Los medios de comunicación audiovisuales deben contribuir al conocimiento de los valores estéticos
Una voz que pertenece por entero a nuestro acervo es ajiaco, pues constituye una metáfora sobre la formación del pueblo cubano. El proceso de la cubanidad se ha nutrido de elementos nuevos y crudos acabados de cocerse.
Toda cultura es creadora, dinámica, esencialmente un hecho social, y la nuestra, con el hervor histórico ha sedimentado sus esencias en una mixtura rica que tiene su propio carácter creativo. Por estos días, se huelen aromas, se paladean sabores, se escuchan y bailan músicas.
Lo que algunos llaman proverbial musicalidad del pueblo cubano enfatiza la rítmica, la propensión al baile y al canto en un contexto en el cual están presentes múltiples inflexiones avaladas por el desarrollo evolutivo de la cultura.
“Demos diversidad para escoger unidad”. Esta idea del maestro Leo Brouwer merece liderar en el panorama sonoro y rítmico de la nación donde concluyen conceptos, raigambres, estilos, formatos, visiones poéticas, instrumentos, experimentaciones disímiles en convocatorias de diversa índole.
Para que la música pueda ser valorada por las actuales y las venideras generaciones, debe ser interpretada, también editada y grabada, de lo contrario no puede cumplir su función social y comunicativa. Pero no todo lo valioso que se registra llega a los diferentes públicos mediante la Radio y la Televisión.
Apenas se difunden los fonogramas galardonados con el Gran Premio Cubadisco 2015, O, Yes, de la maestra Digna Guerra y el Coro Entrevoces, si bien tiene mayor presencia sobre todo en la radio el álbum La vuelta al mundo, de Alexander y su agrupación Havana D´Primera.
El conocimiento de la legitimidad de formas raigales devueltas como forma artística de significación estética contribuye a preservar el patrimonio musical.
Similares olvidos o silencios padecen en los medios de comunicación masiva, cultores de estructuras sonoras más elaboradas, así lo demostró el 28vo Festival de La Habana de Música Contemporánea, que presentó un diverso programa en homenaje a los compositores Edgardo Martín y Félix Guerrero y la pedagoga Carmen Valdés en el centenario de su nacimiento.
Tras cuatro años de ausencia y 35 de fundado, el Festival de Música Popular Cubana Benny Moré volvió a sus predios, Santa Isabel de las Lajas y Cienfuegos, para evocar al sonero mayor, denominado el Bárbaro del Ritmo, justos atributos que distinguieron su valía y genio popular.
El registro de dicha experiencia por los telecentros pudo amplificar a todo el país el retorno de un Festival que merece larga vida.
En la llamada isla de la música notables creadores fortalecen nuestra identidad sonora y rítmica. El sistema de enseñanza artística forma a compositores e intérpretes con preparación cultural y técnica que nutren mediante sus saberes lo más novedoso del panorama cultural.
Urge aprovechar la formación de especialistas, músicos talentosos, instrumentistas de alto nivel, pedagogos e instructores de arte. La influencia de los medios de comunicación es indispensable en esta batalla por la cultura musical de Cuba, sin el sistemático acompañamiento de la Radio y la Televisión no es posible obtener el éxito y los resultados a los que aspiramos para contribuir a la formación del gusto desde edades tempranas, en este sentido son indispensables acciones y un constante movimiento de promoción.
Las músicas “sabrosas” y genuinas abren caminos hacia el conocimiento de nosotros mismos y de nuestra extraordinaria cultura que bebe de fuentes inagotables en la riqueza del universo cultural, natural y espiritual.
CARTELERA DE CANALES NACIONALES
