Quién no recuerda en la telenovela Más allá del límite a la madre que lucha incansablemente por guiar a su hijo Vladimir (Alejandro Cuervo) por el buen camino, o a Magdalena, la testigo de Jehová de Latidos Compartidos que se aferra a la fe, pero que quiere vivir y ama a su familia por encima de todo. Esa actriz es la misma que en las tardes vemos en la retransmisión de Tierras de Fuego, la madre que añora borrar el tiempo y la distancia para correr a los brazos de su hijo, la mujer cuyos latidos de su corazón son compartidos por la actuación y su familia; la siempre gentil y carismática Loreta Estévez.
Loreta junto al actor Alejandro Cuervo (Foto: Tomada de Intenet)
¿Cómo llegó a tu vida la actuación? Háblame de tus inicios.
- Llegó a mi vida a muy temprana edad. Comencé a estudiar danza desde que tenía apenas cinco años, pero a diferencia de otros niños, no me llamaban la atención los dibujos animados (muñequitos); pasaba todo el tiempo viendo las telenovelas y dramatizados que por aquella época se televisaban. Yo era una niña que lloraba por tener escuela en la tarde y no poder ver la novela de las dos. Soñaba con ser como Natasha Díaz, Assneth Rodríguez, Marta del Río, Obelia Blanco, Verónica Lyn, Sonia Calero, Farha María y muchas otras mujeres íconos de la actuación en nuestro país. Fue así que transcurrió mi infancia, hasta que a los nueve años ingresé en el grupo infantil Los Polluelos y comencé a hacer lo que más me apasiona: el teatro.
En el teatro se te recuerda mucho con tu actuación en Mi querida Shirley de Teatro El Misterio. ¿Qué recuerdos tienes de este monólogo?
- Fue un unipersonal que me dio la posibilidad de pasar por la piel de muchos en una hora, además de la aceptación del público, que es lo que más me satisface. Fue indescriptible e inolvidable.
Loreta en el monólogo Mi querida Shirley de Teatro El Misterio (Foto: Tomada de Intenet)
Háblame de tu trabajo como profesora en la compañía folklórica Raíces Profundas. ¿Qué significa esta compañía para ti?
- Me hacen volver a mis raíces, a mis ancestros. Me nutro de ellos, son maravillosos profesionales y seres humanos. Les estoy enseñando cómo expresar con su cuerpo una historia y estoy muy feliz de todo lo que hemos logrado.
Recientemente disfrutamos nuevamente de la telenovela Latidos Compartidos. ¿Cómo llegó a ti el personaje Magdalena? ¿En qué crees que radicó el éxito de esta subtrama?
- Llegó por un casting multitudinario, ni siquiera fue ese personaje. Su directora Consuelo Ramírez creyó en mí y encontró su Magdalena. Fue muy acogido y a la vez muy controversial; una mujer que ama a su familia y que quiere vivir, pero debía pagar el precio de sentir que, para ello, debía traicionar su fe y su religión. Ahí estuvo el éxito de esta historia que dividió a la teleaudiencia. Creo que al final Magdalena supo tomar la mejor decisión.
Este personaje tuvo una muy buena acogida cuando se transmitió la telenovela en 2015. ¿Cuál ha sido la reacción del público cinco años después?
- La reacción del público ha sido la misma. Las personas me escriben hermosos mensajes de agradecimiento, me ven en la calle y me reconocen, me hacen revivir todas las emociones que este personaje me generó la primera vez. En estos duros tiempos de pandemia, creo que esta historia se ha convertido en una lección de vida y eso me hace muy feliz.
Magdalena, su personaje en la telenovela Latidos Compartidos (Foto: Tomada de Internet)
¿En qué se parece Loreta Estévez a Magdalena?
- Loreta y Magdalena no tienen nada en común, solo el amor maternal.
Por estos días también volvió a la pequeña pantalla Tierras de Fuego. Háblame de tu paso por esta telenovela. ¿Qué recuerdos te trae?
- En Tierras de Fuego no tuve una gran intervención, pero sí me quedé con un gran recuerdo: mi querido Miguelito Sosa, que donde quiera que esté llegue a él todo mi cariño, admiración y agradecimiento.
Recordando algunos de tus trabajos en televisión, cierro los ojos y la primera palabra que me viene a la mente es madre. ¿Qué representa para ti la familia, tu hijo?
- La familia para mí lo es todo y mi hijo la vida misma.
¿Qué crees que te falta por hacer?
- Estos tiempos me han hecho aprender que lo que me falta por hacer es vivir con intensidad cada día y agradecer cada nuevo amanecer.
Loreta junto a su hijo (Foto: Tomada de Internet)
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