Hombre que con la práctica, cultivó un sólido conocimiento teórico...

 

Este hombre fue un destacado director, realizador y guionista para la televisión con títulos con tanto prestigio como “Los comandos del silencio” y “Algo más que soñar”.         Espacio de Aventuras, El cuento y el Teatro en televisión lo tuvieron como un realizador importante e interesante.

Nacido en Sagua la Grande, provincia Villa Clara, el 5 de abril de 1936. Algunos meses después su familia se traslada hacia La Habana. Abuelos, tíos y primos permanecieron en el Central “Unidad”, en el municipio de Cifuentes y todos los años iba dos veces a verlos, en las vacaciones, al ingenio que sencillamente él adoraba. Su padre fue fundador del sindicato azucarero de ese Central, en plena dictadura machadista.

Desde que era pequeño fue un cinéfilo vicioso, iba al cine casi todos los días, le fascinaba el milagro de la fotografía en movimiento. Cuando llegó la televisión tenía aproximadamente 12 o 13 años y pensó que ya no tendría que ir al cine, pues lo podía tener dentro de la casa, pero se equivocó, no tenía nada que ver, la televisión de la época que era una sarta de comerciales y programas tontos, por lo tanto, le perdió el interés y siguió con su cine.

Él era contador y antes de la Revolución trabajó como tal en bancos. Al fundarse el ICAIC se trasladó a esa institución con el propósito de convertirse en cineasta, empezado a trabajar en el departamento de abastecimiento. Y en 1965 ante un llamado del entonces ICR para formar directores de TV se presentó en el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficas.

En el ICAIC

Ya en 1965 era un funcionario del ICAIC, pero fue un momento decisivo, porque allí existía un ambiente cultural intenso y gran de parte de nuestro pueblo participaba en los cine-debates semanales que fueron una verdadera escuela para todos; allí aprendió lo que era el cine de verdad y su importancia cultural. Cuando trabajó en la Cinemateca de Cuba tuvo acceso a los archivos de los grandes filmes y comenzó a ver el cine desde una nueva óptica, por encima del simple entretenimiento. También allí, gracias a la política trazada por la Revolución cubana para el cine, se formó como realizador sin realizar nada desde luego, era un cambio total y despertó en él una definitiva vocación.

Su vínculo al ICRT

                Eduardo Moya, director de “Algo más que soñar” y muchas cosas más…

Un día en la Universidad fue convocado por la Comisión Ideológica del Partido para formarse como Director de Televisión, porque algunos directores se estaban marchando del país y se iba a producir un bache en ese medio. Fueron varios los que acudieron a un curso intensivo con los directores que permanecían fieles al proceso, tuvo profesores universitarios como Mario Rodríguez Alemán y directores como Roberto Garriga, Antonio Vázquez Gallo y otros. Así fue que junto a otros entró en la televisión a cumplir una tarea revolucionaria, mantener en el aire la señal televisiva, pues en esos tiempos la televisión se hacía en vivo. Después vendría el video tape y hasta hoy…

Programa Televisivo “Mientras tanto”

Fue durante dos años asistente de Manolo Rifat, un extraordinario director de musicales de la televisión y una extraordinaria persona a quien le agradeció y recordó durante mucho tiempo. Para Eduardo Moya él era un innovador audaz, pues en condiciones muy difíciles existentes en aquellos años, encontraba soluciones estéticas innovadoras y, por lo tanto, era muy cuestionado por los más tradicionales.

Cuando terminó el curso intensivo de director comenzó a hacer algunos musicales, muy influido por la línea estética que tenía Rifat. Allí conoció a Silvio Rodríguez, en el programa “Música y Estrellas” que dirigía Manolo Rifat y en el que todas las semanas presentaba una figura nueva al público televidente. Él inmediatamente, supo que ese joven, vistiendo todavía el uniforme verde olivo, era muy talentoso.

En esas circunstancias, nació “Mientras tanto”. Pretendían hacer un programa que se separara de la concepción establecida para el espectáculo de televisión, que tuviera un peso cultural y estético diferente. Así coincidió con Víctor Casaus, el diseñador René Ascuy y Silvio Rodríguez. En ese tiempo Silvio era un manantial inagotable de canciones, componía a veces varias en solo una semana y las grababa todas semanalmente. El programa tuvo un éxito tremendo y era de cierta manera una connotación un tanto polémica. Nunca se imaginó que aquella propuesta audiovisual tenía una fuerte influencia entre los jóvenes y los compositores, así como en otros programas musicales que existían en ese tiempo. Después pasa a los dramatizados donde tuvo éxitos, entre ellos están:

Aventuras: El Gran Almirante, aventura dirigida con Ana Lasalle. Rebelión, dirección. Los Comandos del Silencio,  escrita y dirigida por él. Viva Puerto Rico libre, dirección. Por el rastro de los libertadores, guion y dirección. La retaguardia del enemigo, guion y dirección. 

Teatros: Sacco y Vanzetti, dirección. La balada de Joe Hill, dirección. Los pequeños burgueses, dirección. La agonía del difunto, dirección. Juan Palmieri, dirección. El último visitante, dirección. El proceso de Nuremberg, dirección. El rojo y el pardo, guion y dirección. Fiesta de aniversario, en co-dirección con Carlos Piñeiro. 

Novelas: Gracias por el fuego, dirección. Lo conseguirás luchando, guion y dirección. A pesar de todo, dirección. 

Serie: Algo más que soñar, guion y dirección.

