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- Escrito por: Dirección de Comunicación TV Cubana
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Falleció el querido actor Mario Limonta
En horas de la tarde de hoy falleció el reconocido actor y locutor de la radio, la televisión, el cine y el teatro cubanos.
Nacido en Guantánamo el 19 de enero de 1936, su vinculación al arte comenzó en su provincia natal, como declamador en la emisora radial. En 1955, terminó sus estudios de bachillerato y se trasladó a La Habana para estudiar Derecho, aunque sólo terminó el primer año. Debutó en el programa de aficionados La corte suprema del arte, donde alcanzó la categoría de Estrella Naciente. En 1959, comenzó a trabajar en el Circuito Nacional Cubano, hoy Radio Rebelde, en espacios dramáticos. Entre estos su pueblo lo recordará siempre por su trabajo en el personaje Sandalio de Alegrías de Sobremesa y Guaitabó, de la novela La Flecha de Oro.
Hasta 1965, perteneció al grupo teatral Guernica del Teatro Nacional donde interpretó protagónicos en Bodas de sangre de García Lorca, Las impuras de Miguel de Carrión y Las vacas gordas de Abelardo Estorino. En la televisión desarrolló una larga y exitosa carrera en teleteatros, telenovelas, comedias, aventuras y seriales. Su personaje del Sargento Arencibia en el legendario programa San Nicolás del Peladero, al lado de la también actriz Aurora Basnuevo, su compañera de vida, así como con María de los Ángeles Santana y Enrique Santiesteban, es muy recordado por el público televidente.
En 1964, realiza su primer protagónico en el cine, en el filme La decisión, dirigido por José Massip. Más tarde, a partir de 1967 llegarían otras producciones como Asalto al tren central, De cierta manera, El Brigadista, Miel para Oshún, Retrato de Teresa, y Barrio Cuba del director Humberto Solás, que le valieron premios en Cuba y el extranjero.
Entre otros tantos lauros, le fueron otorgados:
Premio al Mejor Actor de Reparto. 46 Festival de Cine de Cartagena, en 2006.
Mención especial en el concurso Caricato de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.
Premio Paoa al mejor actor de reparto. XIII Festival Internacional de Cine de Viña del Mar. Chile, 2001 por Miel para Oshún
Distinción Gitana Tropical 2012
Premio Lucía de Honor del Festival de Cine de Gibara, Holguín, 2022.
Sello 65 aniversario del ICAIC, 2024.
La Distinción por la Cultura Nacional,
Y por la obra de toda la vida recibió el Premio Nacional de Televisión 2009
El Premio ACTUAR 2014 y el Premio Nacional del Humor 2016.
Por decisión familiar, las honras fúnebres serán informadas oportunamente.
En nombre de la Radio, la Televisión, la Cultura y el pueblo cubano, nuestras más sentidas condolencias a familiares, colegas y amigos.
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- Escrito por: Félix A. Correa Álvarez
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El músico cubano Enrique Bonne Castillo, conocido por ser el creador del contagioso ritmo pilón, falleció este martes en Santiago de Cuba a los 98 años. Su muerte fue confirmada por la primera secretaria del Partido Comunista en Santiago, Beatriz Johnson Urrutia, quien destacó que Bonne deja "un invaluable legado de cubanía en la cultura local y nacional".
Reconocido como una de las figuras más influyentes de la música cubana del siglo XX, Bonne recibió el Premio Nacional de Música en 2016 y el Premio Nacional de Televisión en 2018, honores que resaltan su trascendencia en la historia cultural de la isla.
Un legado marcado por la innovación musical
Nacido el 15 de junio de 1925 en Santiago de Cuba, Enrique Bonne Castillo desarrolló desde joven un profundo amor por la música. Este santiaguero se destacó como compositor, arreglista, percusionista y director de agrupaciones musicales. Su obra más representativa fue la creación del ritmo pilón, un género que nació de su capacidad innovadora para fusionar elementos del son cubano y la música popular con las raíces afrocubanas. Este ritmo conquistó al público en los años 60 con temas emblemáticos como Manigueta, manigueta y Llegó la Zafra, interpretados por la orquesta Los Guaracheros de Oriente.
El pilón no solo marcó un antes y un después en la música cubana, sino que también representó un homenaje al espíritu laborioso de los trabajadores cubanos. Su ritmo dinámico y alegre trascendió fronteras y sigue siendo un símbolo de la riqueza cultural de Cuba.
Una carrera multifacética
Además de su labor como músico, Bonne desempeñó un papel fundamental en la promoción cultural de Santiago de Cuba y la región oriental. Representó a la Asociación de Autores como director de la Empresa de Victrola La Vic-Cuba en la antigua provincia de Oriente, consolidando su influencia en la industria musical.
Cuando se inauguró la televisión en Santiago, Bonne asumió la dirección de la programación musical, y más tarde ocupó cargos relevantes como jefe de programación y de otros departamentos. Su visión artística y organizativa lo llevó a integrar durante 29 años la Comisión del Carnaval, uno de los eventos culturales más significativos de la ciudad, donde contribuyó a enaltecer las tradiciones populares.
Asimismo, fue un destacado director de espectáculos artísticos, supervisando eventos gubernamentales y actividades culturales en lugares emblemáticos como La Gran Piedra y el Motel Versalles. Estas contribuciones lo posicionaron como un pilar de la vida cultural santiaguera.
Reconocimientos y trascendencia
A lo largo de su extensa trayectoria, Enrique Bonne Castillo recibió numerosos reconocimientos por su aporte a la música y la cultura cubanas. El Premio Nacional de Música y el Premio Nacional de Televisión no solo celebraron su carrera, sino también su capacidad para innovar y preservar las tradiciones culturales.
La noticia de su fallecimiento ha provocado una profunda tristeza en el ámbito artístico y cultural de Cuba, donde será recordado como un símbolo de cubanía y creatividad. Su legado perdurará en las generaciones futuras, que seguirán disfrutando de su música y aprendiendo de su ejemplo.
Enrique Bonne Castillo deja un vacío irreparable, pero su obra seguirá iluminando la identidad cultural de Cuba.