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- Escrito por: Dirección de Comunicación TVC
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El boletín ComunicarTV, en su edición número 109 correspondiente al mes de julio, se presenta en #ModoVerano, abrazando el espíritu juvenil y esperanzador que define esta etapa bajo el lema “Siempre Joven”. Pero también llega en un mes de alta resonancia histórica, cuando Cuba recuerda con orgullo los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, aquel 26 de julio fundacional en que se reafirmó la rebeldía que nos forja como nación.
La reseña habitual de la página 4 está dedicada precisamente al legado del 26 y a la figura de nuestro eterno Comandante en Jefe, cuya vida y pensamiento resultan guía imprescindible para transitar estos tiempos desafiantes. En un contexto que exige compromiso y coherencia, cobra más vigencia que nunca su llamado a ser discípulos consecuentes de Martí, llevando las doctrinas del Maestro en el corazón y la acción.
La sección Novedades se adentra en las propuestas que la televisión cubana ha preparado para la programación veraniega: entre ellas, la revista juvenil Una calle, mil caminos, que estrenará nueve telefilmes con narrativas que entretienen, sensibilizan y forman; la nueva temporada del humorístico Floro,la serie, con el carismático Carlos Gonzalvo; y el retorno de La Majomía, ese convite musical y amistoso que ya se ha ganado su lugar en los veranos televisivos. Por su parte, el Canal Educativo también suma atractivos, como se detalla en la reseña de María Regla Figueroa Evans, pensada para toda la familia.
En Homenaje, celebramos dos aniversarios esenciales: los20 años del programa De tarde en casa, espacio que ha sabido conjugar entretenimiento con sentido, y las dos décadas de Telesur, medio comprometido con la verdad de los pueblos y la mirada propia del Sur. A ello se suma el tributo especial a Rigoberto Senarega Madruga, maestro de la imagen y del gesto profundo, cuya reciente desaparición física conmueve al mundo audiovisual cubano. Geógrafo, camarógrafo, docente, documentalista e internacionalista, Senarega fue —y seguirá siendo— un pionero silencioso, un artesano del encuadre, un imprescindible.
La sección Variedades nos acerca a uno de los eventos más importantes de la escena musical alternativa: el Festival Cuerda Viva 2025. Su gala de nominados, reseñada en esta edición, rindió
homenaje a tres Premios Nacionales de Televisión, en el marco de las celebraciones por el 75 aniversario de este medio en Cuba.Este número también celebra fechas significativas para el
universo mediático nacional: los aniversarios del Coro de la Radio y la Televisión Cubanas, del programa Lucas, del canal Multivisión, de Cubavisión Internacional y del telecentro Morón
TV en Ciego de Ávila.
Cada página de esta edición se viste de sol, memoria y futuro. Porque más allá del calor del verano, late en nuestra pantalla el pulso de una nación que comunica, sueña y resiste. Hasta el
próximo número.
Este 26 de julio no estará Fidel irrumpiendo en el Moncada para rescatar, del agravio, la memoria del Apóstol en el año de su centenario; tampoco ocupará las tribunas donde su verbo visionario trazaba futuros promisorios, ni volcará en sus sabias reflexiones el ideario justiciero que lo inspiró a reiniciar la contienda por la redención de Cuba aquel glorioso amanecer de asaltos a cuarteles.
Este 26 de julio, en el monolito que atesora su infinita leyenda de guerrero, Fidel está tan cerca de Martí como lo estuvo hace setenta y dos años, en aquella mañana de la Santa Ana, cuando en Santiago de Cuba y en Bayamo se reeditó el coraje de los precursores de nuestra independencia. Llevaba entonces, en el corazón, las doctrinas del Maestro, para asumir como mandato inexorable que
“las etapas de los pueblos no se cuentan por sus épocas de sometimiento infructuoso, sino por sus instantes de rebelión”.
