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Asegura el cantante y arreglista Mayito Rivera a quien próximamente veremos como maestro en las Actividades Docentes Televisivas para la Enseñanza Artística

Percusionista, bajista y arreglista, graduado del sistema de enseñanza artística, Mayito Rivera es un rostro muy conocido por los televidentes no solo por haber sido vocalista del llamado Tren de la música cubana sino también por su labor como mentor de la región occidental, en la segunda temporada del espacio Sonando en Cuba donde resultó ganadora la habanera Yulaysi Miranda.

Próximamente veremos a Mayito en el rol de profesor como parte de las Actividades Docentes Televisivas que organiza el Centro Nacional de Escuelas de Arte (CNEArt). Para quien formó parte de la tropa vanvanera constituye un deber brindar todo su apoyo a las nuevas hornadas y de esa forma contribuir, seriamente, y de manera real, a mantener vivo el legado del maestro Juan Formell.

Junto a otros artistas de primer nivel fue convocado por CNEArt para ser docente en la cátedra de Música Popular de la Escuela Nacional de Arte (ENA):

“En estos tiempos de la Covid-19, todos los profesores de la cátedra hemos estado inmersos en la tarea. Así que impartir teleclases de canto popular es una experiencia nueva y enriquecedora. Después de tantos años de trabajo rodeado de grandes músicos siento un gran placer en brindar, de alguna manera, todos mis conocimientos en la misma escuela donde estudié y me formé como profesional”.

Confiesa que antes de entrar en los Van Van jamás había cantado profesionalmente hasta que gracias a Juanito por primera vez dejaba de tocar un instrumento para ganarse el favor del público con su potente voz de sonero.

“Fue el destino y, sobre todo, Formell quien me seleccionó y literalmente me llevaron a cantar con ellos. Imagínate en aquel momento yo era bajista de Moncada. Lo demás es historia”.

Para Mayito, los Van Van han escrito un capítulo histórico de la música cubana y por eso se siente orgulloso de haber sido parte de la Orquesta:

“Es la escuela que me llenó de bendiciones y a la que le entregué toda mi energía musical. Me dio un éxito rotundo, una carrera brillante y la oportunidad de cantar las canciones de los mejores compositores de la música bailable en Cuba: Formell y César Pedroso. Creo que tuve un protagonismo tremendo. Además, considero que lo hice muy bien y ahí está la obra: Premios Grammy, giras mundiales, festivales en Europa cada año y mucho más”.

A sus alumnos de la ENA de seguro les enseñará no solo a cantar distintos géneros y ritmos de la música tradicional sino también su concepto de la llamada Timba:

“Es la expresión auténtica que resume el nivel de los músicos cubanos. Es el resultado de todas las mezclas y todas las potencialidades de sus componentes.  Es la percusión, la libertad expresiva y el sacrificio en la tarima. En cada tema, la alegría musical, la comunicación tenaz, el orgullo de tocar bien.

“La Timba es la anarquía total: algo que no superan ni comprenden los músicos que no son cubanos que se sorprenden y se ruborizan. Hay que tener valor para enfrentarla. Es el resumen del desarrollo, el bailador que la engrandece con su baile”, concluye.