- Detalles
- Escrito por: Jordanis Guzmán Rodríguez / Fotos: Cubavisión
- Categoría: Articulos favoritos
- Visto: 751
La resolución de los conflictos en la actual telenovela transmitida, Sábados de Gloria, nos alerta del próximo estreno de otro melodrama televisivo que promete hacer las delicias de cubanas y cubanos, con una historia llena de amor, secretos del pasado, odio y emotivos regresos.
Regreso al Corazón, idea original del escritor santiaguero Alberto Jaime Salmon, con argumento y guion del propio Salmon, junto al “orfebre de historias”, Yoel Monzón, colma la noche de los cubanos lunes, miércoles y viernes, y lo hará desde la emotividad y el compromiso con el folletín televisivo, ese que nunca pasa de moda y que inexorablemente regresa a sus esencias.
En esta ocasión la novela tendrá en su dirección general a la ya consagrada Loysis Inclán, “la maga contemporánea de las telenovelas”. Pero con Inclán se suma nuevamente Eduardo Eimil, un hombre de teatro que cada vez que incursiona en la televisión lo hace con más fluidez y compromiso. Con Eimil pudimos conversar sobre las características generales que tendrá Regreso al Corazón y como fue para él involucrarse en un proceso creativo que pudo ser muchas cosas menos fácil.
—A tan solo un año del éxito de Viceversa llega Regreso Al Corazón con la dupla Loysis Inclán-Eduardo Eimil. ¿Cómo recibiste esta nueva oportunidad de codirigir una telenovela?
“La oportunidad de codirigir esta nueva telenovela junto a Loysis Inclán, que nuevamente es la directora general del proyecto, me viene precisamente de la mano de ella; me convoca y me pregunta mi disposición. Me fue enamorando del proyecto, porque en principio iba a hacer muy poco, por razones de tiempo. Yo además dirijo un grupo de teatro, Aire Frío, soy profesor y escribo mis propias cosas, por lo que es complicado dedicarle mucho tiempo a un proyecto de esta naturaleza, tanta dedicación y esfuerzo. Pero una cosa fue llevando a la otra y terminé dirigiendo la segunda unidad, que es algo muy complejo desde cualquier punto de vista”.
—¿Consideras que Viceversa fue un buen entrenamiento para enfrentar otros proyectos televisivos, incluyendo este?
“Sí, Viceversa fue un maravilloso entrenamiento. Constituyó un necesario aprendizaje para el manejo de la puesta en escena y del lenguaje audiovisual en función obras tan exigentes como las telenovelas, que tienen como característica productiva la rapidez con las que se graban , el número de escenas al día y el lidiar con el gran recurso humano que lleva; actores , equipo técnico , etc. Entonces, en ese sentido, claro que Viceversa fue una práctica necesaria para apoderarme del lenguaje del género”.
—Desde el título mismo de la obra se puede sentir un profundo arraigo al melodrama clásico. ¿Cuánto de cierto hay en esta impresión?
“Estoy completamente de acuerdo con la idea de que esta obra es profundamente melodramática. No es una impresión, es una realidad; algo que me gusta mucho, de hecho. A veces siento en falta en las telenovelas cubanas más tendencia a lo melodramático, como sí podemos encontrar en otras novelas de otras partes del mundo. Estas utilizan de manera eficaz los recursos del género. Y en Regreso al Corazón habrá mucho de eso: amores, desamores, familias en pugnas, secretos bien escondidos, paternidades reveladas, etc. Ese manejo más clásico del género fue, francamente, una de las cosas que más me atrajo del proyecto”.
—¿Qué te atrapó del guion a primera lectura?
“Del guion, te mencionaba que me atrajo esa tendencia al melodrama más clásico. Uno de los elementos más interesantes para mí fueron los finales de cada capítulo: con un gancho y efectividad que funciona muy bien en las producciones seriadas. La presencia de varios personajes negativos es uno de los elementos más atractivos para mí, pues deseaba tener la oportunidad de manejar una obra con esa gama de personajes ricos, complejos y que el actor disfruta tanto. Me gusta también el manejo de los conflictos; hay muchos puntos de giros, peripecias y subtramas ricas en temas y miradas. Es un guion muy entretenido, concebido por Yoel Monzón y Alberto Jaime Salmon. Me pareció una muy buena dupla autoral, que supo llevar la historia por los caminos de lo entretenido, emotivo y hermoso”.
