De joven Armando Miguel Gómez no tuvo vocación de ser actor, pero el teatro se cruzó en su camino y lo que comenzó como una afición se convirtió en su gran pasión.
Quería ser pelotero, pero en el grupo de teatro Olga Alonso entendió que la única manera de representar todas las profesiones a la vez era mediante la actuación. Desde ese momento ha desarrollado una amplia trayectoria que incluye cine, televisión y otros proyectos que lo han convertido en uno de los rostros destacados de la escena cubana.
Antes de aparecer en la telenovela Aquí Estamos, ¿cómo se desarrolló tu carrera?
- Antes de entrar en los medios de comunicación tuve la dicha de pertenecer a uno de los colectivos teatrales más importantes de Cuba y en el que se han formado grandes actores de nuestro país.
“Toda mi formación, mi base, fue en el grupo Olga Alonso, con el maestro Humberto Rodríguez. Tengo que agradecerle la oportunidad que me dio para desarrollarme en su academia, en la que aprendí las cosas básicas de esta profesión. Él fue el primero que percibió que tenía aptitudes para la actuación y me inculcó la pasión y respeto por esta manifestación artística.
“El profe, como le decimos, ha cambiado la vida de varias generaciones de actores que en la actualidad tienen una carrera exitosa, no solo en la Isla sino en varias partes del mundo”.
¿Esta telenovela fue el trampolín de tu carrera?
- Me entero del casting de Aquí Estamos precisamente por un compañero del grupo Olga Alonso e inicialmente no pensaba presentarme, pero por los azares de la vida coincido con una amiga que me impulsa a presentarme a la prueba de selección, y después de un largo proceso de dos meses me comunican que era la persona escogida para interpretar a Adonis en esta telenovela.
“Coincidentemente me dan la noticia el 6 de diciembre, que es la fecha en la que celebra su cumpleaños Humberto Rodríguez por lo que mi debut en la televisión tuvo un significado especial.
“Aquí Estamos fue el trampolín de mi carrera, me dio a conocer y posibilitó que otros directores se fijaran en mi desempeño y me convocaran a otros proyectos que vinieron posteriormente.
“Tengo que agregar que fue una gran experiencia, en la que tuvimos la dicha de tener un entrenamiento certero con Hugo Reyes, el cual tributó en la calidad y aceptación de este dramatizado”.
No hemos tenido tantas oportunidades de verte en la televisión. ¿Qué razones han influido en la decisión de enfocarte más en cine?
- Mis dos primeros trabajos fueron en la televisión y pensé continuar teniendo presencia en otros espacios de la pequeña pantalla, pero mi experiencia en la serie Adrenalina 360 no fue grata y en ese momento me replanteé mi continuidad en la televisión, y coincide con que me empiezan a llegar propuestas importantes del séptimo arte; entonces decido incursionar en el cine, que ha sido el medio en el que más he trabajado y cuento en mi aval con 15 largometrajes hasta el día de hoy.
¿Cuándo leíste el guion sentiste que el personaje de Ignacio en Conducta iba a dar un giro a tu vida?
- El Ignacio de Conducta ha sido uno de los personajes más importante de mi carrera, fue una gran experiencia trabajar con un elenco de lujo encabezado por Alina Rodríguez y con un director por el que siento una profunda admiración y respeto.
“Había tenido la experiencia de Melaza anteriormente, pero trabajar con Ernesto Daranas fue otra escuela y esa buena vibra que hubo en esa producción la percibió el público y contribuyó al éxito de este largometraje.
“La película tenía un buen guion y eso hizo que nos esmeráramos en defender los personajes, en mi caso desde que me confirmaron que iba a ser parte de este colectivo me enfoqué en prepararlo como lo había ideado y creo que se logró un resultado digno”.
¿Interpretar a Ignacio en Conducta te abrió las puertas para llegar al Daniel de El Acompañante?
- El Acompañante fue otra sorpresa en mi carrera, por suerte Pavel Giroud, quien es otro de los directores que respeto, tenía referencias de mis trabajos anteriores y quiso arriesgarse, y apostó por mí para uno de los protagónicos de esta película.
“Me atrajo también la idea de que se valoraba la posibilidad de incluir en el elenco el actor brasileño Lázaro Ramos, quien es uno de los colegas de esa nación que más admiro, pero finalmente no pudo participar por cuestiones personales.
“Fue otro proyecto muy bueno que, desde que leí el guion, me enamoró porque me exigía mucho y necesitaba eso en ese punto de mi carrera. Muchas personas me decían que Conducta era la obra de mi vida y que iba a ser difícil poder superar esa actuación. Interpretar a Daniel requirió mucho sacrificio al tener que adelgazar para poder asumir la imagen física que tenía la caracterización del personaje, pero todo este esfuerzo se vio recompensado con el éxito que tuvo El Acompañante.
“Fue una gran oportunidad, volver a interpretar otro personaje que vino a retarme y a desarrollar mi carrera. Son dos películas con un gran significado en mi vida, que tuvieron un gran recorrido y alcanzaron premios en festivales internacionales, además estuvieron compitiendo en certámenes de la categoría de los Oscar y el Goya”.
Comentabas anteriormente que has formado parte del elenco de 15 películas. ¿Te consideras un hombre de cine?
- Mucha gente asocia mi carrera a este medio, pero mi vínculo con el séptimo arte está relacionado con el hecho de que en el cine es de donde me han llegado las mejores propuestas de trabajo.
