Desde pequeña me fue inculcado el amor a la naturaleza y a los seres vivos que la componían. De los primeros momentos de mi aprendizaje recuerdo, de manera lejana, la dulzura de mis primeros maestros, la paciencia, el amor que se nos inculcó al cuidado del medio ambiente; ese espacio en el que se desarrolla la vida en el planeta Tierra y que abarca a los seres vivos y a los elementos no vivos creados por la mano de los seres humanos.
Con el paso del tiempo, el cuidado hacia el medio ambiente, aunque se tiene presente, deja de ser primordial en nuestras vidas, sin embargo, está ahí.
El 5 de junio pudiera ser un día como otro cualquiera, pero cuando en 1972, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en su primera jornada de la conferencia sobre el Medio Humano en Estocolmo designara este día como el Día Mundial del Medio Ambiente, los años posteriores a este quedarían fijados de manera diferente en el calendario.
“Una sola Tierra” fue precisamente el lema de esa conferencia para recalcar que este, nuestro hogar, nuestro planeta es uno solo y de ahí la importancia que tiene cuidarlo y salvar la vida y sus recursos naturales; tarea fundamental de los seres humanos.
Cuba es sin dudas uno de los países que promueve y trabaja intensamente en la creación de nuevas y efectivas políticas que ayuden a sus ciudadanos a convivir en armonía con el medio ambiente que les rodea.
La Ley del sistema de los recursos naturales y del medio ambiente es un ejemplo claro de lo que hacemos. En estos momentos, el país se encuentra enfocado en rescatar las áreas dañadas por las manos del hombre, además de contribuir al rescate y cuidado del medio ambiente.
Pero… ¿Cuánto nos falta aun por hacer? ¿Cuánto camino debemos recorrer para alcanzar nuestros verdaderos objetivos? ¿Qué hace la televisión cubana para reflejar, en sus espacios comunicativos, el actuar de un conjunto de hombres y mujeres en el rescate de la flora y la fauna?
El medio ambiente nos provee y nos salva; hacer las paces con la naturaleza, sin dudas, debería llevarnos por el buen camino. Entender la magnitud y ser conscientes del daño que le hacemos al medio ambiente puede ser la mejor manera de avanzar hacia un futuro sostenible.
Por otra parte, el cambio climático que afecta al planeta representa un evidente deterioro del medio ambiente. La contaminación ambiental, la desaparición de diversas especies de animales y plantas, son pruebas del terrible daño que el ser humano es capaz de ocasionarle a la Tierra.
En el caso de la televisión cubana, muchos han sido los esfuerzos por reflejar esta realidad y, aunque algunos intentos son más acertados que otros, no cabe dudas del empeño que hay detrás de cada trabajo realizado.
La televisión cubana, a pesar de los esfuerzos que ha realizado para reflejar en sus programas la realidad medioambietal, y pese a las campañas publicitarias que incentivan a cuidar el medio ambiente, aun necesita crear más espacios que promuevan y eduquen, sobre todo a los sectores más jóvenes, al amor a la naturaleza y al entorno que los rodea.
Recuerdo el programa Entorno, dedicado a la proyección y difusión de temas sobre el medio ambiente. Transmitido en la televisión cubana hace algunos años, su conductor, José Ramón Cuevas, te llevaba de la mano a descubrir todas las bellezas presentes en la naturaleza.
Hábitat, programa que sale al aire por temporadas, en varios canales nacionales, y que se trasmite desde el 2013 logra evidenciar la existencia de la flora y fauna cubana.
Programas como Entorno, en el pasado, y Hábitat, ya en el presente, sirvieron para reflejar la realidad de la naturaleza en un archipiélago donde coexiste una gran diversidad de animales y plantas que, gracias al actuar del hombre, es especialmente protegida.
Sin embargo, existen proyectos comunitarios enfocados en el rescate y la protección del medio ambiente a los que no se les ha brindado la suficiente cobertura mediática.
Dar más importancia en la televisión a estos espacios, vincular a los más jóvenes en la realización de estos programas serían posibles soluciones.
Que el día de medio ambiente no sea solamente el 5 de junio; no sea solamente un día al año. Debemos hacer extensivo el cuidado del medio ambiente al resto del año, a nuestras vidas, y entender que tenemos una sola tierra.