—Tener a Eduardo Eimil dirigiendo es tener garantizado un riguroso trabajo en la dirección de actores. ¿Qué desafíos en este rubro enfrentaste durante toda la producción?
“Los desafíos aquí fueron bastantes, porque es un elenco muy grande. Son muchos actores, pero te mentiría si te dijera que eso fue una preocupación; para nada, eso me encantó. Amo profundamente cada uno de los actores que intervienen en esta telenovela y quizás uno de los retos más interesantes a los que me enfrenté fue conducir a los actores jóvenes por el camino de la actuación audiovisual y generar en ellos una conciencia de cómo se trabaja en la televisión; de algún modo entrarlos en código, ese fue quizás el mayor reto”.
—¿Volveremos a contar con una factura que redondee la experiencia visual del guion?
“Creo que sí. Hay una factura hermosa. Me gusta mucho en Loisys la búsqueda de lo que puede ser agradable a los ojos del espectador, de la armonía visual. Creo que yo me monté un poco en ese carro también. Hay una búsqueda de la belleza en la fotografía, la elección de las locaciones y el trabajo con todas las especialidades implicadas”.
—¿Qué dificultades productivas sufrió Regreso al Corazón? ¿Cómo solucionar las mismas y ofrecer una obra lo más decorosa y atractiva posible?
“Las dificultades productivas fueron muchas. Grabamos en un proceso complejo de la situación energética del país, del que las producciones televisivas no escapan. En la grabación tuvimos que incluir los apagones dentro de nuestra planificación. No podíamos detenernos por la falta de fluido, sino teníamos que incluirlo de manera orgánica. Cuando nos sorprendía el apagón, aprovechábamos y hacíamos escenas en exteriores, o escenas que estaban concebidas de una manera determinada, terminaban siendo grabadas de otra. Fueron muchas más las complejidades que enfrentamos, pero esta fue de las más significativas”.
—¿Con qué zonas de la historia crees que el público cubano conectará?
“La novela va a conectar con la gente por la gran historia de amor, la belleza visual y lo atractivo de muchos personajes, incluidos los villanos. Es una obra que aborda conflictos delicados que pueden generar discusión y reflexión, lo que puede ser un elemento que capte el interés del público”.
—¿Luego de Regreso al Corazón se cree Eduardo Eimil preparado para asumir la dirección general de una obra con estas características?
“Estoy preparado en términos de conocimientos y experiencia para dirigir una telenovela. Pero no creo que esté en condiciones de asumir un proyecto de tal magnitud debido al alto compromiso de tiempo que requiere. Dedicar tantas horas a la producción de una telenovela me impide realizar otras actividades profesionales que me interesan, como escribir, dar clases y dedicarle tiempo a mi grupo de teatro. Siento que necesito un tiempo para mí y mis otros proyectos. En un futuro podría asumir la dirección general de una telenovela, pero no en el presente inmediato”.
—¿En qué nuevos proyectos estás involucrado?
“Proyectos, muchos. Estoy trabajando en un telefilme que debe salir en el verano escrito por Lil Romero, titulado “Corazón Blanco”. También estoy revisando guiones propios y retomando un poco más la escritura. También sigo con mis talleres en la escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los baños”.
—¿Con qué palabras definirías esta nueva experiencia en el género telenovela?
“Aprendizaje”.
Y ese aprendizaje de Eduardo Eimil se verá reflejado en muy pocas semanas por nuestras pantallas, cuando Regreso al Corazón capte la atención de los espectadores cubanos, tan telenoveleros y fieles a sus `productos, como exigentes e hipercríticos.
- Detalles
- Escrito por: Jordanis Guzmán Rodríguez
- Categoría: Articulos favoritos
- Visto: 1319
Sábados de gloria, la actual telenovela cubana en transmisión, ha tenido la suerte de aglutinar un elenco de todos estrellas, donde más del 90% de las interpretaciones superan los estándares de calidad. Nombres consagrados y reconocibles de la actuación en Cuba hacen las delicias de los espectadores lunes, miércoles y viernes. Pero un rostro y un nombre menos conocido pese al tamaño de su talento y recorrido, resalta sobre el resto; una actriz a la que las puertas de la televisión se le abrieron demasiado tarde. Hedy Villegas.
