En pantalla

 Entrevista a Alejandro Lazo, director del programa Al duro y sin guante, de Tele Rebelde

Al duro y sin guante, uno de los espacios de mayor aceptación en Tele Rebelde, el canal de los deportes en Cuba, cumplió en noviembre una década de trasmisiones.

Surgido con el objeto de debatir, analizar y discutir sobre temas deportivos de actualidad, la emisión televisiva de lunes es continuamente seguida por miles de televidentes en la Isla.

Para conocer el balance de lo realizado durante una década, los retos y compromisos del programa y, sobre todo, los incentivos para continuar, un equipo del Portal de la Televisión Cubana conversó con el director Alejandro Lazo.

¿Está satisfecho con el objetivo alcanzado en el programa?

 Nunca se está satisfecho, pero un gran por ciento de lo que nos hemos propuesto se ha podido cumplir. Lo más importante es el contenido y no siempre se cumple, pero el objeto social del programa ha estado encaminado en polemizar, discutir, a tocar temas escabrosos, fuertes, y no solo hablando del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder), sino también de otros temas que rodean al deporte, que lo acompañan como espectáculo, como por ejemplo: la tecnología, la diferencia de la utilizada en Cuba con los países del Primer Mundo, hasta la música relacionada con el deporte.

Es válido aclarar que nuestro programa no persigue ánimos de molestar  sino más bien de criticar, hacer propuestas, intercambiar criterios. Para ello se invitan a los especialistas, tanto de la prensa escrita, como de la digital, la radial y la televisiva.

Buscamos distintas aristas con la intervención de atletas retirados, personalidades que han impactado en el deporte, porque ahí radica la importancia del programa y es lo que hace que el televidente le ponga interés a temas polémicos como la pelota, ya que el cubano sabe tanto de deportes, o se interesa tanto en ellos. Todo esto ayuda al funcionamiento del programa.

¿Qué le ha permitido al espacio mantenerse durante diez años en pantalla?

El programa ha tenido sus altas y sus bajas, como todo en la vida. Se ha mantenido por el respeto que se le ha dado, por haberlo personalizado. Quizás no funciona del todo como uno quisiera, pero tenemos a Rodolfo García y a Sergio Ortega, que en algún momento se les ha hecho alguna crítica, pero son personas muy inteligentes y se preparan muy bien con el guion, saben poner el extra en el calor de una entrevista y eso es lo que engancha. Eso es por los conocimientos y el dominio que tienen de los deportes.

Estamos engullidos por una televisión de muchas entrevistas, no solo en Tele Rebelde, sino también en Cubavisión y TV cubana en general. Hay muchas repeticiones de entrevistas y quizás no se explotan otros géneros como una crónica o un comentario.

Sin embargo, la manera de tratar los temas, de hacer contrafigura, de proyectarse, de recibir las respuestas, es lo que hace interesante al programa y ayuda a sentirse cómodo a los invitados, que pueden ser disímiles, como atletas, funcionarios, algunos están preparados, otros no tanto, no siempre son los que quisiéramos. Todo esto ayuda a que se mantenga.

También hemos tratado de variar algunas secciones como Al duro en la red, ahora mismo tenemos a una periodista fija, que anteriormente había sido una debilidad en el programa, pero siempre intentamos de que sea un programa lo más atractivo posible.

Ahora mismo tenemos una escenografía que no es la ideal, pero es la que tenemos, y cambiamos la presentación. Siempre buscamos la manera de tener algo nuevo, no al alcance de lo que quisiéramos, pero hay un colectivo que trabaja, todo el mundo hala parejo y eso es lo importante para los resultados del programa, para que después de diez años todavía tenga un nivel de teleaudiencia bastante aceptable y que sube cuando hay temas que pueden parecer interesantes.

¿Qué diferencia a Al duro y sin guante de otros programas?

Se diferencia en que se hace cuando tenemos a los invitados que queremos. Dependemos de que a veces nos manden de invitados a personas que no son las que queremos. Ahí está una de las mayores complejidades.

El lunes es bastante complicado, porque después que transitas por un fin de semana, es el día que se reajusta el horario de la semana, los planes de trabajo se organizan. Nosotros lo aprovechamos porque la mayoría de los eventos nacionales e internacionales tienen sus resultados el fin de semana.

Aunque tengas un guion que te respalde, indiscutiblemente tienes que cambiar cosas en el momento porque no te funciona lo que tenías pensado. Sin embargo, no recuerdo haber suspendido un programa por falta de invitados porque siempre buscamos una solución para no perder el espacio. Incluso cuando hay pelota, y el espacio tiene que salir después de ella, no es positivo, pero no pierde su presencia.

Hemos ganado en la consecutividad, y el respeto que tiene el programa ha sido gracias a esto y a la seriedad con la que se ha trabajado. Contar con Rodolfo y Sergio lo ha personalizado.

¿Podría mencionar algunos fundadores y destacar si alguno se mantiene?

Al principio los conductores eran Rodolfo García y Renier González, después entró Sergio Ortega por Renier. El asistente de dirección era Julio César Roble, pero ya no trabaja con nosotros. Se mantienen también en el programa la productora Sonia Díaz y el editor.

¿Algún momento emotivo que pueda relatar?

Tengo momentos como la vez que coincidieron Pedro Luis Lazo y Víctor Mesa en el programa, o tienes a campeones olímpicos como Mijaín López, Idalys Ortíz y Leuris Pupo. La emoción está en tener la imagen que te pide ese momento de entrevista  cuando estás hablando un tema determinado. Esa es una de esas cosas que uno se lleva porque nos corre sangre de deporte por las venas y sentimos lo que estamos haciendo.

Momentos negativos igual tenemos porque hemos realizado programas en los que se han armado buenas discusiones y la gente no ha salido contenta con el resultado. Pero un gran por ciento de las veces se ha logrado lo que queremos: interactuar con los públicos y poder lograr el objetivo de llegar a soluciones y respuestas a partir de la polémica y la discusión.