He leído que Las Tunas tomó su nombre de los cactus homónimos que, dicen, abundan por la región. Yo nunca me he hincado en esa zona, ni cuando pasaba por ella en mis viajes de este a oeste, ni cuando he visitado la ciudad, también conocida como El balcón del oriente cubano o La capital […]
Yo nunca me he hincado en esa zona, ni cuando pasaba por ella en mis viajes de este a oeste, ni cuando he visitado la ciudad, también conocida como El balcón del oriente cubano o La capital de la escultura cubana que, a propósito, celebra este año su aniversario 225.
Según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas de 2012 cuenta con 198 361 habitantes y se fundó en 1796, donde estaba la rica hacienda ganadera de Jesús Gamboa, lugar de confluencia del comercio de otros territorios como Puerto Príncipe, Bayamo y Manzanillo.
Se le otorgó el título de villa en 1848 y el de ciudad por Real Cédula en 1853.
Es la cuna del valiente y polémico Vicente García, un verdadero ídolo para sus coterráneos, que en 1876 durante La guerra de los Diez Años convirtió a su ciudad en una hoguera antes de que cayera de nuevo en las manos españolas, de las que él y sus mambises la habían liberado.
El Hórmigo, el primer periódico de la zona, salió el 6 de noviembre de 1859 y el 28 de febrero de 1860 se publicó el primer libro Flores del alma, de Manuel Agustín Nápoles Fajardo, hermano de otro mito tunero Jual Cristobal Nápoles Fajardo, El Cucalambé. Periódico 26, el actual periódico provincial, se fundó en el 26 de julio 1978.
En 1954, el 20 de septiembre, salió al aire Radio Circuito, antecesora de la actual Radio Victoria. Historia, cultura, periódico, radio son los precedentes comunicativos de TunasVisión que fue inaugurado el 30 de diciembre de 1999.
EL AYER DEL HOY
El 19 de febrero del 2012 Juan Morales Agüero cuenta en su blog:
Exterior de TunasVisión
“Aunque el telecentro TunasVisión se fundó el 30 de diciembre de 1999, en un edificio del reparto Buena Vista, como un referente en los anales de la pantalla chica tunera, la historia de la televisión territorial debutó 30 almanaques antes.
Es decir, en 1969, cuando el periodista Ángel Luis Beltrán Calunga (1) y el camarógrafo José Lobón Palau (Pepe), residentes a la sazón en la ciudad de Puerto Padre, enviaron, en su flamante investidura de corresponsales acreditados en la comarca, su primer material reporteril para el canal Tele Rebelde, pionero de los telecentros del país, inaugurado en Santiago de Cuba el 22 de julio de 1968.
Cuando Beltrán Calunga -hoy reportero del semanario santiaguero Sierra Maestra- pasó a desempeñar el cargo diplomático de Agregado de Prensa en la Embajada de Cuba en Jamaica, lo sustituyó en su puesto Alfonso Naranjo Rosabal, quien años después haría época como presentador de noticieros en la emisora provincial Radio Victoria.
Por entonces ya Las Tunas tributaba sus informaciones para la holguinera Tele Cristal. En 1983, el reportero Joel Lachataignerais Popa (Lacha) -hombre formado en la radio- se sumó al team como corresponsal jefe.
Luego se incorporaron Isidro Rodríguez (luminotécnico y chofer) (2) y Ramón Acosta (editor) (3), quienes se mantienen en las mismas labores.
Formaron también parte de la plantilla, en diferentes momentos, los periodista Ubiquel Arévalo Morales (fallecido luego en un accidente de tránsito) y Rafaela Balanza (actualmente directora en La Habana del Canal Educativo 2) (4), así como los camarógrafos Valentín Barrueta y Reymundo Betancourt.
Durante un tiempo carecieron de local, hasta que el primero de septiembre de 1984 se inauguró la Corresponsalía de Televisión de Las Tunas, en el inmueble que hoy ocupa la sede territorial de la Unión de Historiadores de Cuba, próxima a la Plaza Cultural, en el corazón de la ciudad».