A Villegas le ocurrió lo que a muchos seres de teatro: las prudencias y reparos que algunos directores televisivos tienen con el tránsito de un medio al otro, cuartan las posibilidades reales de que un histrión de las tablas pruebe su valía ante las cámaras. Por eso no la vimos tanto en tele, por eso nos perdimos su capacidad de amoldar criaturas y conferirle voces propias, únicas. Hedy, quien desde noviembre del pasado año no se encuentra físicamente entre nosotros, dedicó su vida a la escena teatral y forjó el alma y las destrezas interpretativas de varias generaciones de actores.
Su carrera tomó vuelo en la compañía Rita Montaner, donde trabajó muy de la mano del director, dramaturgo y Premio nacional de Teatro Gerardo Fulleda León. En el Rita, Villegas entendió el rigor del teatro, el compromiso con los personajes, el carácter cuasi-ritual de una representación. Había que contemplarla usar su cuerpo todo en función del rol y de la historia; había que escuchar su voz transformada en sonidos guturales, gritos o bellos cánticos de mujer enamorada. Sencillamente había que verla.
Pero tal vez la etapa más significativa y esplendorosa de la carrera de Hedy Villegas fuera en los inicios del 2000 cuando Tony Díaz fundara Mefisto Teatro, compañía comprometida a rescatar y revitalizar el teatro musical cubano. En Mefisto… Villegas se vio enrolada en obras tan significativas como Huevos, Chicago, El diario de Ana Frank, Escándalo en la Trapa, Cabaret, entre otras. Tras el fallecimiento de Díaz, en 2014, asumió la dirección de Mefisto teatro, manteniendo la línea estética del grupo y consolidando una de sus labores más loables: la de formadora de jóvenes actores.
Villegas fue una sierva de las tablas; se dedicó totalmente a ellas y quedó muy poca brecha para que la televisión la acogiera en su manto. Pese a esto y aunque pocos lo recuerden, la actriz tuvo discretas participaciones en algunos materiales televisivos de la década del 2000. De los más significativos se encuentra su participación en la serie de Rudy Mora La otra Cara, dándole vida a un personaje casi al margen de la sociedad y con una familia disfuncional. Con muy pocas líneas, se podía sentir en esa mujer menuda y aparentemente frágil, una fuerza escénica y control de sus emociones innegable, que le permitían asumir casi una figuración con una dignidad y un respeto por la profesión admirables.
En la telenovela Al Compás del son también la vimos, nuevamente haciendo prácticamente una figuración, pero con un compromiso y una verdad propia de las grandes actrices. En esta novela del Chino Chiong, Hedy le dio vida a la borracha del bar. La actriz, casi sin textos por guion, lograba comunicar con su cuerpo, sus gestos y su facilidad para crear atmósferas.
Pero mucho tiempo tuvo que pasar para ver a la Villegas en un personaje a la altura de su talento. La propuesta vino de la mano de su antigua discípula, Tamara Castellanos, quien le regalara a su mentora uno de los personajes más deliciosos y complejos de toda su carrera.
En la piel de Hedy Villegas, Elenita no es la típica chismosa de telenovela; es más bien un rol entre la comedia y el drama, marcado por un pasado misterioso y un par de decisiones que (al parecer) rayan en lo absurdo y lo cuasi-trágico. Su temple de mujer del teatro es regulado esta vez para proveer de organicidad la interpretación, aunque algunos rasgos teatrales se posan en la construcción, pero sin ser un defecto, más bien una decisión creativa de la actriz.
La química lograda con la gran Paula Alí es otro punto a destacar. Las dos actrices lucen por igual, aunque Villegas funciona como una especie de contrafigura, una “pala” dramatúrgica para reforzar los gags humorísticos de la Rosita interpretada por la Alí.