Y hacia esa rebelión que vindicaría a la Patria de más de cuatro siglos de dominación colonial y neocolonial, marchó Fidel, en la madrugada, junto a un grupo de valientes, en pos de un ideal, y con la certeza de que, más temprano que tarde, habrían de triunfar. Una certeza que cristalizó cinco años, cinco meses y cinco días después, en un enero triunfal que comenzó a hacer realidad el martiano anhelo de una república “con todos y para el bien de todos”.
Este 26 de julio, Fidel habita esa dimensión eterna reservada únicamente para quienes han luchado día tras día
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- Escrito por: José Carlos Zaragoza Suárez/facebook
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Hoy visitamos Televisión Serrana en San Pablo de Yao, donde se hace arte de verdad, del auténtico, de ese que está pegado a su gente y sus raíces.
José Carlos Zaragoza Suárez Director de la Televisiòn Cubana
Junto a ellos compartimos carencias y sueños, pero también compromiso y esperanza. Ariadna Fajardo, una de las Directoras de TV más sensibles y talentosas que conozco, nacida en esas montañas de Buey Arriba, compartió con nosotros el primer corte de su próximo documental que cuenta la historia de Joaquín, un campesino que conmueve.
Gracias por darnos esa lección de vida y, al decir del Decano de la Famca Iván Barreto, con quién compartí la jornada, "un baño de realidad y optimismo".
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- Escrito por: José Carlos Zaragoza Suárez/facebook
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Ya se hizo la presentación pública del primer capítulo de la nueva temporada de la gustada serie televisiva Tras La Huella, que saldrá en nuestras pantallas a partir del 13 de julio, como uno de los platos fuertes de la programación de verano. Un esfuerzo conjunto del Minint y la TVC, hermanados en el propósito de satisfacer a nuestros públicos y realzar la difícil y heroica labor de los combatientes del orden interior para asegurar la tranquilidad ciudadana y seguridad de nuestro pueblo.
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- Escrito por: Ivón Peñalver / Fotos: cortesía de la entrevistada
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Conversamos con la joven presentadora, guionista y directora de televisión Aleida Aurora Mestre Martínez, rostro habitual de Teleavances, entre otros espacios televisivos.
Su llegada temprana al medio constituyó el principal resorte para que esta creadora sienta hoy que buena parte de su realización personal está ligada, de manera indisoluble, a la televisión. Su talento, constancia y entrega —estas últimas heredadas y aprendidas de su madre, la también directora y guionista Jobana Martínez Bencomo— la han llevado a alcanzar los resultados que hoy ostenta con orgullo. Sobre su desempeño, evolución y proyecciones versan estas líneas.
¿Cómo defines la televisión en tu vida y cuál ha sido el mayor desafío?
—La televisión ha sido, sin dudas, una parte esencial de mi vida. Es mi casa, mi escuela, mi escenario y mi espejo. Comencé muy joven y, a lo largo de estos veinte años, he crecido frente a las cámaras tanto como profesional como ser humano.
El mayor desafío ha sido mantenerme fiel a mí misma; conservar la autenticidad en un medio que muchas veces exige máscaras. Ser una mujer natural, espiritual y cercana al público, sin perder la excelencia profesional, ha sido un acto de equilibrio constante que disfruto profundamente.
¿Cuánto te exige un espacio promocional como Teleavances en comparación con uno de carácter histórico?
—Aunque La teleguía y Teleavances son espacios semanales de corte promocional, exigen una gran responsabilidad comunicativa. Hay que sintetizar bien, ser clara, mantener el ritmo justo y lograr, en pocos minutos, una conexión efectiva con el televidente. No se trata solo de anunciar la programación, sino de hacerlo con intención, de forma atractiva y profesional.
En cambio, los programas de carácter histórico requieren otra sensibilidad: investigación, sobriedad, respeto por los contenidos y una voz capaz de acompañar al espectador en ese viaje al pasado.
Transitar entre lo promocional, lo histórico, lo cinematográfico ha sido una de las mayores fortalezas que me ha dado la locución. Disfruto esa versatilidad porque me permite reinventarme constantemente sin perder mi esencia. Cada género tiene su ritmo, su tono, su alma... y yo me entrego a cada uno con la misma pasión.
