La joven actriz Ary Fonseca comenta sobre su paso en la actual telenovela Renacer, con un personaje que definitivamente marcará un antes y un después dentro de su carrera.
Falta aun mucho por ver de la telenovela Renacer pero, indiscutiblemente, Roxana desde su aparición mostró que daría mucha tela por donde cortar acerca de su inesperada presencia.
Si bien hasta ahora todo es desdeñable de su actuar, casi en sordina, dejó dicho: estoy cansada que me utilicen; tal vez por ahí se esconden algunas de las claves significativas que permitan al final del camino no odiarla del todo; pero como ya dije, falta bastante.
Por el momento la actriz Ary Fonseca, por demás, hoy agente del espacio televisivo, Lucas, sigue desdoblándose y con mucho placer nos concedió unos minutos para acercarnos a “Roxana”.
¿Cómo concebiste a Roxana”?
Lo primero que confieso es que cuando comencé a leer el personaje de “Roxana” por guion, sinceramente sentí rechazo hacia él, y hasta se lo dije a la directora: Recuerdo que fue algo así,” voy por el capítulo X, y me está cayendo muy mal la verdad. Y ella sencillamente me respondió: Sí, pero a la única que no puede caerle mal es a ti”.
Eso fue un total detonante para mí, a partir de ese momento comencé a estudiarlo y vi que para no caer en un cliché tenía que humanizarlo. Es cierto, resulta una mala persona pero por qué, cuánto hay detrás de cada palabra o acción de ella; qué está pasando en su vida, de dónde proviene, cuáles son sus antecedentes, y partir de ahí pude crear una historia e intenté profundizar más en sus sentimientos y en el por qué hacía las cosas solo hasta aquí puedo contar” (sonríe).
¿Cuánto de ti le prestaste al personaje?
“El personaje de “Roxana” y yo no tenemos nada que ver; soy una persona súper emprendedora, muy trabajadora y organizada; en el plano personal la historia que le construí nada tiene que ver con mi vida, creo que los únicos puntos de contacto que le dejo al personaje está en el hecho de ser presumidas y querer estar siempre arregladas. Eso sí, lo más importante es que ambas venimos del campo, solo que con destinos y posturas muy diferentes”.
¿Cómo recuerdas la etapa de rodaje y qué sabor te dejó el trabajo?
“El trabajo de rodaje fue una experiencia única para mí; de hecho totalmente diferente a mi experiencia en la telenovela El derecho de soñar. En aquella oportunidad las grabaciones transcurrieron durante una semana, o sea, nunca me había enfrentado a un rodaje tan largo con todo lo que eso implica; llevar el personaje conmigo durante seis meses fue algo tremendo porque “Roxana” está en muchísimas locaciones lo cual se traduce en muchos llamados, así que fui “Roxana” durante bastante tiempo. Y ese adoptarlo en mi vida me hizo seguir viviéndolo a veces fuera de trabajo. De momento estaba sentada en un sitio y de repente me sentía estar mirando como el personaje.
Recuerdo que a veces conversando con mis amistades, de pronto, me podía sentir ella. Y es que ese concentrarse uno durante tanto tiempo en el papel, inconscientemente, se queda dentro.
Pero, sin dudas, el sabor que me dejó el personaje es de total satisfacción. Confieso que amé construirlo, estudiarlo y vivir cada una de sus emociones, sus transiciones porque es una persona con muchas altas y bajas y de pronto está generando y calculando tantas acciones a la vez, que es una total máquina de emociones. Así que al final del rodaje solo se me ocurrió hacer un video llorando por la despedida, pues ese levantarte y saber que no hay más, que lo que hiciste ya quedó, deja una inexorable nostalgia. Y es así, todo lo que comienza tiene que acabar y el resultado es lo que están viendo en pantalla. Ah eso sí, claro, a “Roxana” la voy a extrañar y mucho”.
¿Cuál ha sido el mayor reto a la hora de asumir a “Roxana”?
“En general, Roxana” constituyó un gran reto. Fue mi primer personaje grande en la televisión, mi primer coprotagónico, negativo, por demás. Ciertamente, todos los actores desean que en algún momento de su carrera se les otorgue un personaje malvado, por tanto estoy muy feliz que me llegara tan joven, y con tan corta experiencia profesional.
Me satisface tremendamente verme en ello, porque siempre anhelé que el público pudiera lograr alguna empatía con ella, a pesar de todo y entendiera que si bien tiene posiciones negativas, siempre hay más de un por qué. Quisiera lograr que la gente no se quede en el qué y entienda, entonces, el por qué. Eso sería para mí el mayor de los premios”.
Ary, ¿dónde se te puede seguir viendo?
Sí, proyectos tengo varios lo que me satisface grandemente Para el día 27 de julio está previsto salga al aire en Una calle y mil caminos, un telefilme que hice con Alberto Luberta, también en él, asumo un personaje negativo; pero diferente a “Roxana”; grabé un teleplay con Elena Palacio titulado Amistad funesta. Participé en un cuento con Hape, titulado Edipo Rey, aun no tengo fecha de salida al aire de estos últimos dramatizados.
Trabajé, además, en una serie también de Elena, Gatos, máscaras y sombras, cuya temática es la violencia de género, y debe estar saliendo al aire en el mes de septiembre. En esta serie sí interpreté un personaje que amo, se llama “Lisy”. Es muy hermoso, me encantó y lo que más me satisfizo es que es totalmente distinto a todo lo que he hecho hasta hoy en mi carrera. Me generó mucha entrega emocional, espiritual, mental. Fue todo súper especial, ya verán el resultado.
Y ahora mismo estoy rodando la telenovela Sábados de gloria bajo la dirección de Tamara Castellanos y Ernesto Fiallo; en este dramatizado soy “Paloma”, otro personaje muy bonito, y esa telenovela debe salir en el mes de enero, cuando termine Renacer.