María Regla Figueroa Evans / Fotos: Cortesía de la entrevistada
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Xiomara Blanco posee un lugar destacado en el panorama dramático actual gracias a múltiples propuestas televisivas, entre ellas las telenovelas Martín Rivas —su primera realización, protagonizada por Patricio Wood y Yolandita Ruiz—; Antonia, con Odalys Fuentes en el rol principal, acompañada por Mabel Roch, Tahimí Alvariño, Nancy González y Miguel Ángel Céspedes; El Naranjo del Patio, de Gerardo Fernández, donde Miguel Navarro ofreció una memorable interpretación de Lito; y Tierra Brava, basada en una radionovela de Dora Alonso. Estas son solo algunas de las muchas producciones que enriquecieron la pequeña pantalla bajo su dirección.
Su trayectoria va más allá de las telenovelas. Xiomara ha dirigido cuentos, obras de teatro para televisión e infantiles como La Bella y la Bestia y Aladino. También estuvo al frente de la serie de spots Para la Vida, así como de campañas de bien público contra el VIH/SIDA y en favor del ahorro energético. Incluso incursionó en el humor con De todo como en botica.
Recientemente, la documentalista Marilú Macías presentó en el cine Riviera de La Habana el audiovisual Una parte de mi vida, dedicado a la destacada directora de televisión. Motivada por conocer más sobre el documental, conversé con su creadora.
—¿Qué te impulsó a realizar este documental?
—Xiomara Blanco es una de las directoras que más admiro. Es talentosa, organizada, culta. Desde mi punto de vista, ha sido algo olvidada a raíz de su enfermedad. Sentí que merecía ser recordada con un documental que exaltara su obra. Era una manera de perpetuar su legado.
—¿Qué aspectos decidiste resaltar?
—Sobre todo su obra, que es muy vasta. Xiomara tuvo una etapa en la radio con logros notables como directora, y su paso por la televisión fue muy feliz y prolífico. Como dijo Patricio Wood en una entrevista: “Llegó el momento en que Xiomara le puso una cámara a todos sus proyectos”.
—¿Qué tipo de música empleaste como acompañamiento?
—No utilicé una música específica. Me apoyé principalmente en los temas originales de presentación de sus obras. No fue música compuesta expresamente para el documental.
—¿A quiénes incluiste como testimoniantes?
—A unas 28 personas: actores que trabajaron con ella, productores, sonidistas… Todos resaltaron no solo su creatividad, sino también su calidad humana, su comprensión y su disposición para ayudar a los demás. El documental tiene una duración de 58 minutos.
—¿Qué institución respaldó la producción?
—La Productora de Cine, Radio y Televisión Cubanas, con el respaldo constante de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). Xiomara fue vicepresidenta de la Asociación de Cine, Radio y Televisión de la UNEAC. Aunque su paso fue breve, dejó una huella significativa.
—Sabemos que tienes una sólida trayectoria como documentalista. ¿Qué otros trabajos has realizado?
—Este es mi séptimo documental. El primero fue sobre Félix Varela, aunque lamentablemente no resistió el paso del tiempo y no quedó registro. He dedicado otros a Villa Soberón, Premio Nacional de Artes Plásticas; al Indio Naborí, a Flora Fong y a la actriz Verónica Lynn. La mayoría de ellos han sido sobre personalidades merecedoras de premios nacionales. También trabajé en el programa Cuando una mujer, dedicado a las féminas y familias cubanas, con el que obtuve varios reconocimientos.
—¿Alguna anécdota del día del estreno?
—Me sentí muy feliz por la buena acogida y repercusión. Entre los miembros de la UNEAC se ha empezado a hablar de la necesidad de rescatar y visibilizar la obra de figuras que marcaron los medios y la cultura cubana y que hoy están un poco relegadas. Xiomara está muy emocionada: muchas personas se han comunicado con ella, y eso la llena de vida, al sentirse recordada y querida.
—¿Algo que destacar de las entrevistas dentro del documental?
—Las entrevistas a Xiomara fueron realizadas por el director de radio y televisión Bruno Suárez. Cada respuesta suya fue una clase magistral sobre dirección televisiva. El resto de las entrevistas las hice yo. En todas, los testimoniantes coincidieron en destacar su estilo particular de dirección.
—¿Crees que este documental puede tener una función didáctica?
