Tras dos aplaudidos documentales donde la realizadora Maité Alberdi incorporaba recursos fictivos, no le sería nada difícil a la autora de “El agente topo”, reconocido incluso por la Academia hollywoodense, y “La memoria infinita”, muy bien recibida también por crítica y públicos, dar el salto a la ficción con su largo del pasado año “El lugar de la otra”, que estrenó la TV este miércoles en su espacio “De Nuestra América” .
En este caso recrea un suceso ocurrido en 1955: el asesinato llevado a cabo por una escritora popular en ese entonces, María Carolina Geel, quien ultimó a su amante sacudiendo la opinión pública de la época.
Pero no es realmente este hecho el que más le interesa a Alberdi, sino el de una humilde secretaria , que asiste al juez dell caso, quien a partir de este comienza a cuestionarse su vida, lugar en la familia y la sociedad, e identificándose cada vez más con la acusada – a quien visita incluso en la cárcel- se ve tan deslumbrada como dispuesta a cambiar sus roles y costumbres.
Ya en los mencionados documentales, la realizadora había focalizado el mundo de los reflejos, del espejo que visualiza, aun cuando a veces torcida o borrosa, una realidad vertida en otra paralela y soñada. El anciano al que en una residencia se le inventa una condición de espía, o a la esposa que graba todo para conservar recuerdos de su cónyuge cada vez más afectado por el Alzheimer, discursan en torno a esas identidades que se superponen, se “(re)crean supliendo a veces las originales, o al menos transformándolas profundamente.
La caracterización de Mercedes, nombre de la protagonista, su evolución y crisis de identidad es plasmada con la sutileza y elegancia características en la cineasta chilena, quien además, auxiliada por eficaces colaboradores a cargo de la dirección de arte, la fotografía y la banda sonora, se esmera también en la reconstrucción de época y ambiente, en la creación de atmósferas que en ocasiones se introducen en el mundo del thriller, y no precisamente por el caso de “crónica roja” que rodea al personaje, sino por la intriga y el misterio que condicionan su actitud.
No menos responsabilidad en estos logros tienen los desempeños de las actrices Alicia Zulueta y Francisca Lewin, como la secretaria y la escritora, respectivamente, así como el resto del elenco.Filme lleno de sutilezas y claroscuros, será una experiencia de gran interés, que a la vez demuestra la buena salud que sigue mostrando el cine chileno de hoy mismo.