La Casa de las Tejas Verde, que da entrada a Miramar, un local restaurado por la Oficina del historiador de la ciudad, fue el escenario de la reunión de balance del Canal Cubavisión. No podía ser de otra manera. Rafael Pérez Ynsua, actual director del canal, nunca realizaría la primera reunión con su colectivo en un local cualquiera, sin que lo rodee lo místico y bello de una arquitectura singular.
Y como si eso fuera poco, a la medida de un ejecutivo joven amante de las nuevas tecnologías, no leyó un informe: mediante la proyección de esquemas comentó sobre lo que es y lo que debe ser Cubavisión.
No solo él, convocó a hablar a responsables de los grupos creativos y a los artistas, por supuesto. No fue una reunión de quejas o de llanto por recursos, sino un encuentro entre creadores para mediante un diálogo abierto y sincero, sobre una base conceptual, hablar de la televisión que queremos.
El texto base de ese informe dice “Una televisión de calidad para nuestros televidentes lleva consigo el esfuerzo de todo un equipo de profesionales que desde su puesto faciliten la realización de los procesos que tributan al logro de una programación como la pensada desde el canal Cubavisión. En el contexto actual el consumo audiovisual se diversifica imponiendo nuevos retos a los medios de comunicación, por lo cual el accionar de nuestra televisión requiere ideas renovadoras que aseguren los resultados a la altura del momento actual.
El desarrollo de discursos alternativos, cercanos a la realidad de los cubanos y que a su vez se inserten en el contexto de los sitios de redes sociales con contenidos personalizados es un reto que hemos asumido para el año 2020.
Le proponemos esta mirada y la proyección 2020 de cada grupo creativo que contribuye a la conceptualización del diseño de programación del canal Cubavisión, siendo este el mejor regalo que se le puede entregar a la Televisión en estos 70 años, que de ellos 60 son de televisión revolucionaria y por lo tanto auténtica.”
Con respaldo de presupuesto hay telefilmes dirigidos a jóvenes, teatros, cuentos, miniseries para los mayores y propuestas que se insertan en la programacion variada, haciéndolas con mayor calidad.
Importantísimo que esos proyectos nacieron casi todos teniendo en cuenta los públicos, sin ellos no tiene razón para existir la televisión. Y a propósito, a pesar de que la televisión cubana y especialmente Cubavisión tienen nichos importantes de televidentes, “el canal de todos” no estará ajeno a la multimedialidad sin excluir ninguna plataforma. Es importante tener en cuenta a INTERNET porque cada vez son más los jóvenes que ven la televisión por las pistas del ciberespacio.
A propósitos tan loables como son los objetivos de trabajos, todos encaminados a lograr que el Canal tenga una identidad propia con una oferta de calidad y entretenida, le salta la pregunta que se hicieron allí algunos participantes ¿Se le entregarán los recursos a las personas idóneas para un programa, unitario o no, de ficción o para un musical?.
En lo personal pienso que el registro del creador le permite hoy a la televisión en general, y a Cubavision en particular, poder contratar servicios de buenos profesionales que aportarían además los equipos.
El problema es que no puede ser que Perico Pérez haga un pésimo teledrama hoy y su premio sea hacer otro. Hay muy pocos recursos para entregarlos a personas que pueden ser muy buenas, pero son incapaces de realizar un producto audiovisual digno, mucho más en la actualidad cuando al menos tres millones de cubanos, con teléfonos conectados a INTENERT, tenemos acceso a lo bueno, regular y malo que se realiza en cualquier punto del planeta.
Para finalizar, el balance de Cubavisión mostró que sólo a pocos meses de estar dirigiéndolo, Rafael Perez Ynsua demuestra que con diálogo, un poco de estimulo y trabajo, se consigue un ambiente de creación, el único que puede generar buenos y atractivos productos audiovisuales.
No por gusto preside el informe el exergo de Dulce María Loynaz “… el que no ponga el alma de raíz, se seca”. Polisémico verso que llama a sembrar almas en la raíz del trabajo diario, para que no se seque sin ver los frutos.
CARTELERA DE CANALES NACIONALES
