Entre tu y yo
- Detalles
- Escrito por: Valia Valdés
- Categoría: Entre tu y yo
- Visto: 331
José Cotta es un especialista en maquillaje y peluquería del teatro y la televisión, que se entusiasma con cada uno de las producciones en las que participa. Su crédito aparece en algunos de los cuentos y telefilmes de mejor nivel de realización televisiva de los últimos años. Además, es colaborador asiduo de las compañías teatrales: A teatro Limpio, El Cuartel, y Jazz Vilá Project.
Con gran capacidad de trabajo, estudio e imaginación, Cotta puede caracterizar de manera creíble y deslumbrante, a una reina del siglo XVI o a un joven de la contemporaneidad. También disfruta hacer heridas y cicatrices, habilidad que aplicó en el cuento televisivo “La burla”, dirigido por Ariel Prieto-Solís, al maquillar la evolución de los hematomas de la tortura de forma gradual.
¿Cuál es el secreto de José Cotta para lograr tan buenos resultados?
Le pone amor a lo que hace, investiga, intercambia con los directores, y piensa sus propuestas con detenimiento.
El profesional siempre está enrolado en algún proyecto televisivo monotemático. Los directores confían en él, incluso para una sugerencia de casting. Esto se debe a que los especialistas de maquillaje y peluquería logran la compenetración con el actor, conocen sus sentimientos y preocupaciones antes de entrar a escena; transforman el rostro común en una imagen trascendente, y acompañan al actor en el proceso de la metamorfosis.
Conversé con el artista en un diálogo lleno de ocurrencias. José reconoció su preferencia por trabajar con jóvenes, porque le trasmiten alegría y vivacidad, aunque asegura que todas las edades tienen sus encantos y los actores de larga trayectoria le aportan sus experiencias.
Cotta comenzó su labor como peluquero de salón, dió los primeros pasos en el maquillaje de quinceañeras, hasta profesionalizarse en Teatro El Público, agrupación dirigida por el Premio Nacional de Teatro, Carlos Díaz.
Sin tapujos, admite que no le interesa la docencia por el momento, y asegura entre carcajadas: “Cuando me falle el pulso para utilizar el pincel de maquillaje, cogeré la tiza para enseñar”
El especialista se refirió a su labor en el teatro:
“El camerino es un espacio encantador. Disfruto cuando el actor se prepara para la representación, porque es el momento de maquillarse, vestirse, revisar el texto. Lo que más feliz me hace es el aplauso final de cada espectáculo; siento que hay cosas mías en el resultado, parte de la energía que compartí con los actores”
Como conclusión de su cercanía con los intérpretes sostiene:
“Si el actor no cree en su personaje, no hay maquillaje que lo salve”.
El telefilme “Días de novios” fue uno de sus trabajos televisivos más relevantes, pues logró con éxito varias propuestas de caracterización de ambos sexos, enmarcadas en los años cincuenta del siglo XX.
“Disfrute mucho la pre filmación, el proceso de búsqueda, las propuestas y la oportunidad de contribuir al casting. Aún me comentan sobre los buenos resultados de ese audiovisual dirigido por Yoe Pérez. También la serie humorística “Na’megando”, de la misma directora, me ofreció muchas oportunidades creativas”
Otra obra audiovisual de la que se siente orgulloso es el documental: “Alas, fuego y color”, con dirección de Prieto-Solís, en el que realizó la caracterización de José Martí. En esa ocasión, el especialista vió su nombre en los créditos iniciales y se emocionó ante el reconocimiento por el buen resultado de su trabajo, y la perseverancia para conseguir los postizos que utilizó. Desde hace años, debido a la escasez de suministros, los maquillistas y peluqueros de los proyectos audiovisuales y el teatro emplean gran parte de sus recursos personales para trabajar.
Los comentarios de José revelan su conocimiento de autores, géneros, estilos, el deseo de integrar el staff del cineasta Fernando Pérez e incursionar en el largometraje, ya que ha tenido experiencias anteriores en el corto y el mediometraje.
En estos momentos, el maquillista y peluquero se encuentra en la grabación de algunos de los telefilmes que saldrán al aire en el espacio de verano: Una calle, mil caminos, mientras hace suya cada historia, y apoya a los jóvenes realizadores y actores que se abren paso en la televisión.
La amena conversación permite constatar la ilusión, el amor y el optimismo con que José Cotta concibe la imagen de cada personaje, la entrega para lograr que los personajes deslumbren al espectador, en la pantalla o en el teatro.
- Detalles
- Escrito por: Ivón Peñalver
- Categoría: Entre tu y yo
- Visto: 290
El recorrido por el teatro (hace unos cuantos años ya) le ha hecho llevarse a casa aplausos y no pocos lauros, no obstante la cámara de televisión le agradece, a su vez, el reencuentro con el público.
