Ángel Ruz no es David, pero ha defendido su rol con total entrega. Muchos lo odian, otros simplemente comprenden que se trata de un espejo de lo real, pues lejos de constituir un arquetipo del «malo de la novela», se compone de la tridimensionalidad de los seres humanos, de esas sombras que a veces le ganan a nuestras luces. En ese aspecto, Tan lejos y tan cerca apostó por un espectro de personajes complejos, y logró seducir a la teleaudiencia con historias estremecedoras y conflictos que hacen reflexionar.  

David ha resultado uno de los personajes más polémicos de la telenovela: Una vida amorosa marcada por dos mujeres.  Pasión, traición e implicación de sentimientos. Un camino inadecuado para mejorar sus condiciones de vida. Una coraza con forma de madre que lo reprende y advierte. David puede ser cualquiera de nosotros...

Por estos días llega a la pequeña pantalla de los hogares cubanos un actor que ha dedicado gran parte de su carrera artística al teatro, y tras haber encarnado algunos personajes en televisión, percibe la acogida de su trabajo más grande hasta el momento.

Ángel Ruz resalta la importancia de trasmitir un mensaje. Para él, cada personaje significa una puerta abierta ante la opinión del público. Consciente de que su chico de la moto ha dado de qué hablar, y ante la suposición de cambiar algo en David, afirma:

"No cambiaría nada, no tengo ese derecho, pues los personajes son creados con el objetivo de mostrar una enseñanza y un mensaje. David es lo que es".

¿Un personaje controversial o simplemente humano? ¿Cómo lo defines?

– Es un personaje como muchos seres humanos que existen y tienen sus características. Con respecto a controversial o no, sería una definición que le atribuye el público, el cual se identifica con David y su historia. Por supuesto, muchas personas ven su conflicto y todo lo que hace de una forma polémica, pero justamente ese es el objetivo de crear un personaje como este: levantar el debate, la reflexión y que el público decida...Yo solo debía darle vida, y trasmitir el mensaje.

¿Qué nos puedes contar sobre la dinámica de trabajo bajo la batuta de Alberto Luberta y Loysis Inclán?

–Ya tenía la experiencia de trabajo con Loysis y Luberta, desde Entrega, mi primera telenovela. Lo que sí te puedo decir con seguridad es que por parte de los actores hay muchísima libertad: Escuchan tus opiniones o puntos de vista, te permiten crear en la escena. Son directores que están abiertos a tus propuestas e intenciones como actor.

“A esto, se suma que contamos con la suerte de tener a Eduardo Eimil en la dirección de actores. Él estuvo ahí en todo momento. Para concebir las escenas existía siempre la disposición de llegar a un acuerdo entre los actores y directores”.

«Levantar el debate, la reflexión y que el público decida», ese es para Ángel Ruz el objetivo de crear un personaje como David. (Foto: Facebook)

¿Puedes establecer algún punto en común entre David y tú?

_Siempre habrá puntos en común entre los personajes y los actores que los interpretan. Porque, en definitiva, es algo que parte de nosotros. Uno trabaja con su cuerpo, sus emociones, su mente, y entrega a cada rol una gran parte de su ser también. Eso es innegable. Evidentemente, los personajes mutan y tal vez tengan criterios distintos a los tuyos, pero uno debe empatizar con el personaje, sin juzgar absolutamente nada de lo que hace. Creo que la clave para lograrlo consiste precisamente en eso: trabajar desde ti y luego llegar a lo que el personaje siente o hace.

¿Qué opinas acerca del engaño?

–Sobre el engaño te puedo decir que es un camino muy trabajoso. Todos en algún momento nos exponemos a la situación de engañar o ser engañados. Entonces, basta con sentarse a mirar cuál es el mejor camino para tomar en la vida, y no es exactamente el engaño. La verdad siempre tiene un grado enorme de dificultad, pero todos deberíamos apostar en ir por ahí, a pesar de que tenemos un historial de engaños seguramente, porque somos humanos. Pero lo ideal sería apostar siempre por la verdad.

Háblanos sobre tus dos amores. ¿Amas a las dos o no amas a ninguna?

_En este aspecto hablaré técnicamente y a partir de lo planteado por la actuación e incluso el guion. La idea es que sí: El personaje ama a estas dos mujeres. Y no es que supla en una de ellas carencias afectivas, emocionales, sentimentales o intelectuales, tan solo se abordó desde el hecho de que una persona puede llegar a amar profundamente como lo hace David a estas dos mujeres. Además, sin sentirse mal por el hecho de engañar.

¿Cómo fluyó la relación dentro y fuera del set con las actrices Carolina González y Lissete García?

–A Carolina la conozco desde la escuela, estudiábamos juntos. En el caso de Lissete la conozco también del medio, así que no hubo problemas entre nosotros. El trabajo fue bastante cómodo y profesional. Hay escenas de mucha implicación física y emocional, y tratamos de apoyarnos para que saliera bien. Conllevó un gran trabajo de confianza construir ese triángulo amoroso. Las cosas cumplieron las expectativas que teníamos. Funcionó muy bien.

Ángel Ruz en escena junto a las actrices Carolina González y Lissete García, en Tan lejos y tan cerca. (Foto Facebook)

Paralelamente al polémico triángulo amoroso, David se aventura en el sendero de la ilegalidad, ¿qué mensaje transmitirías a quien pudiera sentirse identificado?

_Es un tema con el que las personas se identifican muchísimo. Hasta pudiera decirte que más que con el triángulo amoroso. Ese camino tiene un destino que las personas pueden adivinar, puede suceder o no.

