Esta escena se ha grabado por tercera oportunidad. Luego hubo otra. Ray Cruz y Yaremis Pérez entran una y otra vez en situación. Alguien vigila el cielo porque a principios de enero el sol juega con las nubes, no se ponen de acuerdo, y un mínimo destello se refleja en la imagen, lo que basta para que Alberto Luberta Martinez diga “hay que repetir”.
Y vuelve todo, Ray tiene el mando de la tv en las manos, sin tocarlo mucho porque cambiará la señal del aparato que forma parte del escenario. Está casi todo listo. Este set es una casa de Arroyo Naranjo. Pero empiezan a ladrar unos perros. Es a algunas cuadras de allí, dice un integrante del equipo. “Si es una perra en celo, hoy no grabamos” agrega otro.
Yo miro a Ray, el maestro en la telenovela Entrega, conductor de Pensando en 3D, con buenas actuaciones en teatro y también músico, que mereció el pasado año el Premio Especial Adolfo Llauradó “por su sólida carrera actoral y su probado talento para transitar de un medio a otro con eficacia, a pesar de su juventud, en un extenso y certero itinerario”.
Le digo, pensando más para mi, “Y lo fácil que luego yo mirando una escena en mi televisor, digo que no sirve”. Ray sonríe, y nada más. Él sabe que no puedo escribir que algo está bien sólo por el trabajo que ocasiona hacerlo.
Estoy cansada. Llevo un buen rato de pie. Entro al lugar donde se controla la filmación. Allí está Albertico, Director general y a su lado Carlos Gonzalvo, que es el Director de actores de Al habla con los muertos, una serie humorística de 12 capítulos con 27 minutos cada uno, producida por RTV Comercial y Cubavisión.
De momento entra mi amigo Hilario Peña, con el pelo negro sin asomo de una cana. Ríe y me dice “Albertico me obligó”. El es uno de los muertos, en su caso un científico…hay muchos más, con los que habla Migue, (Ray) que hace de embalsamador. El personaje nació de Latidos compartidos, telenovela en la que Yaremis hace de Indira, la guajirita de aquella propuesta. Esa pareja fue rescatada de aquel guion por Amilcar Salatti, que participó en aquella escritura, y armó esta comedia de situaciones, que por lo que vi, será un chorro de agua fresca en nuestra televisión.
Albertico cree que al cabo de unos pocos meses estará terminada. Me despido. Son cerca de treinta personas, todas con nasobuco, menos los actores cuando están frente a las cámaras. Ojalá que el bicharraco los deje terminar de filmar para tener ese encuentro con los muertos que nos propone Amilcar, un guionista con muy buena puntería.
CARTELERA DE CANALES NACIONALES