¿Te inclinas también hacia la dirección? ¿Por qué?
—Sí, cada vez más. Después de tantos años frente a cámara, es natural que surja el deseo de aportar desde otras miradas. La dirección me permite materializar ideas, cuidar el contenido desde su raíz y proteger esa esencia que muchas veces solo entiende quien ha estado dentro del medio por tanto tiempo.
Además, tengo un referente muy cercano y poderoso: mi mamá, quien ha sido una guía constante e inspiración en el mundo de la dirección televisiva. Gracias a ella, crecí admirando ese trabajo silencioso pero esencial que sostiene todo lo que el público ve. Me interesa dirigir para crear proyectos que inspiren, eleven el alma y dejen huella.
¿Cuáles son tus proyecciones en el medio y qué tipo de programa te gustaría hacer?
—Estoy en un momento muy gratificante de mi carrera porque me siento realizada profesionalmente. Trabajo en espacios que exigen estilos distintos —promocionales, históricos, cinematográficos— y eso me permite seguir creciendo, mantenerme activa y disfrutar de la versatilidad que siempre he valorado en esta profesión.
Mis proyecciones están ligadas a continuar formando parte de proyectos útiles para el público, bien pensados y con un enfoque comunicativo eficaz, especialmente en el ámbito de la publicidad institucional, educativa y cultural. Me interesa seguir aportando desde ahí; no persigo obsesivamente un “gran programa”. Yo fluyo, no fuerzo nada. Cuando aparece una propuesta atractiva, con un buen equipo y un contenido que me entusiasme, la asumo con alegría. Para mí es fundamental trabajar en algo que me genere satisfacción, no estrés. Esa ha sido siempre mi filosofía, y es la que me permite disfrutar a plenitud lo que hago.
¿Conducción, dirección o guion? ¿Qué especialidad prefieres?
—Mi alma es de locutora. La conducción es mi primera piel, la forma más directa de comunicarme con el mundo. Siempre ha sido mi base, el espacio donde me siento más libre y auténtica. Es una manera de comunicación que domino y disfruto muchísimo.
Pero en los últimos años, la dirección ha cobrado una importancia especial para mí. Desde ahí también dialogo, solo que desde otro lugar: construyo desde lo conceptual, lo visual, lo dramatúrgico. Es una forma profunda y creativa de comunicar.
También escribo, y el guion es otra vía que me permite expresarme con autenticidad. A través de él puedo organizar ideas, darles intención, ritmo y sentido. Cada especialidad tiene su encanto y su responsabilidad.
¿Cuáles son tus mayores agradecimientos dentro de la televisión?
—Son muchos, porque este medio ha sido mi casa durante dos décadas. Estoy profundamente agradecida a todos los directores, realizadores, colegas y técnicos que han confiado en mí, que me han permitido crecer, equivocarme, aprender y evolucionar.
Cada espacio que he hecho ha sumado algo valioso a mi formación y a mi manera de entender la comunicación. Pero si hay alguien a quien debo un agradecimiento especial, es a mi mamá. Ella es directora de televisión, y desde muy pequeña la vi crear, liderar, contar historias y trabajar con rigor y pasión. Gracias a ella entendí lo que significa amar este oficio y ejercerlo con ética.
También agradezco al público que me ha acompañado todos estos años con tanto cariño y fidelidad. Sentir su cercanía, respeto y afecto es lo que da verdadero sentido a todo lo que hago.
Y, por supuesto, agradezco a mi hijo, que es mi motor, mi cable a tierra y mi mayor alegría. La televisión me ha dado mucho, y mi compromiso es seguir devolviendo todo lo aprendido trabajo honesto, profesional y vocación de servicio.
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- Escrito por: Rubén Ricardo Infante / Fotos: Tomadas de internet
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Fiel a sus propósitos más legítimos, el Proyecto Palomas celebra su aniversario 23 de fundado como espacio para la creación audiovisual.