Soñaron con Algo más que soñar

Según Moya, en primer lugar, el objetivo de la serie era conquistar a los  jóvenes para que ingresaran en la carrera de oficiales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). El éxito se debió fundamentalmente a que para lograr ese objetivo había que reunir un grupo de compañeros con talento y deseos de hacer.

Con Moya se unieron a su creatividad a la serie “Algo más que soñar” en 1985, otros como Eliseo Altunaga, autor y guionista de la serie; y Ángel Alderete como director de fotografía. Además de la conformación de un elenco de artistas excelentes con experiencia, se buscaron caras nuevas entre los jóvenes. Se logró reunir un elenco muy bueno. Los jóvenes trabajaron muchísimo y fueron ayudados por los actores de más experiencia. Y sobre todo por las Fuerzas Armadas, las que pusieron todo su empeño, recursos y asesoría para lograr el objetivo y éxito que tuvo.

El factor fundamental fue el amor que todos le pusieron a este empeño. El tema y la música fue del cantautor Pablo Milanés y estos temas trascendieron a los jóvenes, y también a los que ya peinábamos canas; aun hoy cuando Pablo lo canta los jóvenes le hacen el coro, sigue viva la canción, como sigue viva la necesidad de defender la Patria y la Revolución.

Moya también logró otro éxito, con su obra original “De tu sueño a mi sueño” con los actores Rolando Brito y Yackelyn Arenal en los roles principales. La serie enmarcada en las luchas de la clandestinidad en La Habana de los años ‘50 del pasado siglo XX.

El espacio Aventuras, dirigida a adolescentes y jóvenes

Según le comentó Silvano Suárez a la historiadora de la Radio y la Televisión Cubana, Josefa Brasero, la que nos lo hace saber en su libro: Televisión cubana “Ángel o Demonio”, la idea del espacio Aventuras, fue de Amaury Pérez García y Carballido Rey.

De aquella época recordamos “Veinte mil leguas de viaje submarino”, en su segunda salida al aire, ya con video tape; esta versión fue hecha por el director Eduardo Moya.

En 1969 a las 7:00 de la noche se transmitió la aventura dirigida por Moya y Ana Lasalle y con guion de Maité Vera “El gran Almirante”, con la participación especial de Raúl Selis como Cristóbal Colón.

Ya en el 1971 los capítulos de la aventura original de Eduardo Moya “Los Comandos del Silencio”, gracias a la coincidencia de la llegada del Video Tape a Cuba, se retransmitían todos los sábados, con la música original de Silvio Rodríguez e interpretación de Sara González.

En el año 75 Regresó Eduardo Moya como guionista y director a la televisión con “Puerto Rico libre”, en los principales roles protagónicos tuvimos a Pedro Álvarez, Miguel Gutiérrez y Verónica Lynn, más Norberto Blanco y el joven en aquel entonces Jorge Villazón.

En 1976 y después en 1997 se retomaron y se transmitió “Tierra o Sangre” dirigida en esta última ocasión por Eduardo Moya. En esta versión del ‘97 Moya la tituló “Todo al fuego” y fue muy bien recibida por el tema, calidad en el guion, dirección y desempeño de los actores y mejores recursos técnicos, grabada en color para la televisión.

Siempre pensó en los jóvenes cuando escribió y dirigió pues para él ellos deben perpetuar la obra iniciada en 1868, resucitada el 26 de julio de 1953 y continuada hasta su muerte, y deben conocer la historia de Cuba y la de América Latina, sobre todo las generaciones actuales, que han tenido la suerte de nacer en un país que se ha liberado para siempre de la esclavitud y la dependencia, en todos los planos.

Para Eduardo Moya la televisión fue el instrumento más importante en la lucha ideológica y cultural que libera al pueblo. Concibió la televisión como un arma fundamental de la cultura cubana para que defienda la identidad nacional, que es plural y está permanentemente en constante desarrollo, y que ayuda a los compatriotas a comprender el mundo en que viven y el futuro que deben construir.

El filme: “Sumbe”

El presidente del ICAIC, Omar González, le hizo a Moya la propuesta y él la aceptó de inmediato, pues es un admirador de la gesta heroica del pueblo cubano, como la de los internacionales. Por estas razones aceptó con alegría reflejar los sucesos históricos que acaecieron en Sumbe.

Para la creación del guion Moya se basó en testimonios reales que narraron el combate ocurrido en la localidad angolana de Sumbe, ubicada en la provincia de Cuanza del Sur. Trabajó intensamente en una investigación que lo llevó a recopilar el testimonio de más de 50 participantes, con lo que conformó una visión colectiva del suceso ocurrido en marzo de 1984.

El filme está dedicado a esos 176 combatientes cubanos que enfrentaron a cinco batallones con un armamento superior y eran entrenados por militares sudafricanos y estadounidenses.

“Sumbe” reunió un amplio elenco de reconocidos actores como: Roberto Perdomo, Fernando Hechavarría, Jorge Martínez, Renecito de la Cruz, Enrique Bueno y Alden Knight.

Grosso modo estos son algunos de los programas más relevante, aunque también hizo cuentos para TV, un programa de los años 70 llamado “Teatro Testimonio”, El último testigo, de corte judicial. Programas musicales y entre ellos muchos con Casa de las Américas y cantautores latinoamericanos.

Eduardo Moya falleció el 5 de abril de 2016, en La Habana, Cuba. El director, de “Los comandos del silencio” y “Algo más que soñar” y muchas otras cosas más…

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