En la década del 90 del pasado siglo, surgía en nuestra televisión un noticiero pioneril que rompería con moldes y preconceptos sobre la pertinencia de informativos para las primeras edades. En poco tiempo, dicho programa se ganó el cariño del público infantil, que veía en este mini-magazine dominical, un diáfano reflejo de sus realidades como estudiantes pertenecientes a la Organización de Pioneros José Martí (OPJM). Tanto fue el impacto del mismo, que hasta a un concurso nacional se convocó, para encontrar el nombre ideal que identificara el espacio. Así surgía Ponte al día, título que lo sigue identificando, pese a las múltiples transformaciones que ha sufrido en estas casi 3 décadas de existencia. Pero lo que sigue invariable en el formato es esa férrea convicción de que una información bien elaborada puede incidir positivamente en niños y jóvenes.
Creado por la periodista y realizadora Irma Cáceres, Ponte al día recesó algunos años, dejando vacío un territorio que había que defender, dada los objetivos de una televisión pública como la nuestra, donde educar desde el entretenimiento ha de ser siempre el camino. Por fortuna, este verano que recién ha finalizado, marcó el regreso del formato, con muchos cambios acorde a los tiempos que corren y a las audiencias.
La más marcada de esas transformaciones es la referida al público meta. Los realizadores reconocieron la necesidad de los adolescentes cubanos, de contar con un espacio que cubriera sus inquietudes informativas, más ávidas de lo que algunos pueden imaginar. Recordar que en estas edades, están más que trazados los principales rasgos de nuestras personalidades, esos que nos acompañarán toda la vida, y que deben ser encausados desde el hogar, la escuela y también los medios. Por eso diseñar un informativo para los adolescentes no es nada descabellado; es, en todo caso, un instrumento educativo vital en su formación.
Hay también notables rompimientos formales en la estructura de este regreso. Un tema central en cada emisión funciona como columna vertebral, que va hilvanando las noticias nacionales e internacionales. A esta interesante ecuación informativa, se le suma las opiniones a modo de reportaje de nuestros adolescentes, lo que redondea eficazmente el propósito discursivo del formato. Hay en esas entrevistas una marcada construcción de contenido por el propio público al que va dirigido el espacio. Esto lo hace un programa más honesto, cercano.
La elección de los temas a tratar por parte de las guionistas Claudia Arias y Rossana Rodríguez es de una agudeza increíble. De embarazo en la adolescencia, discriminación en todas sus variantes, jóvenes en situación de discapacidad, entre otros tópicos, se ha hablado en este nuevo Ponte al día. Y los planteamientos, aunque con cierta mesura, han demostrado profundidad, investigación y mucha valentía.
La directora general, Yaima Barcaz , se hace acompañar de un equipo pequeño pero efectivo , en donde resalta la labor de los colaboradores periodísticos, encargados de redondear las diferentes temáticas con sus reportajes.
Otro rubro a destacar es el diseño de presentación, a cargo de Maikel Molina, que hace uso de concreción visual, dinamismo y colorido, sin desatender la apariencia noticiosa que debe poseer, al tratarse de un informativo.
La conducción de las niñas Thalía Granado y Arahí Fortún, acompañadas por la intervención del intérprete de lenguaje de señas Samil Massipe, hacen más cercano el programa a su audiencia meta. Era hora ya que un programa juvenil tuviera en cuenta a la comunidad sorda, una de las más vulneradas históricamente en cuestiones de comunicación. Los tres conductores cumplen su rol de manera eficaz, entendiendo que el espacio para ellos es también un canalizador de vocaciones, algo que Ponte al día, en su primera gran etapa, siempre potenció.
Volver a contar con un espacio informativo en tiempos donde nuestras juventudes están constantemente cercadas por contenidos no tan edificantes, es una ganancia. Hoy los adolescentes cubanos, saben más de redes sociales, tecnología y otros temas, que sus padres. Por eso ayudarlos a contrastar y discernir esa información, es una manera de ponerlos al día con responsabilidad y compromiso social.