La telenovela Asuntos Pendientes continúa en producción, no sin sobresaltos provocados por la COVID-19.

 Este proyecto, que cuenta a su favor con la vastísima experiencia del director general Felo Ruíz, secundado en la dirección por Tamara Castellanos y un engrasado staff, sale adelante. La perseverancia de Felo no sería posible sin el productor Alexander Alfonso, quien continúa bregando más allá de los obstáculos, que han sido muchos, para finalizar esta producción a tiempo.

Algo hermoso que sucede día tras día en estas grabaciones, es el magisterio ejercido por Felo Ruíz. Rodeado de jóvenes técnicos, concentrados y “puestos para las cosas”, las lecciones sobre cámara, luces, lentes, encuadres, dirección de actores y actitud ante la vida, resultan valiosas para todos.

Tres muchachas que participan en Asuntos Pendientes han llamado mi atención:

La protagonista de la serie es Yia Caamaño, una actriz que integró los elencos de Vital Teatro y Teatro del Sol e incursionó en el cine con el filme Bailando con Margot, dirigida por Arturo Santana. Ganadora de un Premio Caricato en televisión, Yia asume con rigor, sin alardes de estrellato, la responsabilidad profesional de estar siempre dispuesta, con la letra aprendida y preparada para interactuar con el variado elenco con que debe compartir escena.

Estos requisitos pueden parecer elementales en la actuación, pero al enmarcarlos dentro del desgaste físico y psicológico de las telenovelas, algunas realizadas en medio de condiciones difíciles, la consagración de esta joven solo puede despertar admiración.

Gracias a su trayectoria en producciones importantes, como fueron: Con palabras propias, Tierras de Fuego, Tiempos de Amar y El rostro de los días, la intérprete reconoce lo importante de robarle algunas horas al sueño, para dedicarle tiempo al entrenamiento físico diario y mantener la calidez de la relación con los amigos, al menos a través del teléfono. Esos amigos que están más allá del éxito o el fracaso.

Otro descubrimiento, ha sido la actriz Litzandra Batista, graduada de la ENA. Litzandra, enamorada del teatro para niños, realizó su servicio social en la Compañía Hilos Mágicos y continuó actuando en grupos teatrales como Océano e Integración. En el 2012 fue seleccionada para protagonizar la serie rusa El oro del Gloria, co-producción realizada en Cuba por el director Alexey Kolmogorov, quien invitó a la actriz a viajar a Rusia para intervenir en otros proyectos televisivos en ese país, los cuales la mantuvieron ocupada varios años.

Sin dudas, fueron momentos difíciles para la joven, aprender rápidamente los diálogos en otro idioma y sufrir, filmando en Crimea, el rechazo de algunos ciudadanos por ser negra, pero gracias a su entereza y el apoyo de sus compañeros de casting, logró dejar atrás ese mal recuerdo.

Al regresar a Cuba de vacaciones, encontró que, al ser hija única, su familia la necesitaba y detuvo su carrera internacional para auxiliar a los que más quería. Algo sorprendente sucedió al aterrizar en el aeropuerto José Martí, el reencuentro con su novio de la Primaria. Nunca más se han vuelto a separar. Ahora Litzandra, asume un personaje en Asuntos Pendientes y también forma parte del equipo técnico, como asistente de dirección.

La tercera sorpresa es Lili Berguer, actriz santiaguera que llegó a la televisión nacional con un personaje pequeño en la telenovela El rostro de los días, en 2018, y ahora vuelve con Asuntos Pendientes, gracias a la oportunidad ofrecida por Felo Ruíz.

Actriz desde pequeña, con trayectoria en televisión y teatro, arribó a La Habana en el 2001, a realizar su propósito de estudiar en el ISA. Al sumar experiencias enriquecedoras en la escena, junto a los directores Eduardo Eimil y Ariel Bouza, obtuvo el Premio Adolfo Llauradó en la manifestación teatral con el Grupo Pálpito, en 2012. Más tarde, se une a los montajes de Selfie y Rey Lear, en actuaciones por las que también mereció mención Adolfo Llauradó.

En su paso por el cine participó en los filmes: Agosto, dirigida por Armando Capo, y Hello, my friend de Bettina Blummer. Sin abandonar a sus dos niños pequeños y otras responsabilidades que la reclaman, asume la oportunidad de un rol de mayor importancia, dentro de la telenovela. De su personaje, afirma:

“Marina ha sido un color nuevo, una emoción diferente, una luz en tiempos duros, un sacrificio, una puerta al querer hacer más, un personaje que me regresa las ganas de seguir aprendiendo, es un fruto de amar cada cosa que hago”.

Estas palabras de la actriz, resumen la intensidad con que los jóvenes y no tan jóvenes de Asuntos Pendientes, asumen este compromiso. No cuento secretos, esta es la vida cotidiana de los que hacen televisión. Los secretos de Asuntos Pendientes, se revelarán a su salida en pantalla. Seguimos grabando.

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