“Sin ánimos de justificar nada y poniendo en alto los daños tanto económicos como sociales que hemos sufrido, puedo afirmar que la ilegalidad es bastante común en nuestro país. Es un resultado de otros males mayores. Resulta terrible que muchas personas incorporen estas acciones a su modo de vida, que sea la única manera de buscar un sustento. Esa conducta puede estar justificada por el engaño, por ejemplo. Volvemos al engaño”.

Y con respecto a esa "madraza" que te tocó, ¿qué representó compartir escena con la queridísima actriz Diana Rosa Suárez?

_Diana Rosa siempre será tema de conversación. Un ser maravilloso y espectacular. La verdad es que la quiero muchísimo. Durante la última etapa de rodaje, que fue su locación, tuvimos un atraso enorme, lo que implicó que faltase una inmensa cantidad de escenas por filmar.

“Los Llamados eran de muchas horas, incluso en la noche, y Diana soportó ese training de trabajo a pesar de su edad, y lo hizo con toda la disposición y profesionalidad del mundo. Gracias a eso logramos escenas con las que me siento particularmente contento. Fuera del set creamos un lazo muy bonito. Agradeceré eternamente a Loysis y a Luberta por regalarme esa madre, y a ella por ser tan incondicional y trabajar de esa manera tan especial”.

Uno de los aciertos de la telenovela radica en abordar temáticas actuales y reflejar la realidad cubana con naturalidad y simpatía. ¿Cuánto ha significado integrar el elenco de una producción tan gustada y acorde a nuestros tiempos?

_Existen diversas maneras de abordar la realidad en la que uno vive. Con respecto al audiovisual, específicamente la telenovela, el guion se decanta por la naturalidad y la simpatía. Provoca inmediatamente una conexión con el público, que se ve reflejado no solo en aspectos negativos que se abordan, sino también en lo positivo. Lo favorable es que eso se está dejando ver, y no se presentan inconvenientes con que las cosas se muestren justamente como son.

“Falta mucho por hacer todavía. Pero esperemos ir evolucionado como sociedad, cambiando para mejor. La novela representa la esperanza de que con el tiempo se pueden mostrar otros terrenos más complejos y temáticas que necesitamos visibilizar para la población. En ese sentido ha sido muy fructífero pertenecer a un proyecto en el que el público pueda reconocerse, aprender y  analizar cómo se vive en la Cuba de hoy”.

¿Cómo valoras la acogida de Tan lejos y tan cerca y en especial de tu personaje? ¿Qué lees o escuchas diariamente sobre él?

_Creo que el público ha recibido la novela de forma positiva. Actualmente no uso la red social Facebook, que es la plataforma con mayor interacción en estos casos, pero imagino que habrá muchas opiniones,, y que los usuarios dejen comentarios constructivos y destructivos.

“Por parte del público que interactúa conmigo directamente, la aceptación se ha hecho notar. En la calle, algunos me saludan, otros me detienen para preguntar cómo seguirá la novela, con cuál de las dos me quedo, si voy preso. Eso demuestra que la están disfrutando”.

Ángel Ruz agradece la oportunidad de trabajar junto a la primera actriz Diana Rosa Suárez en la telenovela Tan lejos y tan cerca. (Foto: Facebook)

Tras haber interpretado a David, ¿consideras que te ha otorgado una nueva imagen ante las audiencias?

_No podemos negar que el medio televisivo otorga cierta visibilidad dentro del público.  He desarrollado otros trabajos, pero David es mi personaje más grande en televisión. Al abarcar un contenido más amplio, sí se produjo un cambio, pues el público empieza a reconocerte, los medios comienzan a entrevistarte y a  querer conocerte mejor.

¿Tienes inclinación por personajes con una psicología determinada? ¿Cuál es la interpretación de tus sueños?

_Todos los personajes tienen sus matices y sus riquezas. Aún no he interpretado tantos como para inclinarme por este o aquel. Simplemente voy revisando los proyectos, veo qué me puede aportar cada personaje, trato de llevar una coherencia con lo que hago, de ir poco a poco. No puedo decirte ahora mismo qué personaje prefiero, solo busco lo bueno de ellos y me entrego por completo. Trabajo lo mejor posible para lograrlo.

Proyectos, metas, ¿qué trabajos saldrán al aire próximamente?

_Entre mis proyectos más inmediatos para la televisión se encuentra la segunda temporada de la serie Calendario. Participé en la primera temporada, donde mi personaje estuvo involucrado en el conflicto de una violación en el último capítulo. En la nueva entrega se mostrará qué ocurre finalmente en esa situación.

¿Mantienes el vínculo con las tablas?

_Mantengo el vínculo con las tablas desde que empecé la Escuela Nacional de Arte. Allí la formación es eminentemente teatral. Desde mi graduación estoy trabajando en Teatro "El Público”, pero también he tenido la oportunidad de colaborar con otros grupos como "El Portazo”, "La Montaña" y "Teatro de la Luna". He compartido con los directores Carlos Díaz, Raúl Martín, Pedro Franco y Jazz Martínez Gamboa. Para mí el teatro es un gran aprendizaje, y estos directores me han otorgado conocimiento, tanto para mi trabajo como para la vida. Actualmente formo parte de la obra "Por gusto", de teatro "El Portazo" y próximamente estaré en una nueva obra del Teatro " El Público" , titulada "Opereta" .

Si tuvieses que resumir tu lazo con la actuación en tan solo una frase ...

_Actuar es una necesidad. Dígase «necesidad» e interprétese esta palabra en todo el sentido que pueda abarcar.

 

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