—Absolutamente. Creo que debería ser visto por los egresados de la Facultad de las Artes de los Medios de Comunicación Audiovisual (FAMCA). Enseña mucho sobre los desafíos y complejidades del trabajo de un director de televisión.
—¿Dónde se podrá ver próximamente?
—Está previsto que se transmita por Cubavisión y posiblemente también por el Canal Educativo, lo que sería muy beneficioso.
—¿En qué otros proyectos estás trabajando?
—Prefiero no adelantar demasiado, pero sí estoy preparando un proyecto dedicado a Ana Gloria Buduén, una reconocida actriz santiaguera con una historia de vida muy interesante, digna de ser contada en un audiovisual.
Los documentales son cada vez más comunes, y con razón. Nos permiten descubrir la magnitud de una obra artística, revivir los inicios de quienes marcaron nuestros medios y reencontrarnos con creadores que, como Xiomara Blanco, dedicaron una parte esencial de su vida a la pequeña pantalla.
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- Escrito por: Félix A. Correa Álvarez
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En la Habana que tantas veces lo vio transformarse en soldado, abuelo, padre, traidor o mártir, Félix Pérez bajó el telón definitivo de su vida a los 89 años. Su voz, tantas veces grave, otras tierna, no resonará más en los pasillos de los estudios ni en las aulas donde formó a generaciones. Pero el eco de su entrega, de su talento rotundo y su amor por el arte, seguirá latiendo en la memoria viva de la cultura cubana.
Actor de teatro, cine y televisión, profesor, revolucionario de la escena, Félix Pérez fue uno de esos artistas totales que no sabían —ni querían— apartarse del compromiso. Desde sus inicios en Santiago de Cuba, como joven apasionado por las letras y las tablas, hasta sus consagraciones en La Habana, vivió por y para el arte. Lo vimos en En silencio ha tenido que ser, Julito el pescador, La Botija, Santa María del Porvenir... y también en esa joya insurrecta del cine nacional que fue La primera carga al machete, en Habana Blues, en El Benny. Siempre dejando en cada personaje una huella suya, algo que no se aprende en ninguna escuela: el alma.
No solo actuó: enseñó. Compartió saberes y pasiones con quienes soñaban seguir sus pasos. Fue formador de generaciones, sembrador de futuros, con una paciencia que solo tienen los que creen profundamente en la trascendencia del arte.
La lista de premios y distinciones que recibió impresiona —Premio Nacional de Televisión, Premio ACTUAR por la Obra de la Vida, Medalla José María Heredia, Sello Laureado por la Cultura Nacional, entre otros—, pero más allá de los homenajes oficiales, lo que lo inmortaliza es el cariño del público. Ese que lo reconocía por la calle, que recordaba frases suyas, que se emocionaba con sus personajes. Ese pueblo que lo sintió suyo.
Hoy, Cuba pierde a uno de sus más destacados defensores culturales. Y aunque nos duela su partida, sabemos que Félix Pérez no se ha ido del todo. Habita los archivos, los libros, los recuerdos. Y sobre todo, sigue latiendo en la vocación de los que aprendieron con él que actuar también es resistir, que enseñar también es amar, y que vivir para el arte es una forma de eternidad.
Llegue a familiares, amigos y discípulos nuestro abrazo respetuoso. Nos queda su ejemplo. Nos queda su obra. Nos queda Félix.
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- Escrito por: TV Cubana
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El boletín ComunicarTV, en su edición número 106, llega en abril, un mes marcado por celebraciones y conmemoraciones que nos conectan con la historia, la juventud y los valores fundacionales de nuestra nación. Celebramos los aniversarios 64 de la Organización de Pioneros José Martí (OPJM) y 63 de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), pilares en la formación de las nuevas generaciones. Y desde nuestras páginas, recordamos también la epopeya de Playa Girón, primera gran derrota del imperialismo en América, “de luces se llenó el cielo de esta tierra insurrecta”, como evoca Rosa Blanca Pérez en su siempre esperada crónica de la página 4.
La sección TV Adentro, propone un análisis sobre la serie Los gatos, las máscaras, las sombras, dirigida por Elena Palacios. La recién finalizada producción destacó por la solidez de su narrativa, la contención emocional de sus escenas y la valentía estética y ética con la que abordó temas sensibles como la violencia hacia mujeres y niñas.