“Me considero actor, a mí me gusta interpretar; he tenido la oportunidad de desarrollar mi carrera en el cine, pero si aparecen buenas propuestas en otros medios que me seduzcan también las asumo. A todo lo que hago trato de ponerle empeño y dedicación para que el trabajo quede limpio y lo más real a la vida”.
Muchos de tus personajes han sido muy exigentes desde el punto de vista psicológico, ¿cómo afrontas este tipo de personajes?
- Siempre trato de enfocarlos con la mayor profundidad posible, y todo eso transpolarlo a mi vida personal. Soy de estudiar y absorver todo lo que pueda del entorno que me rodea. Es un método que he ido creando; estudio y me preparo porque soy muy riguroso, desde el momento en que me proponen un personaje me enfoco y comienzo a trabajarlo.
“Primero que todo me tiene que atrapar el personaje para poder desarrollarlo y conectar con el público, no importa el conflicto que tenga en la historia, si me interesa me lo planteo y lo defiendo con todas mis energías”.
Cuando estás inmerso en un dramatizado, ¿a qué etapa le dedicas más tiempo?
- Cuando estoy inmerso en una producción audiovisual le dedico más tiempo a la etapa de prefilmacion, de ahí parte todo. Este proceso te ayuda a tener todas las herramientas para cuando comience la etapa de rodaje; trato de aprovechar ese tiempo al máximo para pulir todos los detalles con lo que concibo el personaje. Intercambio con el director y convenio por donde se va a mover desde el punto de vista psicológico y dramático.
¿Tu éxito se debe a cuestiones de carácter innato o te consideras un trabajador de los escenarios?
- Esta es una profesión en la que hay que tener vocación, a mí la vida me regaló esta oportunidad y he sabido aprovecharla. Respondiendo la pregunta te diría que un porciento de vocación y otro de dedicación, esfuerzo y mucho trabajo. Me considero una persona perfeccionista y cada día trato de seguir superándome y ampliar mis horizontes.
¿Qué personaje icónico de la cinematografía o de la televisión cubana te hubiera gustado interpretar?
- Me hubiera gustado interpretar al Ignacio que defendió Rolando Brito en la serie Algo más que Soñar, porque es uno de los personajes mejor logrado de la televisión cubana.
“Fue con el que más conecté y la interpretación que hizo el día que fallece el personaje es una de las mejores escenas que he visto, además de la admiración que siento por él, quien ha sido uno de los referentes para los actores de mi generación”.
Has tenido una carrera espectacular en los últimos años. ¿Qué nivel de maduración ves en ti?
- El proceso de maduración de un actor es relativo, y esto lo converso en varios espacios con algunas personas de mi entorno, lo que sí está claro para mí es que en esta carrera siempre hay que buscar la excelencia y no conformarse con haber trabajado en la última película o telenovela del momento.
“Muchas personas que valoran mi trayectoria me reconocen como un actor experimentado, pero yo siento que ahora es que estoy comenzando a comprender y entender muchas de las cosas que hacía por instinto, me siento como si me iniciara en este oficio y trato de aprender de todos los que me rodean, tanto de los consagrados como de los que se estrenan en los medios”.
Cuando comenzaste a soñar que podías ser actor, ¿cuán lejos te imaginabas que ibas a llegar?
- Cuando estaba dando mis primeros pasos en esta profesión nunca imaginé que iba a poder formar parte de tantas historias del cine y la televisión, ni que lograría desarrollar mi carrera hasta este punto.
“Me pongo a rememorar mi punto de partida en el teatro y en esa primera etapa no visualizaba que iba a tener la oportunidad de compartir escena con actores a los cuales siempre admiré, que me dieron su visto bueno para transitar por el camino correcto y me impulsaron para seguir consolidándome como actor.
“Siempre digo que hay mucho camino por recorrer, esta es una profesión de constante aprendizaje, pero me gustaría en un futuro cercano dedicarme a la dirección de actores y apoyar a personas que tienen inquietudes artísticas y no han tenido la oportunidad de estar vinculados con las escuelas de arte”.
Después de mucho tiempo regresas a la televisión. ¿Tu participación en esta telenovela estuvo motivada por estar dirigido por Lester Hamlet?
- Desde hace tiempo Lester y yo teníamos pendiente trabajar juntos y en esta ocasión se dio la oportunidad de participar en su primera telenovela. Él es un director con el que me identifico por su manera de ver el arte, por la estética y la visualidad que le aporta a este género, además de que es un gran defensor de los actores.
“Cuando él me comenta la idea, yo tenía otros proyectos en el tintero y le propuse que valorara algún personaje que no tuviera tanto protagonismo por el hecho que comenté anteriormente. El me habla de Víctor y me gusta porque es un antagónico al que podía sacarle partido”.
Va comenzando este año, ¿qué propósitos tienes en mente para cumplir? ¿Algún proyecto en el horizonte?
- Recientemente trabajé en dos películas: una con Alejandro Gil, escrita por Amílcar Salatti, en la que coincidí con Enrique Molina, un actor extraclase que lamentablemente falleció a causa de la Covid-19; y en la segunda tuve el privilegio de estar dirigido por Fernando Pérez y compartir el set con Isabel Santos, otra colega con la que deseaba interactuar hace tiempo.
“En estos momentos estoy en la preparación de otro largometraje, con un director joven que me propuso un personaje que me tiene motivado y creo que va a ser bien acogido por el público.
“Para este año que recién comienza espero seguir trabajando, con la aspiración de que lleguen buenas propuestas para que podamos darle más visibilidad e internacionalizar nuestro cine”.