Es fácil recordarla aun, por ejemplo, como Katia, en Los hijos de Pandora, madre soltera que durante años asumió esa responsabilidad con los aciertos y vicisitudes que ello entrañaba. Hoy Arianna encarna a Carmen, una mujer completamente distinta, movida bajos los hilos de la violencia, que la llevan, incluso, a perder su identidad.
Dicho así, pareciera simple pero no lo es. Me atrevería a decir que sin ser protagónico, Carmen es de las figuras más complejas en cuanto a interpretación en esta telenovela, por la cantidad de matices que alberga, incluso, en una sola escena. En tal sentido comenta Delgado:
“Carmen es una mujer que debido a todos los traumas que ha vivido, muchos de los cuales aun no han salido a la luz, se convierte en una persona con mucho miedo. Yo diría que el miedo es justamente lo que la distingue. Ella siente pánico y eso la obliga a esconderse continuamente, a cambiar todo el tiempo de aspecto físico para no ser reconocida y llega a crear una pequeña obsesión con ese tema.
De hecho hay varios personajes así en la telenovela, que lo dan todo por perdido y se rinden o, como Carmen, se esconden.
¿Cómo encarar, a tu juicio, personajes de este tipo?
Bueno, sin dudas, ese tipo de personajes son un arma de doble filo, se pueden caracterizar mucho pues ciertamente resultan seres muy extraños, escurridizos , o lo interpretas como una persona común y lo encarnas más a partir de la realidad, o sea, de las historias que uno escucha y muestran que se trata de seres a los que puedes encontrar en cualquier parte, con pasajes de vida que muchas veces no cuentan aunque detrás de determinado comportamiento escondan hechos terribles.
En ese sentido ante cada personaje que asumo aunque sean caracterizados, incluso en el teatro no realista—siempre los trabajo desde una verdad. De ahí parte todo.
Por supuesto, todas las herramientas para interpretarlos parten del teatro porque es lo que más hago y lo que más me nutre diariamente, no obstante cuando me enfrento a la televisión también asumo el mismo principio, partir de una verdad que me hace luego concederle los matices que el personaje necesita, aun cuando la televisión siempre exige más naturalidad y realismo”.
¿Cuál ha sido el mayor desafío al representar a Carmen?
Creo que justamente esto último que mencionaba: dotarlo de naturalidad y hacerlo creíble, a pesar de ser un personaje tan complejo sicológicamente, con tantos cambios de sentimientos y emociones.
Carmen está concebido y escrito de manera muy difícil porque siempre está huyendo, y a pesar de eso nos toca salvarla de alguna manera para no llevarla por el camino de la amargura total, la decepción absoluta ante la vida; en cambio, se trata de intentar salvarla, ponerle luz porque independientemente de todo lo que ha sufrido es una persona dispuesta a ayudar a los demás; que si bien ha vivido tristes experiencias le quedan fuerzas para creer en el amor y volver a enamorarse, de modo que ese pasado no la estigmatice ni marque su posibilidad de mirar hacia adelante”.
¿Cómo ha sido la recepción del televidente ante Carmen?
El público ha sido muy receptivo, de hecho siento que él suele ser muy empático conmigo, y eso es algo que agradezco mucho. Siento que la gente me cree y de alguna manera apoya mi personaje; le gusta, quiere saber lo que le pasa. A veces está un poco en desacuerdo con la huida, con haber abandonado a Pilo, por ejemplo, pero con respecto a lo demás, lo padece.”
Actriz inquieta y decidida a no dejar tras sí pendientes con la actuación, Arianna la comparte con la dirección teatral. El círculo alrededor del sol es una reciente muestra de ese otro empeño que unido a la dirección de lecturas y dramatizados conforma su amplio universo profesional, regido por el rigor y la entrega.
Galardonada como mejor actriz de reparto en la reciente entrega de los Premios Caricato, con el personaje de la madre de Ana Frank, en la obra El Diario de Ana Frank. Agnea del tiempo, dirigida por Miguel Abreu, es justo el personaje que desearía estar interpretando en estos momentos; de igual modo sueña con poder asumir en la televisión un papel antagónico, negativo, o al menos uno que roce con lo negativo, que si bien pudiera evolucionar, ante todo, le facilite desdoblarse.
Entre proyectos y más deseos por cumplir, Arianna Delgado ya inició el rodaje de la novela Sábado de gloria, dirigida por Tamara Castellanos y Ernesto Fiallo. Sin ofrecer adelantos de qué personaje asumirá en ella, al comentar sobre este reencuentro con el televidente se muestra contenta. Otro excelente motivo para desearle muchos éxitos en este difícil rumbo de la actuación, dentro del cual no deja dudas de cómo convence desde la mesura, tanto, que en medio de las tinieblas, en Viceversa, salva a Carmen.