El mes de marzo trajo también noticias dolorosas para el ámbito audiovisual cubano, con la pérdida de dos figuras entrañables: la guionista Yamila Suárez, una de las voces más
sólidas de nuestra teledramaturgia con títulos como La otra esquina, Vidas cruzadas y Asuntos pendientes; y el carismático Eddy Fernández Monte, referente indiscutible del arte culinario en la televisión en programas como De tarde en casa y El arte del chef. A ambos está dedicada la sección Homenaje.
En Primer Plano regresa, y en esta ocasión ComunicarTV dialoga con el actor Moisés Rodríguez, Premio Nacional del Humor 2025, quien reconoce en la televisión el medio que lo conectó definitivamente con el gran público cubano.
Novedades incluye una entrevista a Ivonne Díaz Chales, directora del Centro de Capacitación de la Radio y la Televisión, institución que ha sido ratificada con la categoría de Centro de Superación de Posgrado por el Ministerio de Educación Superior, ampliando sus horizontes para este 2025. Además, se comparten detalles del telefilme Raíz, dirigido y escrito por Yul Martínez, que se estrenará en el verano dentro del espacio Una calle mil caminos.
Este número también rinde homenaje a aniversarios importantes: los canales Educativo 2 y Tele Rebelde, canal de los deportes de Cuba, así como los telecentros Palma TV, Tele
Pinar y Tele Turquino (como telecentro) y CNTV Caibarién. Igualmente, felicitamos a destacadas figuras de la televisión cubana que celebran su onomástico en este mes.
Con esta edición, ComunicarTV reafirma su compromiso de acercar a los lectores a los temas más relevantes del universo audiovisual cubano. Los invitamos a continuar acompañándonos en cada entrega, donde seguiremos compartiendo enfoques, entrevistas y análisis sobre el acontecer televisivo en el país,
con el propósito de mantener viva la conversación sobre nuestra cultura y sus protagonistas.
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- Escrito por: Ivón Peñalver / Fotos: Tomada de Internet
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Entrevista a Moisés Rodríguez, Premio Nacional del Humor 2025
«Aún no puedo creer que me haya inscrito en la reconocida lista de Premios Nacionales del Humor cubano, una relación en la que figuran nombres como Carlos Luis de la Tejera, Aurora Basnuevo, Enrique Núñez Rodríguez, Alberto Luberta, Héctor Zumbado, entre otros, muchos de ellos matanceros como yo.
«Lo cierto es que agradezco al jurado que lo haya decidido así, y sobre todo al público que durante todos estos años me ha acompañado en salas de teatro, cabarets, radio y televisión. Y de esta última, además, celebro que me haya permitido entrar en contacto con el gran público. Un público de distintas generaciones que hasta hoy ha sabido y querido compartir cada espectáculo, monólogo e instante de reflexión que, desde el humor, deviene compromiso con la sociedad».
Así inició esta conversación telefónica con el humorista, profesor, ensayista y curador de muestras plásticas, Moisés Rodríguez. Un contacto que resultó breve debido a las limitaciones de tiempo en el celular de esta servidora, que se negaba a creer en la batería agotada y el inevitable conteo de datos. Sin embargo, los minutos alcanzaron para establecer esa complicidad de la que este particular interlocutor hace gala.
Moisés tiene el poder de hacer reír, reflexionar y conmover con sus experiencias de vida como matancero de pura cepa, que, a pesar de haber tenido muchas oportunidades para vivir en la capital y desarrollar su carrera allí, no abandona por nada su Ciudad de los Puentes.
¿Moisés, usted es graduado de actuación?
«Pues claro... que no soy actor de academia. Realmente soy graduado en la facultad de Humanidades del Pedagógico Enrique José Varona, y junto con el título llevo conmigo la gratitud de haber recibido clases de la Dra. María Dolores Ortiz, Mario Rodríguez Alemán, entre otras eminencias pedagógicas. Impartí clases en Jaguey Grande de español y literatura; he recibido postgrados en Arte, en la propia Matanzas, y en Historia del Arte en la facultad de Filología de la capital; me he desempeñado como especialista de artes plásticas en la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) de mi ciudad; me dedico a la pintura, la ambientación y la decoración; pero todo sin dejar de hacer humor, no con la sapiencia de quien recibe la técnica de la academia, repito; sino de quien recibe la práctica de la vida y, sobre todo, las exigencias dramatúrgicas a lo largo del tiempo».
¿Por qué el humor en su vida?