EL SUEÑO ALCANZADO
En una entrevista la madre de TunasVisión, la periodista Rafaela Balanza me contó:
“Yo fui el instrumento que sirvió para realizar el sueño de los tuneros. Entonces no había canales en todo el país. La mayoría de lo que salía por Telecristal era de Holguín. Como corresponsal tenía que ir a aquella ciudad. Imagínate, a veces con una semana de anticipación.”
Rafaela me narra que un día el entonces Primer Secretario del partido en la provincia, Misael Enamorado, le dijo:
“Busca dónde vamos a hacer el telecentro. Me moví, encontré una construcción abandonada. Busqué un arquitecto amigo que me hizo el proyecto gratis.
Se hizo con la voluntad de mucha gente que ayudaran. De hecho fui la inversionista. Cuando la construcción estuvo terminada, editamos en Las Tunas.
Hacia el 2000 ya funcionaban todos los telecentros, con equipos de punta. Hubo que preparar personal con rapidez. Montar la acústica. Se convocó a jóvenes con nivel escolar y aptitudes, desde un principio. Aprendí la televisión a golpes.
Fue bastante intuitivo, escogimos el personal que pudieran hacer de todo. El que hizo cámara, hizo edición. Se especializaron y fueron repartidas las plazas.”
Agrega que “Salvador Hechevarría es padre de TunasVisión, Salvi era mi seguridad en Holguín y luego ayudó en Las Tunas. Yo tenía que trabajar para hacer de mi corresponsalía un telecentro.
En el 2000, cuatro meses después de iniciar nuestras transmisiones, fue el festival de telecentros y obtuvimos premios. Ha sido una cantera de buenos profesionales.
Mi lucha era no trabajar por el festival. Sostengo que el hecho cultural más importante en ese tiempo en las Tunas fue TunasVisión porque ayudó a transformar, a enriquecer a los tuneros”.
En su tesis Memoria histórica del telecentro TunasVisión de 1999-2014, Ariana Urquiza Cordero apunta que:
“Televisión comunitaria es reflejo del quehacer político, económico, social y cultural del territorio al que pertenece, siendo la comunidad sujeto y objeto de la comunicación en un proceso de interactividad social que propicia la transformación del medio social mediante la creación de valores y la elevación del nivel cultural.”
Ariana reproduce una frase que me gusta: la televisión comunitaria no es “Ni pulpo, ni púlpito: pálpito”. Pálpito porque debe estar cerca de la comunidad a la que se dirige, para que sea un espejo de ese conglomerado de personas con diversos intereses pero unidas por el terruño.
Actualmente se habla de televisión territorial, pero si se trata de pálpito de un conglomerado, es más acertado comunitaria que nace de comuna o grupo de personas. La tv no se hace para territorios, sino para seres humanos, en fin para la comunidad.
Hoy TunasVisión tiene una parrilla formada por 22 programas que van desde propuestas culturales, económicos hasta infantiles.
El Telecentro ha hecho un notable esfuerzo en la gestión patrimonial y han logrado preservar materiales que pasados veinte años tienen importancia histórica.
Sus periodistas y realizadores han ganado múltiples premios tanto en los Festivales de Telecentros, de Televisión o de la Unión Nacional de Escritores y Artistas (UNEAC).
Aunque los lauros no siempre son muestras de lo mejor, cuando se trata de un colectivo y diversos jurados, algo especial tiene lo que crean cuando despierta el aplauso.
No creo que el TunasVisión sea el reflejo ideal de la tierra de las esculturas, pero si es un buen pálpito de eso que llaman tuneridad y llevan sus hijos más auténticos.
*1 Fallecido
*2 Jubilado
*3 Jubilado
*4 En otras funciones
TOMADO DEL SITIO OFICIAL DEL INSTITUTO CUBANO DE RADIO Y TELEVISIÓN
CARTELERA DE CANALES NACIONALES