El Proyecto Palomas es una Casa Productora para el Activismo Social, fundado por la realizadora Lizette Vila en el 2002, bajo el amparo del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) del 13 de junio de ese año. Desde su fundación, Palomas se ha compuesto por un “equipo de creación, producción y colaboradores que acompañan un ejercicio desde el periodismo humano y la formación de una conciencia emotiva”, así refiere el capítulo dedicado a su obra en el volumen quinto de la Bitácora de cine cubano, realizado por la Cinemateca de Cuba.
Sobre su quehacer, en el propio libro, sus autores señalan: “Palomas trabaja en el centro de las dinámicas sociales y hacia todas las personas que han necesitado reconstruir o construir sus proyectos de vida desde la resiliencia, personas con necesidades especiales, mujeres sobrevivientes de violencia, transgéneros, adicciones, cáncer de mama y próstata, acompañamiento a personas adultas, niñas, niños, adolescentes y jóvenes, entre otros factores de riesgo (p.509).
Estos temas y preocupaciones por parte del equipo realizador han motivado la creación enfocada en el dolor, la reparación y la búsqueda de otras soluciones a conflictos que transitan por diversas etapas en el contexto social cubano.
A lo largo de estos años, Palomas ha definido tres grandes áreas temáticas en las cuales se aprecia: en primera instancia, los documentales realizados a mujeres para mostrar sus realidades y necesidades; documentales realizados a hombres, que los muestran en sus diversas tareas, desde la paternidad hasta la cotidianidad de hombres que viven con VIH y audiovisuales dedicados a artistas de la cultura cubana. Además de estas tres líneas temáticas, existen otros que abordan distintas problemáticas o situaciones de la realidad social.
Junto al quehacer del propio equipo, a cada una de estas obras se han insertado otros artistas de la radio y la televisión al trabajo de Palomas, muchos de sus documentales han sido narrados por voces como las de Obelia Blanco, Rosalia Arnáez, las actrices Liliana Lam o Elizabeth Castro, por solo mencionar ejemplos cercanos.
En sus audiovisuales también se han contado historias que relacionan la obra de creadores del cine, la televisión y la cultura cubanas, lo que expresa el interés de la casa productora por sumar todas las voces posibles en temas de denuncia, reparación y proyección de una vida digna.
Actualmente, Palomas lleva adelante secciones en el programa Ventanas de Radio Progreso, en la revista Hola Habana del canal capitalino y participan en espacios como De tarde en casa, En Tiempo real, Espectador crítico y otros, donde abordan temas relacionados con su quehacer audiovisual y donde insertan su propósito de acompañar a cubanas y cubanos.
Algunos de estas obras han sido vistas en espacios de la televisión cubana, lo que propicia que miles de espectadores de la Isla se acerquen a su visualidad y compartan ideas y opiniones sobre los temas abordados, las historias que se cuentan y los espacios de participación que requieren de acciones urgentes en temas de violencia de género, sexual y otros.
Sobre su trayectoria en estos 23 años, su creadora comentó: “El Proyecto Palomas que es una Casa Productora de Audiovisuales para el Activismo Social, es la única que existe en Cuba con esta finalidad, con esta filosofía, incluso, de ese sentido profundo de la protección integral de los derechos humanos, de acompañar las vidas concretas de las cubanas y los cubanos y hacer ese artivismo, que es esa unión del arte y el activismo social, a favor de un bienestar, de una prosperidad y de la suprema felicidad”.
Para Vila, directora por muchos años del programa Hurón azul, la voluntad de Palomas siempre indica su propósito cercano a las cubanas y los cubanos: “Nuestras ansias siempre son acompañar al proyecto social cubano y recoger esas demandas, denuncias y también poder lograr una reparación de esas peticiones de las agendas sociales y ofrecerlas a las políticas públicas”.
La historia de Palomas, su vínculo con las historias más próximas a todos y todas, su quehacer en la radio y la televisión, y el trabajo sostenido con creadores del cine, la radio y la televisión, contribuyen a que esta pequeña casa, sea siempre un espacio para crear y contar historias.