Luis Rielo, actor cubano fundador de CMQ Televisión, recuerda sus experiencias en el espacio Aventuras interpretando personajes negativos como Malpica en El Zorro y el sargento Asín en El Halcón Negro

Luis Rielo recorre las calles del municipio capitalino de Centro Habana; mientras observa cada detalle a su alrededor. Aún conserva el ímpetu del joven que soñaba con ser actor. Se detiene frente a la tienda Flogar y comienzan a brotarle los recuerdos.

“Aquí antes había un televisor y más de cien personas afuera viendo las aventuras –dice con el tono de su  reconocida voz-. En 1954 existían pocos televisores en Cuba, la mayoría estaban en las vidrieras de las tiendas. Yo vivía en un edificio de la calle Lealtad y los vecinos, niños y adultos, iban para mi casa a ver los programas porque teníamos uno.

“Fue un fenómeno que no se puede repetir porque ya no hay forma de volver atrás. Si un día inventan una máquina del tiempo, se podrá ver lo que pasaba en aquella época. A veces pienso en las aventuras y me invade la nostalgia”.

Rielo comenzó su carrera en el año 1954, actuando como extra en los estudios del edificio donde actualmente se encuentra el cine Yara, en el Vedado. “Desde entonces los directores me veían trabajando con responsabilidad y disciplina. Cuando llegaba al ensayo en seco, ya me sabía la letra del guion. Mientras todos estaban leyendo, yo lo estaba diciendo de memoria.

“En 1956 ya era un actorcito que despuntaba. En la aventura Carlos Valiente, que se transmitía por CMQ TV al mediodía, interpreté a un asesino silencioso llamado Marcus. Ese fue mi primer personaje negativo en la televisión”.

A partir de finales de los años sesenta, Rielo trabajó en La Isla del Tesoro, una pequeña aventura que se desenvolvía, supuestamente, en Pinar del Río, en aquel momento se filmaba en el estudio. Su personaje era Ben Gunn, un viejo ermitaño vestido con piel de chivo.

“Cuando empecé, por hacer un personaje importante, el próximo no tenía que ser mejor que este. Los actores hacíamos protagónicos y luego interpretábamos un papel pequeño. Ese método de los directores nos enseñó a ser versátiles y a superarnos”.

La transmisión del espacio Aventuras inició en 1954. Años después, Silvano Suárez, director de Robin Hood, que se convirtió en un fenómeno televisivo, le propuso formar parte de su nueva serie llamada El Zorro, interpretando a uno de los tres hermanos Malpica: el que se ríe. También le advirtió sobre la peculiaridad de la risa de este personaje, con la cual terminaría la última escena de cada capítulo.

“Sentía una gran responsabilidad porque con el barraje de público que tenían las aventuras, esta actuación iba a darle más solidez a mi carrera”.

Por esos días, viajó al pueblo Oro de Guisa, en Santiago de Cuba, para participar en una actividad con la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), la semana antes de la grabación del primer capítulo. El encargado de la casa donde se hospedó le dijo: Por la noche quiero llevarte a un lugar para que veas algo. Salimos mientras todos dormían. Luego de una hora de camino en medio del monte, subimos una loma y en la cima, abrí las matas que impedían la vista al precipicio. Me sorprendí al ver allí abajo camiones, cohetes, cosas extravagantes que parecían producto de mi imaginación, y empecé a reírme. En medio de la felicidad exclamaba: ¡Encontré la risa, la encontré! Esa noche no dormí riéndome sin parar para no olvidarla.

“Llegamos a La Habana el lunes por la mañana y en la tarde estábamos ensayando en el estudio, cuando le dije a Silvano: No quisiera reírme en el ensayo en seco, sino en el ensayo con cámaras, y así fue. Al final del capítulo él, que no se llevaba muy bien conmigo, gritó por el talk back del estudio:

“¡Corten!”. Empecé con un nerviosismo, hasta que se acercó y me preguntó muy serio: Rielo, ¿de dónde tú sacaste esa risa?, le respondí: De la Sierra Maestra, y, para mi alivio, me dijo: Esa es la risa que yo quería.

