Cuando Lucas nació, levantó la polémica por la manera en que se conducía y la forma un poco excéntrica en que se vestían los conductores; aún hoy, la forma de conducción de Lucas no gusta a todo el mundo porque es diferente y no digo que sea buena o mala, pero es diferente.
Lucas me ha gustado desde que nació. Cuando salió el primer programa se generaron los debates y, bueno, aquí dejo mi opinión: pienso que hacer una conducción diferente, que de alguna manera ha identificado un espacio, es un elemento positivo, siempre que está conducción no sea un disparate.
También se ha dicho que Orlando Cruzata beneficiaba a unos autores por encima de otros, pero las votaciones y la manera en la que se selecciona el video del año es totalmente transparente.
El otro día, mi colega Yuris Norido, en un comentario decía que mucha gente se quejaba de que los premios del jurado no coincidían con los premios de la popularidad. Yuris argumentada que, en el caso de los jurados, siempre han tratado de premiar los videoclips que tengan mayores valores artísticos, aunque no siempre son los más populares.
Más allá de la polémica, a veces bien intencionada, a veces no tanto, Lucas se ha mantenido durante 25 años y sigue siendo, como su eslogan lo dice, la capital del videoclip cubano.
En este primer texto que he hecho sobre Lucas y su cuarto de siglo, no puedo dejar de mencionar a Rufo Caballero, quien le propició algo a Lucas: unos comentarios sobre videoclip que son una lección de ética, estética y lenguaje televisivo, apropiados para desmontar esas pequeñas obras, comentándole al televidente porque eran buenas o no.
Espero que el bicharraco, conocido como Sars-CoV-2, permita al equipo de Lucas celebrar un buen ágape por su cuarto de siglo y en este artículo mis buenos deseos y felicidadesssss para el equipo que hace Lucas, especialmente para Cruzata.
CARTELERA DE CANALES NACIONALES
