La dirección de Sebastián Pivotto, experimentado realizador de producciones destinadas a la industria del entretenimiento, reveló oficio por su fluidez narrativa, como para que Tierra incógnita despertara interés más allá de los tópicos

Fotograma de la serie Tierra incógnita. 

De un tiempo a esta parte, Multivisión alberga al menos en dos momentos del día lo que se ha dado en llamar series juveniles. Invariablemente de factura foránea. Casi siempre interpretadas por adolescentes o individuos en su primera juventud, aun cuando el tema rebase los intereses del grupo etario.

Ignoro el impacto de tales producciones (datos sobre audiencia, recepción y gusto) sobre los adolescentes y jóvenes cubanos. La última de ellas, en 2022, antes de que irrumpiera Bienvenidos al Edén, funcionó por igual para jóvenes y adultos mayores. Las sagas en las que impera el misterio, la intriga y los fenómenos paranormales cuentan con un público seguro, en el que cohabitan los que digieren todo lo que les pongan por delante con aquellos que no dejan pasar gato por liebre.

Habría que ver la reacción de unos y otros luego de asistir a la proyección televisual de los ocho capítulos de la serie Tierra incógnita. Dato interesante: bajo el sello corporativo de Disney, la producción es argentina y su trama transcurre en la nación austral. En un pueblo imaginario, Cabo Qwert –topónimo copiado de la hilera superior de letras de los teclados convencionales–, con un leve aire borgiano.

Lo que sucede cuando el jovencito Eric Dalara recibe una enigmática nota y decide regresar al pueblo para averiguar el verdadero destino de sus padres desaparecidos, ocho años atrás, en el parque de diversiones fundado por ellos bautizados como Tierra incógnita, desata una cadena de acciones propias del género.

Eric (Pablo Maurizi) arrastra a toda la familia –la hermana menor Uma (Mora Fisz), enmudecida por el trauma de haber visto, sin comprender, lo acontecido con sus padres; el abuelo negacionista y la abuela perdonavidas; y una tía (la muy equilibrada actriz Carmen Pandolfi)– a desentrañar el misterio, en medio de la hostilidad de los habitantes del lugar, alentados por el jefe de la policía local (un estereotipado Lautaro Delgado) que desde el primer momento se sabe que es malo cantidad, igual que su hijito Axel (Tomás Kirzner), principal enemigo de los hermanos Dalara.

La originalidad no es la virtud central de Tierra incógnita. Demasiado ha llovido en las series que abordan la temática como para soslayar las influencias y los guiños a Stranger Things, It, Grimm y otras por el estilo, ello sin contar con que el autor del argumento –desarrollado luego por un trío de guionistas–, Tomás Wortley, es considerado en Argentina como uno de los más contumaces promotores del legado del estadounidense Horace P. Lovecraft, uno de los más delirantes autores de historias de horror sobrenatural de la modernidad literaria. No por gusto aparecen unas gemelas que se columpian y hablan al unísono; la figura del uróboros, serpiente que se muerde la cola, aquí más cercana al uso de la alquimia que a la mítica representación egipcia; y la criatura terrorífica que zombifica a los humanos que se ponen a tiro. 

Gratuita y contraproducente, sin embargo, fue la puesta en escena del pasado del monstruo en una comunidad de antiguos pobladores originarios, folclorizados de la peor manera posible.

La dirección de Sebastián Pivotto, experimentado realizador de producciones destinadas a la industria del entretenimiento, reveló oficio por su fluidez narrativa, como para que Tierra incógnita despertara interés más allá de los tópicos, las deudas con otras series y las torpes oscilaciones entre la racionalidad y la fantasía.

LO ÚLTIMO DEL SITIO

Plataforma WEB de la Televisión Cubana Copyright © | tv.cubana@icrt.cu  |  23 y M, Vedado | Código Postal 10200 | La Habana CUBA          

SIGUENOS

CARTELERA DE CANALES NACIONALES