Tal vez Elenita llegó demasiado tarde a la vida de la actriz, tal vez solo necesitaba esta aparición televisiva para ganarse el corazón de todo un pueblo. De lo que si no queda dudas es que la Villegas fue, es y será siempre, una intérprete merecedora de toda la gloria del mundo.
- Detalles
- Escrito por: Valia Valdés / Fotos: Cortesía del entrevistado
- Categoría: Articulos favoritos
- Visto: 1630
Contra viento y marea es un telefilme dirigido por René Suárez, basado en un guion de Mildred Zayas, que aborda la necesidad de la voluntad y la perseverancia en los jóvenes para alcanzar sus metas, así como la importancia de estos valores en la formación de la personalidad.
La historia se inspira en las vivencias del sobrino de la escritora en la escuela de salvavidas de Guanabo, experiencias que enriquecieron el universo ficticio de la obra.
El concepto más importante que quiero transmitir a los jóvenes y adolescentes es la idea de no rendirse en la lucha por cumplir los sueños, de insistir hasta el final, agotando todas las posibilidades.
El telefilme, que será transmitido por Cubavisión en el espacio Una calle mil caminos durante la programación de verano, fue producido por Mauricio Alí en la producción general, con la colaboración de la productora Patria. Cuando el libreto pasó a manos del director, comenzó una nueva fase en la que René Suárez imprimió su propio sello.
La trama gira en torno a un joven con el sueño de ser salvavidas, quien debe demostrar habilidades más allá de las físicas para lograr un buen desempeño. Aunque la historia está enfocada en el público juvenil, las problemáticas sociales y existenciales que aborda no son exclusivas de esta etapa de la vida, lo que hace que la temática sea cercana a todos los televidentes.
Suárez utilizó técnicas cinematográficas como la cámara en mano, los planos secuenciales y la primera persona simulando la mirada, similares a los recursos empleados en muchos videojuegos, con el fin de lograr mayor movimiento visual y conectar con una generación acostumbrada a la inmediatez y la velocidad de las redes sociales.
Fiel a sus intenciones comunicativas, el director encomendó la banda sonora al músico Christopher Simpson, quien incluyó ritmos populares entre los jóvenes, así como temas clásicos que hacen un guiño a otros productos audiovisuales.
Sobre el género de la obra, René Suárez explicó:
«Como sucede en la mayoría de los audiovisuales actuales, es imposible encasillar Contra viento y marea, pues toma elementos del género juvenil, de aventuras, del melodrama y del drama».
Algunas de las escenas situadas en la escuela de salvavidas resultaron especialmente complejas de grabar, ya que involucraban catarsis emocionales y enfrentamientos físicos. Estos momentos demandaron una mayor precisión tanto de los actores como del equipo técnico. Un claro ejemplo de ello fue el director de fotografía, Guillermo Vaillant, quien además de cumplir con su rol de cámara, sufrió fuertes dolores en las rodillas al tener que caer al suelo y levantarse rápidamente, sin que esto afectara el plano y el enfoque.
Las condiciones climáticas adversas obligaron a filmar durante tres días bajo la lluvia y el frío en la escuela de salvavidas de Guanabo y en playas cercanas. A pesar de las malas condiciones meteorológicas, la secuencia del rescate se convirtió en la cúspide de la producción, tanto en términos técnicos como en la interpretación de los actores.
El casting, realizado por el director en colaboración con el segundo asistente de dirección, Mateo Menéndez, demostró ser un acierto al seleccionar a jóvenes con gran calidad actoral y un profundo amor por la obra.
El trabajo con los actores fue excelente. Desde el principio, mostraron una gran disposición para opinar y enriquecer situaciones y personajes, dejándose guiar en todo momento. Creo que todos nos sentimos muy agradecidos por el resultado del proceso de ensayos y grabaciones.
Emmanuel Castillo y Yanni García interpretan los roles principales. También participan Darianis Palenzuela y Laura Mesa, actrices que ya han dejado su huella en la pantalla televisiva, junto a Yass Beltrán y Lizzie Lima. Para reforzar el nivel actoral, la primera actriz, Paula Alí, acompañó a los jóvenes en el personaje de la abuela.
