Hoy, cuando muchos esperan la celebración de dos significativos encuentros de beisbol —la Serie del Caribe y el Clásico Mundial— que la mayoría disfrutará en transmisiones diferidas o en tiempo real en sus hogares o desde su móvil, recuerdo un momento de nuestra historia televisiva perdido en el tiempo.
Pocos saben o recuerdan que el primer juego de Las Grandes Ligas —mal llamada entonces Serie Mundial de beisbol— visto por televidentes no estadounidenses, tuvo lugar en La Habana y ello nos convirtió en los primeros televidentes no estadounidenses en ver los juegos completos de las Grandes Ligas, pocas horas después de celebrarse en Norteamérica.
Su edición en español, realizada por CMQ TV, fue vista luego en otras provincias cubanas y emitida por televisoras de Caracas (Venezuela), Puerto Rico y República Dominicana.
Para comprender este suceso, hay que remitirse a la historia:
Antes del 24 de octubre de 1950, cuando el Canal 4 (Unión Radio TV) —nuestra televisora pionera— difundió durante su primer día de programación, el control remoto del encuentro entre los equipos de beisbol Almendares (capitalino) y el Cienfuegos, desde el estadio del Cerro.
Tal decisión fue avalada por años de difusión continua de los principales eventos deportivos estadounidenses —especialmente beisbol y boxeo— en difusión diferida y en vivo. Todos sabían que este deporte tenía aseguradas sus audiencias.
La difusión de estos espectáculos deportivos foráneos fue propulsado y patrocinado esencialmente por las trasnacionales electrónicas norteñas. Recordemos que, aunque muchos identifican a estos consorcios solo como productoras de la tecnología radial-televisiva, las mismas impactaron de diversas maneras a nuestra sociedad:
- Cómo accionistas principales de los más importantes consorcios mediáticos norteños estimularon su afiliación a las empresas cubanas afines.
- Cómo líderes tecnológicos del sector, propulsaron la innovación tecnológica; convirtiendo a Cuba en un laboratorio experimental de sus equipos y de las emisiones radiales-televisivas entre Cuba y EE.UU.
Junto a ellas llegaron sus fabricantes de bienes de consumo —Ej. Cuchillas Guillete— y exportadores de servicios – Ej. National Airlines- devenidos gestores vitales de sus emisiones conjuntas y de las múltiples estrategias mercantiles–comunicativas diseñadas por las publicitarias y volcadas a nuestras publicaciones impresas.
En octubre de 1950, nuestra extensa fanaticada radial clamaba por las imágenes del primero y más popular de los eventos deportivos norteños conocido en Cuba:
Teniendo las audiencias y el mercado, solo faltaría entrenar a narradores y técnicos en los modos de hacer audiovisuales y lograr la formula tecnológica capaz de difundir las imágenes en movimiento entre ambos países y obtener la exclusividad de su ulterior emisión televisiva.
El 28 de junio de 1953, The Havana Post —publicación en lengua inglesa editada en nuestra capital— publicó califica de “insólito el rumor de que el Canal 11 habanero transmitiría la Serie Mundial de beisbol estadounidense en directo desde New York, instalando una cadena de microondas en embarcaciones situadas a lo largo de la costa este norteña.” El 31 de julio siguiente, publica las declaraciones de J.H. Lawrence —experto de la RCA norteña— quien asevera que “la televisión trasatlántica estaba al doblar de la esquina.”
El Departamento técnico de CMQ TV (Canal 6) —filial de la NBC norteña pujaba con el resto de nuestras televisoras por lograr la primicia de su emisión televisiva. En lugar de sentarse a esperar por dicha tecnología, aplicó su creatividad innovadora a la tecnología existente entonces.
En 1953 logra dar el punto de giro en las transmisiones de eventos deportivos estadounidenses en nuestro país, al transmitir por su cadena nacional su emisión diferida, pocas horas después de culminar este juego en su país.
El muestreo realizado en las publicaciones habaneras entre 1953 y 1958, revelan los avatares de esta epopeya tecnológica. ¿Cómo lo lograron?:
La cadena norteña NBC capta la señal del stadium de New York y la envía costa-costa por cable coaxial y microondas. En el Canal 4 (WTVJ) de Miami, tres cámaras de CMQ TV copian sus imágenes en cintas fílmicas reversibles (kinescopios). El procesamiento acelerado en modernos equipos estadounidenses permitió que en menos de una hora estuviera listo el primer rollo con los tres primeros innings, que inmediatamente se enviaría en avión constellation hacia Rancho Boyeros, donde tres motos de la policía escoltarían a los ejecutivos cubanos hasta su arribo a Radiocentro, el emporio de los Mestre-Espinosa.
En menos de quince minutos, Fernando Manito —director de la emisión— organiza su edición, sustituye sus anuncios por los cubanos y Cuco Conde graba su voz sobre la original de Mel Allen.
