En medio de la situación climática que vive el personaje de “Magda” en la telenovela Renacer es muy grata la oportunidad de poder conversar con Mireya Chapman, la valiosa actriz que lo encarna. Mireya, sencilla mujer, eterna enamorada del teatro, que al asomarse a otros géneros como la televisión o el cine deja prendida la llama de querer seguir viéndola.
Bien la recuerdo como la Tomasa del Eco de las piedras, telenovela cubana que alternó en el tiempo con la popular brasilera La esclava Isaura. En ambos dramatizados había una esclava malosa que mucho molestaba a los apasionados televidentes; no obstante nuestra Tomasa se llevó las palmas con creces.
Recuentos mediante, hoy conversamos con la actriz Mireya Chapman, que llena de regocijo no se cansa de agradecer la oportunidad de haber encarnado a “Magda” en la telenovela Renacer. Luego de algún tiempo alejada de la pequeña pantalla por las muchas responsabilidades en su gran casa, el teatro, Chapman reaparece con un papel lleno de matices; un personaje pletórico de luces y sombras que una vez más la actriz le resta artificios para mostrarlo con una naturalidad convincente. Así se mueve entre la violencia y la ternura; el engaño y la bondad; dejando ese lado inquietante que habla de la vulnerabilidad de la tercera edad, pese cual sean las circunstancias que le haya tocado vivi
Ante toda negativa de poder adelantar ni siquiera un mínimo detalle de cuánto sucederá con el personaje, comenta Chapman:
“Me llamaron la directora Heiking Hernández y el codirector Jorge Molina para asumir este personaje; yo estaba un tanto dudosa por los compromisos que tenía contraídos con el teatro, pero bueno se pudo coordinar el proceso de pre” de la telenovela, pude trabajar con tranquilidad, y me siento muy feliz con la oportunidad porque “Magda” es un personaje que es todo un estímulo, sencillamente me siento muy premiada con él.
Yo soy una actriz que le debe todo cuanto soy al movimiento de aficionados, lo fui siempre, y desde allí aprendí de Stanislavski, su presupuesto de fe y sentido de la verdad, como mismo el valor del sí mágico, eso lo llevo conmigo siempre, y este personaje en ese sentido es una joya por todos los problemas en que se ve envuelto, aun cuando falta mucho por ver”.
¿Cómo ha sido la acogida de Magda?
Bueno ha sido emocionante la acogida, y en medio de las dificultades diarias es un regocijo para mí que sea así. Desde que me acerque a él, descubrí su riqueza, lo pude poco a poco ir entendiendo porque la cantidad de matices que sostiene la hace trascender por su carácter , por lo rudo y crudo de su realidad. Y en ello agradezco especialmente el apoyo y comprensión del actor Jorge Molina, que asume un delincuente, además de ser designado como director invitado. Con él trabajé estrechamente la concepción y desarrollo de mi personaje. Me resultó muy provechoso encontrar tantas vías para encararlo, asumirlo y defenderlo.
Cuénteme de la relación con el personaje de Liam
“Ese chico Alejandro ¿no? (Alejandro Guerrero), sí, ese es su nombre es un muchacho admirable. Nos llevamos muy bien durante el rodaje. Tiene una gracia natural, es muy sincero. Me encanta. Llenó de refranes y frases coloquiales el tiempo de grabación; yo por ejemplo me quedé con esa que dice: estás en talla como la gente de Playa. También me sentí muy cómoda con la actriz que interpreta a su mamá, Mirta Lilia Pedro, y así en sentido general el personaje de “Magda” se mueve entre muchos otros, y en todos los casos me resultó muy agradable y enriquecedora la experiencia”.
Mientras preparaba este encuentro con la actriz Mireya Chapman ella se encontraba inmersa en el estreno para el teatro de una selección de obras que la compañía Rita Montaner (su otra casa) ha dispuesto para honrar sus años de valiosa trayectoria artística. También supimos que forma parte del largometraje Neurótica anónima, la más reciente apuesta de Jorge Perugorría, lo cual quiere decir que de Mireya Chapman felizmente seguiremos teniendo buenas nuevas, como no faltará oportunidad para volver sobre los pasos de esta Magda que significa un merecido y aplaudido Renacer en la pequeña pantalla.