La fuerza de lo posible

En la tarde del 9 de mayo de 1995, en ocasión del aniversario 75 del natalicio de la Heroína de la Sierra y el llano Celia Sánchez Manduley , salía al aíre por primera vez y ya de forma oficial el Centro de Televisión de la provincia de Granma con el nombre de CNC, Crisol de la Nacionalidad Cubana.

Era la realidad de un sueño largamente acariciado, el empeño común y el deseo manifiesto de los habitantes de una provincia en pleno desarrollo…. Entonces se improvisó un pequeño local en la calle Pedro Figueredo, en Bayamo, una cámara con varios años de uso y personal apenas preparado: no era una locura, llevaba en sí la fuerza de lo posible.
Los que sabían algo de televisión, prestaron sus manos. los que llegaban nuevos trataban de aprender y entre pequeñas victorias y muchos contratiempos, creció, para orgullo de todos, nuestra televisión comunitaria, diseñada para promover el talento territorial y vernos, los granmenses, desde nuestra propia perspectiva.

Proyecto comunitario de gran envergadura, la televisión granmense, ha sabido en estos  años reflejar el quehacer del pueblo, su identidad, su idiosincrasia, su naturaleza y todo aquello que lo distingue, a la vez que creció en corresponsalías y dos nuevos telecentros municipales.
Un inmueble adaptado nos acogió durante unos años en la calle José Martí y luego en el año 2010 ocupamos nuestro nuevo telecentro, flamante, hermoso, como jamás pensamos … Con un estudio que ni soñamos aquella primera vez. El telecentro nuevo, como todos lo llamamos, se inserta con una arquitectura sencilla, pero funcional al entorno de la zona de desarrollo de la capital granmense.

Aquí también vivimos nuestros sueños, aquí hemos creado, hemos hecho de él nuestra gran casa, que fluye cada mediodía y cada tarde como un crisol que se abre a la comunidad….
Por eso, estoy segura de que ninguno de los que éste nueve de mayo cumpliremos  años de perseverancia común, olvidaremos aquella primera vez , en que lanzamos al aire nuestra primera trasmisión, imperfecta, quizás poco profesional, pero que sin dudas llevaba la fuerza de lo posible, la fuerza indiscutible de la esperanza.