«Sencillo, lo necesito. Fíjate, lo uso como estrategia de relaciones personales. Tengo un récord de situaciones personales muy difíciles y apretadas que disipo a través del humor. Sucede que el humor siempre tiene un grado de compromiso con la realidad. Ella es la materia prima, es el contexto en el que la gente se reconoce. Por eso lo aplaudo desde la seriedad que le impongo.
«Por otra parte, no puedo dejar de contarte esto: mis padres fueron personas muy simpáticas y, en especial, mi tío Papín. Recuerdo que me divertía muchísimo con él. Solía mandarme a comprar el pan y me decía que le pidiera al bodeguero: “el pan para Pepín”, así, junto. De esa frase se creaba una conga: “pin, pan, parapapín...”. Quiere decir que situaciones de este tipo, felizmente, quedaron recogidas en mi ADN. Luego, haber estudiado los clásicos de la literatura, conocer a Chaplin, que me fascinaba, sobre todo seguirlo a través de la televisión en la Comedia Silente, y el carácter mío que desde siempre jerarquizó la risa, cerraba con broche de oro la posibilidad de vivir este amor eterno entre el humor y yo.
«El pensamiento humorístico es un estilo de vida; hoy reconozco que su dramaturgia me ayuda a salir adelante. Además, a mí me gustan las personas. ¿Qué mejor manera de devolverles todo lo que de ellas aprendo que haciéndoles, al menos, sonreír?».
Se refería a la Comedia Silente en la televisión, ¿qué otros referentes le acompañan?
«Después de ella, y ya estando en La Seña del Humor, no sabíamos de la existencia de Les Luthiers, pero sin dudas su marca está en nosotros: José (Pepe) Pelayo, Aramís Quintero y yo, que fuimos el núcleo fundacional de aquel proyecto. Los vimos por primera vez por televisión y luego los conocimos; fue el encanto de reconocer que ellos hacían lo que nosotros, de manera espontánea, decidimos crear».
¿Has tenido presencias importantes en televisión nacional, además de las experiencias en Matanzas?
«Sí, aunque confieso que soy muy tímido. No obstante, asumí el programa televisivo Señavisión, intervine junto a Rolando (El Chino) Chiong en la telenovela Santa María del Porvenir y con los Robertos (junto a Lázaro Hernández) participamos en varios espacios de la televisión nacional. Fui invitado por Juan Carlos Travieso a la última versión de El motor de arranque. Por cierto, esta producción de RTV Comercial me resultó impresionante: el estudio era enorme y muy bien distribuido para alternar las escenas. Grabamos muy bien y nos divertimos de igual manera. Además, estuvimos unidos varias generaciones de humoristas por emisión, y eso siempre es muy importante.
«La televisión, te confieso, siempre impresiona por todo el aparataje tecnológico que acompaña el trabajo actoral; pero le agradezco que me permitió entrar en contacto con el gran público. A pesar de su complejidad, trato de sentirme en ella como en la sala de mi casa. Es difícil, porque los códigos lingüísticos a la hora de hacer humor en ella distan completamente de los de otros medios; no obstante, intento sentirme cómodo, distendido y, sobre todo, dado mi miedo escénico, me apoyo constantemente en el otro actor. Ese otro colega se convierte en mi cámara, y así llego al final de la actuación».
¿Qué hace a Moisés aceptar o no un compromiso actoral?
«Sin lugar a dudas, el texto. Le concedo mucha importancia al texto y, luego, a la seriedad de la puesta. Recuerda que, sin formación académica, nos hemos hecho a fuerza de disciplina teatral, de acogernos a la buena dramaturgia, al respeto por las horas de ensayo, porque es lo que me ofrece seguridad. De hecho, me han entregado, en ocasiones, textos para series televisivas; pero si no me convencen, no los acepto. Otras veces pueden ser salvables; en ese caso, con todo respeto, les he añadido matices, elementos complementarios, siempre respetando el tema».
Otros temas quedaron sin abordar; el tiempo, el implacable, lo impidió. No obstante, nuestro informal encuentro telefónico fue toda una clase de humildad e ingenio por parte de este artista, que agradeció a nombres como Osvaldo Doimeadiós, Kike Quiñones, Baudilio Espinosa, Miguel Moreno, Michel Pentón, Jorge Bacallao, entre otros tantos colegas de oficio, que, de una u otra manera, forman parte de su concepción estético-artística para asumir el humor como parte de su alma.