“No nos conocemos personalmente, pero cada vez que apareces en la pantalla del televisor me siento un poco más seguro, como quien sabe que está frente a una profesional segura de su trabajo y que no se anda por las ramas (y mira que últimamente a La Habana le han quitado unas cuantas). Con verbo seguro, carácter y transparencia, aportas al segmento de meteorología un tono particular, que el público agradece al reconocer en ti una presencia atractiva y no a un robot que repite mecánicamente términos y gradaciones. Ya desde antes de que Elsa nos pusiera en vilo, aparecieron en las redes elogios a tu modo de comunicar, que además te reconocen como digno relevo de otros profesionales de ese momento del noticiario.
“Y entonces llegó ella, anunciándose con truenos, rayos y centellas, y si no con un tsunami es porque no traía nombre de japonesa. Por suerte tenemos una práctica larga en este tipo de situaciones, lo que incluye redoblar la atención sobre los partes meteorológicos. Y llegó la frase que ha desatado comentarios, chistes y tantas cosas, la dichosa “tormenta atormentada”, que acaso perdure más en la memoria que su propia causante.” Este es un fragmento del texto del dramaturgo, crítico y poeta Norge Espinosa, publicado en Facebook bajo el titulo de Carta nada atormentada y mucho menos prosopopéyica a la Máster Ailyn Jústiz.
Pero no fue solo Norge quien alabó a Ailyn. Fueron muchos. Yo me dediqué a atormentarla con un cuestionario. Alguien me dio su teléfono y empezó el bombardeo, y cuando Elsa aún no se había ido me respondió que sí, que le mandara las preguntitas.
Y me llegaron las respuestas:
Ailyn Caridad Jústiz Águila es, según sus palabras, “Especialista Principal en Meteorología, cargo que ocupé en el Centro de Pronósticos; actualmente, desde mayo de este mismo año 2021, asumí la responsabilidad de ser Jefa del Centro de Física de la Atmósfera del Instituto de Meteorología. Imparto clases, soy Profesora Asistente en el Instituto Superior de Tecnología y Ciencias Aplicadas, Universidad de la Habana en la carrera de Licenciatura en Meteorología, desde que me gradué.
“Participo en Proyectos de Investigación del Centro de Física de la Atmósfera y del Centro de Pronósticos además de la TV y la Radio Nacional. Estoy en proceso del Doctorado. Y todo esto requiere de un enorme esfuerzo y sin la ayuda y apoyo de la familia sería casi imposible”.
Fue la síntesis que me envió esta carismática meteoróloga que definió a Elsa como lo que era: una tormenta tropical sin nada definido, atormentada por los vientos superiores de la atmósfera y por el choque de la tierra de vez en vez.
¿Qué querías estudiar de niña?
-Recuerdo que siempre decía que quería ser doctora o maestra, eran los referentes de la casa, mi mamá enfermera en el entonces Hospital Provincial de Ciego de Ávila y mi tía maestra de primaria, actualmente en esa ciudad. Ya cerca de la adolescencia me gustaba la locución y la actuación, porque siempre me escogían para hablar y representar a mis escuelas, y ya luego me gustaron las ciencias.
¿En qué momento decidiste hacerte Meteoróloga?
-A mí me gustaban las ciencias de la Física, Matemáticas, Geografía (incluso, en el Movimiento de Pioneros Exploradores, en la primaria y secundaria, fui Campeona Provincial en Orientación con la Rosa Náutica y en Descripción de la Naturaleza), pero al mismo tiempo sentía un amor especial por el escenario, la locución, la palabra.
Y en el Preuniversitario cuando llegó la carrera de Meteorología, con una prueba de aptitud bastante rigurosa y además una sola plaza para toda la provincia ese año, dije Dios mío, esta carrera puede englobar todo lo que me gusta y así mismo fue, porque además podía cumplir mi función en otra cosa que me gusta tanto como impartir clases, algo que venía haciendo desde niña en Encuentros de Monitores, donde obtuve premios a nivel provincial con una clase de Matemáticas. Creo que la decisión por la carrera llegó justo a tiempo.
¿Cuándo empiezas a trabajar en el Instituto de Meteorología?
- En septiembre de 2010.
¿Qué fue lo primero que hiciste allí?
-Me gradué en julio de ese mismo año (2010) y ya veníamos trabajando en la tesis, así que el Centro de Pronósticos era muy familiar para mí y allí me quedé junto a Rubiera y un gran equipo de especialistas de altísimo nivel.
¿Cuándo ofreciste el primer parte en la TV?
-Solo un año y medio después de estar trabajando, justamente un 3 de abril de 2012 en la Revista Buenos Días.
¿Pasaste ante algún curso de locución?
-Cómo colaboradora del ICRT pasé un curso de un mes, con profesores como Idania Martínez Grandales, Luis Ángel Alarcón Santana y Rosalía Arnáez, de los que aprendí muchísimo, aunque siempre estoy atenta a cada consejo y recomendación de profesionales del ramo, tanto en la Radio como en la Televisión.
¿Qué te resulta más difícil a la hora de dar el parte?
-Creo que preparar lo que voy a decir, porque es improvisado, a memoria y me gusta muchooo cambiar la rutina, aunque el tiempo este igual, trato de empezar diferente, decir cosas novedosas, interesantes, que lleguen, que atraigan, que gusten y además para que las personas aprendan.
Que yo recuerde nunca habías interactuado con un periodista en vivo delante de las cámaras como hiciste con Elsa, ¿te resultó cómodo?
-Tengo un programa en vivo en Canal Caribe con Pepe Mejía hablando de temas meteorológicos y gusta mucho porque se dan curiosidades, pero interactuar así con ciclones, creo que no, con Elsa se notó más.
¿Cómo evalúas la cantidad de reconocimientos que has recibido en las redes sociales por tu desempeño reciente?
-Totalmente increíble, no me lo esperaba. Mucho orgullo, emoción por todo el cariño, el respeto y la admiración del pueblo cubano a mi trabajo, pero creo que ante todo RESPONSABILIDAD, porque Cuba confía en mí, transmití seguridad y me asemejan a Rubiera, un gran reto porque me obliga a ser mejor cada día y darlo todo.
Lo que no te haya preguntado y desees decir
-Tengo un niño pequeño de solo cuatro añitos, hice la maestría en el proceso de licencia de maternidad, la defendí satisfactoriamente cuando el niño había cumplido un añito. Mi mamá es quien lo cuida cuando no estoy, ella se entrega en cuerpo y alma para que yo crezca y tengo un apoyo incondicional de mi familia.
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