La joven guionista de la televisión cubana, muy reconocida por su trabajo en propuestas musicales, Lil Romero, se encuentra volcada hacia los dramatizados: un camino siempre acariciado, solo que ahora parece ser claramente transitado por ella.
Dejemos que justamente ella nos ofrezca los detalles, en tanto su inserción en el equipo de la serie “Promesas”, en transmisión por el Canal Cubavisión, habla por sí solo.
“La Casa Productora, en la figura de Vilma Montesinos, me llamó para formar parte de este equipo. La historia que escribí fue elegida y creada por mí. Cada guionista tuvo la libertad de hacerlo respetando la idea de la serie, creada por Amílcar Salatti.
“El argumento estuvo diseñado para que tuviera una conexión con la serie en sentido general. Cada capítulo debía incluir dos sucesos comunes para todas las historias; pero cada guionista debía insertarlo en su historia como estimara conveniente”.
La televisión apostó en esta oportunidad por un modo de creación bastante común en nuestros días. ¿Qué tal la experiencia en lo personal?
“La experiencia fue excelente. Se pensó la serie y cada historia entre todos los guionistas y asesores. Hubo mucha creación colectiva. Se analizó cada propuesta de capítulo; se pensó muy bien el balance temático, las estructuras dramáticas, y otros detalles y elementos que dieran coherencia a la serie dentro de la diversidad de historias”.
¿De qué va la historia que cuentas en esta oportunidad?
“Es la historia de Julián, el padre de un hijo adolescente a punto de cumplir 15 años, que se debate entre sus estrecheces materiales y el deseo de conseguir los sueños de su hijo”.
¿Significa que Lil Romero sigue volcada hacia el dramatizado y no solo pensado para jóvenes?
“Sí, volcada completamente. El dramatizado es algo que lleva mucho tiempo, investigación, horas de pensamiento, escritura y reescritura. Hay que concentrarse mucho en él”.
¿Algún proyecto sobre el tintero?
“Bueno, ahora mismo estoy involucrada en un proyecto que agradezco grandemente a la Casa Productora de telenovelas. El equipo creativo es excelente. No puedo decir más pues aún está en proceso de escritura; pero estoy feliz”.
Esperemos entonces por esas buenas nuevas, mientras, la historia de Julián, dejará ver a un Carlos Gonzalvo con nuevos códigos para atraer la emoción. Sentimientos encontrados y dibujados por Lil Romero, para abordar aristas de la esencia humana a través de promesas.
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