Así, rollo tras rollo, menos de dos horas y media después de celebrarse en Norteamérica los cubanos vimos a los Yanques de New York y a los Dodgers de Brooklyn: antes que culminara su encuentro en el Yanquee Stadium.
Narradores: Cuco Conde, Fernandito Menéndez y German Pinelli.
Animadores-locutores de comerciales: Manolo Ortega y Núñez de Villavicencio.
Directores de emisión: Roberto Miranda y Erick Kaupp.
Patrocinadores: Cuchillas Guillete y Malta Hatuey de la firma cubana Bacardi.
Inicialmente, emite esta serie a las 4 p.m. y a las 10. 30 p.m. bajo el nombre Los juegos vistos inmediatamente después del último out. En octubre, lo hizo entre 3 y 5.15 p.m., y los retransmitía a las 10.30 p.m.
Ese mismo día, el representante de Guillete en Cuba, Layman Cameron, inspecciona en Miami la calidad de las cintas que también envía a otros países.
Ese año de 1953 un comentarista de The Havana Post dijo desconocer la tecnología con la que esta Serie llegaría a Cuba. No obstante, esa publicación despliega una intensa apoyatura a CMQ TV (Canal 6), filial de la norteña. Ese 18 de septiembre comentaba:
“Se ha hablado de la posibilidad de transmitir la Serie Mundial directamente de Miami-La Habana. No pensamos que pueda hacerse ahora. Si se hace, será uno de los mayores eventos de la historia deportiva cubana. Los fanáticos podrían ver los juegos desde sus pantallas, en todos sus detalles. Sería la primera vez que un gran evento deportivo como este se televisara fuera de EE.UU.”
Mientras, el periódico Diario de La Marina, anuncia:
“Vea la Serie Mundial por el canal 6 a las 4 p.m., y a las 10. 30 p.m. Los juegos vistos inmediatamente después del último out. Orgullo para CMQ anunciar la próxima transmisión de la Serie Mundial a través de todos sus canales en la Republica; acontecimiento de resonancia pues los juegos serán exhibidos dos horas después de realizarse en Miami. La Serie Mundial por CMQ TV, el hit del año en el video.”
El 23 de septiembre publica:
“Felicitamos a CMQ y su staff por la cobertura del mayor evento deportivo de USA.”
El 1 de octubre se anuncia en sus páginas:
“La Serie Mundial será televisada directamente a La Habana, el próximo mes, siempre que las compañías de televisión se unan en el negocio. En los EE.UU. las cadenas de microondas pertenecen a las empresas telefónicas quienes las arriendan a las transmisoras, abaratando el costo de operación. En Cuba, una cadena de microondas pudiera establecerse y completarse por las estaciones televisivas reduciendo el costo. Sin embargo, la rivalidad entre nuestras estaciones televisivas impide que reconozcan que lo mejor es unirse.”
Mientras que el 2 de octubre dice:
“Excelente show el miércoles, el Canal 6 con la serie. El personal del staff de CMQ, trabajo y arreglo todo como un reloj. (…) Quizás en el futuro haya transmisiones directas desde New York (…) partiendo del esfuerzo del Canal 6 por llevar a los televidentes cubanos, un asiento de grand stand en el mayor evento deportivo del año. Merece el aplauso total.”
La Revista Bohemia publicó el 11 de octubre:
“El día de la primera transmisión, el avión de carga piloteado por el Capitán José Pérez Menéndez —hermano del narrador Fernandito— arribó con el último rollo en condiciones atmosféricas difíciles. Le orientaron ir hacia el aeropuerto de San Antonio, pero pidió autorización para descender en Rancho Boyeros para no afectar la transmisión. Los motociclistas de la Policía estaban expuestos a la lluvia y a los peligros de patinar. Las emisiones sirvieron para demostrar el mérito de los productores cubanos quienes con tres y cuatro cámaras lograron tanta o más calidad que los norteños con seis. Roberto Miranda y Erick Kaupp nada tenían que aprender de sus colegas del Norte. Sobre este esfuerzo, German Pinelli dijo «El pueblo sabrá agradecerlo a los patrocinadores y a CMQ».”
La Revista Radiomanía y TV, en noviembre de 1953, tuvo los siguientes titulares sobre la Serie Mundial de Beisbol:
“*Kinescopios llegaron en avión de PAN American. *German Pinelli entrevista a los motociclistas de la Policía, que los custodiaron. *El pisicorre de CMQ, portaba una tela con este mensaje: Conduce película del Juego de la Serie Mundial, hoy por CMQ TV. *Jess Losada entrevista a Luis Augusto Mestre.”
La escalada ulterior de la innovación tecnológica televisiva llevaría a los cubanos a la recepción y difusión directa en Cuba de las imágenes televisivas emitidas desde ese país y, finalmente, a su intercambio directo de imágenes en movimiento entre ambos países; sucesos que nos convertirían en pioneros de la televisión trans-frontera en Las Américas y en Iberoamérica. Pero ya esas son otras historias…
CARTELERA DE CANALES NACIONALES