“Perdí mi nombre con ese personaje. Estuve más de 15 años llamándome Malpica. A él le debo la fama. A partir de ese momento, creo haber hecho más de mil negativos” -afirma entre risas.

Desde entonces, fue conocido por el pueblo cubano como Luis Rielo, el malo de las aventuras. En este espacio protagonizó numerosas series como Los Konsomoles con la actriz Alicia Ferrán, El lobo blanco, filmada en el Escambray y Los Vikingos, compartiendo escena con Armando Soler y Luis Alberto Ramírez.

“Las filmaciones se hacían siempre en exteriores, principalmente en zonas rurales. El público era muy cariñoso y respetaba a los actores. Resultaba difícil tener problemas con los habitantes del lugar de la grabación. Las personas se sentían contentas cuando grabábamos en sus casas. Éramos familia del televidente”.

Además interpretó al pescador en la aventura Los pequeños fugitivos, desarrollada en Santa Cruz del Sur, al contramayoral de La Capitana del Caribe y al sargento Asín en El Halcón Negro, del director Erick Kaupp. 

“El equipo de grabación estaba conformado por un camarógrafo, un sonidista y el director. Éramos buenos compañeros, no existían diferencias entre actores y extras. Compartíamos el interés en obtener buenos resultados. Trabajábamos con respeto y responsabilidad. Disfrutaba mucho los días de rodaje.

“Con el fin de las aventuras, en la primera década del 2000, se acabó parte de mi carrera. Fue el espacio donde más trabajé, con 37 series. Luego los programas fueron decayendo y hoy día no hacen nada que merezca la pena. Ahora a la televisión cubana le falta mucho, necesita rigor y seriedad en el trabajo. Hay actores que no tienen experiencia en el medio.

“Me da lástima con ellos porque no tienen buena dicción, no proyectan bien y no transmiten igual. Necesitan directores que sepan dirigir actores, no solo cámaras. Hace unos días vi un capítulo de Tras la huella, y le dije a mi esposa Ena: Ya no sé quién fue el que mató y quién fue el que robó porque no le entendí nada a nadie.

“Sufro por no poder hacer lo mismo de antes. Tengo casi 89 años de edad y, como actor nunca dejaré de trabajar, porque siempre hace falta un viejo, aunque ya en Cuba no se escriben guiones para esos personajes –asegura con voz queda, mientras vuelve la mirada a las fotografías de esa etapa de su vida, que conserva en su libro de memorias Aquel niño que nunca fui, y sonríe, como quien logra atrapar entre unas páginas los recuerdos.

RESEÑA DE ALGUNAS DE SUS ACTUACIONES

En la serie El Zorro, dirigida por Silvano Suárez, Rielo interpretó el personaje de Malpica, el que se ríe: “A partir de ese momento, creo haber hecho más de mil negativos”.

Luis Rielo protagonizó numerosas series en el espacio Aventuras, como Los Konsomoles con la actriz Alicia Ferrán, El lobo blanco, filmada en el Escambray y Los Vikingos.

En el espacio Aventuras, Luis Rielo interpretó al pescador de Los pequeños fugitivos, desarrollada en Santa Cruz del Sur, al capitán de Memorias de un abuelo, al contramayoral de La Capitana del Caribe y al sargento Asín en El Halcón Negro, del director Erick Kaupp.

 “Con el fin de las aventuras, en la primera década del 2000, se acabó parte de mi carrera. Fue el espacio donde más trabajé, con 37 series”, expresó Luis Rielo, al referirse a su trayectoria como actor del espacio Aventuras en la televisión cubana.

TOMADO DE TRIBUNA DE LA HABANA

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