El director tiene la costumbre de hacer breves apariciones en sus proyectos. En esta producción, asume un papel de mayor relevancia dentro de la trama:
«Actuar me facilitó la dirección, ya que pude compartir el set, coordinar y corregir, sin necesidad de hacer cortes. Las escenas físicas toman tiempo y, aunque los actores recibieron entrenamiento, estuvimos atentos a la asesoría de la escuela de salvamento en todo momento».
René Suárez aspira a que cada uno de sus trabajos sea atractivo para cualquier público y deje el deseo de seguir viendo la obra o de repetir la experiencia. Contra viento y marea es una historia sobre héroes cotidianos que salvan vidas.
- Detalles
- Escrito por: Maya Quiroga / Fotos: De la autora
- Categoría: Articulos favoritos
- Visto: 1356
La campaña tiene como objetivo principal reconocer la labor de los trabajadores de la Televisión Cubana a lo largo de siete décadas y media.
El próximo 24 de octubre, la Televisión Cubana (TVC) arriba al aniversario 75 de su fundación. Por tal motivo, la Dirección de Comunicación de la TVC ha organizado la Campaña Aniversario 75, según anunció en un encuentro con la prensa José Carlos Zaragoza Suárez, director general de la TVC.
La campaña —dijo Zaragoza— tiene como objetivo principal reconocer la labor de los trabajadores de este medio de comunicación a lo largo de estas siete décadas y media. En tal sentido, se le rendirá homenaje a fundadores, personalidades, actores, directores, periodistas y cuadros dirigentes que han contribuido a hacer posible esta historia.
Se busca, además, mostrar los logros alcanzados, tanto a los públicos internos como externos, destacando el papel de este medio masivo de difusión de información, cultura y entretenimiento con calidad. El lema elegido para la campaña es “75 en tu hogar”.
Entre las actividades más importantes se encuentra la entrega del Premio Nacional de Televisión, el venidero 24 de octubre, al productor Ezequiel Demetrio García Trápaga y al realizador de sonido Gonzalo Aldama Wilson, hecho que fue calificado por José Ramón Artigas, Premio Nacional de TV, como un acto de justicia.
Además, se otorgará la condición de Artista de Mérito y el Premio Pequeña Pantalla. Este último galardón se trata del más alto reconocimiento que entrega la TVC a trabajadores con amplia trayectoria y aportes significativos, así como a personalidades e instituciones de prestigio en el medio televisivo. También se hará entrega del Sello Conmemorativo del aniversario 75 de la TVC a trabajadores con más de 25 años de servicio.
Por otra parte, la campaña incluye encuentros con los públicos, con fundadores y personalidades, la celebración de aniversarios de programas emblemáticos, de canales nacionales y territoriales, así como una gala especial protagonizada por la orquesta, coro y ballet de la TVC, con la presencia de los programas más representativos de la televisión.
Entre los eventos previstos a realizar se encuentran el Taller de Creación/Festival de Telecentros, que tendrá lugar en Las Tunas, en el mes de septiembre; el Coloquio Mario Romeo in Memoriam (también en septiembre); el Coloquio 75 años de la TVC y el evento internacional de patrimonio audiovisual TV-Morfosis, previsto para noviembre, que convocará a medios y expertos internacionales.
Además, se promoverá la presencia de la orquesta, coro y ballet de la Televisión Cubana en comunidades habaneras, especialmente con la participación de los finalistas y ganadores del concurso Adolfo Guzmán.
La campaña será modesta —advirtió Zaragoza—. Estará adaptada al contexto económico actual, pero con el fuerte compromiso de enaltecer la historia y el papel de la TVC desde su fundación, y especialmente desde el triunfo de la Revolución, cuando la TV se consolidó como un medio al servicio del pueblo.
Finalmente, el directivo destacó la importancia de la cobertura mediática para dar a conocer estas actividades y mantener viva la memoria y el reconocimiento de la TVC en este aniversario tan significativo.
- Detalles
- Escrito por: Dirección de Comunicación TVC
- Categoría: Articulos favoritos
- Visto: 823
El Premio Nacional de Radio y Televisión es el mayor reconocimiento que se otorga en Cuba a profesionales de ambos medios por la Obra de toda la vida. Fue creado en 2002 mediante la Resolución 56/02 del ICRT, con el objetivo de homenajear a trabajadores del sector artístico. En el caso de la televisión, cada año, con motivo del aniversario de su fundación el 24 de octubre de 1950, se anuncia el galardón correspondiente. Hasta la fecha, se han otorgado 104 Premios Nacionales de Televisión.
A partir de las propuestas realizadas por las distintas áreas, los expedientes curriculares y el análisis de trayectorias sobresalientes en la Televisión Cubana, un prestigioso jurado —integrado mayoritariamente por galardonados anteriores y profesionales con larga experiencia en el medio— fue responsable de la selección. Este jurado estuvo conformado por José Ramón Artigas Vázquez, como presidente; Miguel Lino Patterson Meriño, Julio Pulido Castillo, Roberto Cornelio Ferguson, Julián Armando Pérez Delgado y Caridad Rojas Zayas como miembros; y Migdalia Pérez, en calidad de secretaria de actas.
En el contexto del aniversario 75 de la Televisión Cubana, tras analizar cuidadosamente los expedientes y trayectorias de ambos candidatos, el Consejo de Dirección del Instituto de Información y Comunicación Social aprobó la entrega del Premio Nacional de Televisión 2025 a Ezequiel Demetrio García Trápaga y Gonzalo Aldama Wilson:
Ezequiel Demetrio García Trápaga (Productor)
Con 63 años de labor en el ICRT, Ezequiel comenzó como auxiliar de limpieza. Gracias a su disciplina y responsabilidad, ascendió a otras funciones, entre ellas jefe del almacén técnico y posteriormente del pequeño departamento de Video Tape y Kinescopio, donde operó las primeras máquinas VTR “SONY” donadas por la UNESCO. Desde ese espacio se grababan programas educativos, así como discursos del Comandante en Jefe Fidel Castro, trasladándose incluso a provincias para dar cobertura a estos eventos.
Más adelante, dirigió el Departamento de Grupos Operativos —actual Departamento de Realización—, con más de 380 trabajadores bajo su mando. También asumió la jefatura del Departamento de Control Remoto y lideró la recuperación del doblaje de películas, como el filme soviético Así se templó el acero. Ocupó puestos claves como jefe de Producción del canal Tele Rebelde y Director de Actos Políticos y Eventos Especiales de la TVC.
A pesar de iniciar con un bajo nivel escolar, Ezequiel culminó estudios superiores hasta alcanzar la Licenciatura en Ciencias Sociales y Económicas. Fue reconocido como Cuadro Destacado del ICRT en múltiples ocasiones, Trabajador Ejemplar y miembro del Partido desde 1972. Ha recibido numerosos reconocimientos, incluyendo la Réplica del Machete de Máximo Gómez. Su labor como productor lo llevó a cubrir cuatro Juegos Olímpicos, varios Juegos Panamericanos y Centroamericanos, y múltiples eventos internacionales.
Gonzalo Aldama Wilson (Realizador de sonido)
Gonzalo Aldama Wilson inició oficialmente su carrera en 1962 como operador auxiliar del máster en el canal 4 de la Televisión Cubana, pasando luego a auxiliar de luces. Simultáneamente, se formó como grabador de sonido, desarrollando una amplia y fructífera carrera que dio forma sonora a importantes programas como Cocina al minuto, Detrás de la fachada, Casos y cosas de casa, Para bailar, San Nicolás del Peladero, Amigo y sus amiguitos, Contra el invasor, Todo el mundo canta y muchas más.
Como docente, ha impartido cursos en el Centro de Estudios del ICRT, formando a nuevas generaciones de profesionales del sonido.
Ha trabajado en coberturas internacionales como los Juegos Panamericanos de Mar del Plata (1995) y la IX Cumbre Iberoamericana (La Habana, 1999). Entre 2009 y 2011 realizó una misión de asesoría en la Televisión de Guinea Ecuatorial y participó en giras por Europa y América Latina con diferentes agrupaciones musicales.
En 2019 recibió la condición de Fundador del ICRT en la especialidad de televisión. En 2021, la Televisión Cubana le otorgó el Premio Pequeña Pantalla.