Magda González Grau, guionista de cine, directora de televisión y profesora docente, una de las más sobresalientes directoras cubanas de obras para nuestros medios en donde aborda los temas y conflictos de género, educación, religión y racialidad que se confrontan a diario en nuestra sociedad. Feminista y humanista por excelencia, además de una gran persona y amiga. Nace en 1956, así que estuvo cumpliendo años el último día del pasado mes y aunque un poco tarde es bueno traerla a nuestras páginas especializadas. Es graduada de Filología en la Universidad de La Habana
Si vamos a hablar de Magda, se hace necesario referirse a su venerada madre, a quien ella misma dedicara la serie televisiva Calendario, recién finalizada y que ha sido de gran agrado popular. Su madre Ángela Alicia Grau Imperatori, fue escritora y periodista cubana quien fuera directora de la revista Cuba en el Ballet y fundadora del programa televisivo "Ballet Visión". Ángela Grau nació en 1938. En su juventud incursionó en el mundo de la cultura; fundadora y secretaria ejecutiva del Patronato-Museo Nacional, también fue directora del periódico Redención, publicación patriótica-martiana, secretaria de la Dirección de Cultura de la FEU y fundadora del Departamento de cine de la Sociedad Universitaria de Bellas Artes como también del Teatro Universitario.
En la década del ´40 fundó el patronato del Ballet Alicia Alonso, Ballet de Cuba y Ballet Nacional de Cuba y en 1952, se graduó en Filosofía y Letras, en la Universidad de La Habana en la especialización de Estudios Geográficos e Históricos, formó parte de la Sociedad Espeleológica de Cuba. Profesora de Historia del Instituto Especial Preuniversitario “Cepero Bonilla”, pasando a ocupar la dirección de la Secundaria Básica “Manuel Bisbé”. Entre 1967-1972 fue subdirectora administrativa del Ballet Nacional de Cuba. También fundadora y directora de la revista Cuba en el Ballet. En 1979-1989, por su reconocido trabajo llegó a la dirección del Teatro Nacional de Cuba. Ha escrito artículos y ensayos, y ha dictado conferencias sobre cultura e historia. Publicó un ensayo histórico titulado “El sueño irrealizado del Tío Sam”, resultando premiado en el Concurso Julio Antonio Mella convocado por la “Editora Abril”. Falleció el 14 de abril de 2010.
Es incalculable la labor docente y cultural y educativa que Ángela Grau desplegó a lo largo de toda su vida, lo que motivó e inspiró a su hija y sucesora Magda a su inclinación por el arte dramático y la dirección en nuestros medios y en el cine cubano.
Magda González Grau después de graduada de la carrera de Filología, es ubicada en el ICRT para realizar subtitulares y doblajes. Estando en esa actividad, salió una convocatoria para dirigir, se evaluó y aprobó. Ya era directora de doblaje y así comenzó a dirigir actores; nos dice que así descubrió lo que más le gustaba… Comenzó por una película húngara, adaptada a nuestro país, por ese gran director que fuera Rudy Mora (padre). En su andar por el ICRT, se convence que lo que le gustaba era la dirección de actores. Entre sus lides de dirigir hizo “PIácolada” y una asesoría en la telenovela que todavía se repone: “El año que viene”. Aunque existe una tregua en la realización de estos géneros, continuó trabajando y realizó entre otras “Clase magistral”. Ha hecho, cuentos, teatros y todo lo que se produce en televisión como “Puertas”, “Sol y sombras”.
Nuestra conversación recayó en el filme “Porqué lloran mis amigas”. Ella nos dice que en un principio es una historia real de cuatro amigas y es un mensaje al amor y la amistad, basada en una historia de la joven escritora Hanna Imberg. Aunque ya era conocida por su obra televisiva, este filme ha catapultado a nuestra entrevistada a los más altos niveles de popularidad. Comenzó diciéndonos que en el cine cubano, las mujeres cineastas se pueden contar con los dedos de una mano. En su caso, lo hizo, después de pensarlo mucho y también porque sus amigos la instaron a hacerlo, además porque el guion era muy atractivo.
Realizar una crónica de esta directora, fundamentalmente de televisión y cine no es cosa fácil, entre sus tantas ocupaciones dentro de nuestra pequeña pantalla y el cine, cuando nos dijo que iban a filmar una tercera y última parte de una teleserie y nos invitó a que fuéramos a una sesión de grabación. Ya conocíamos cuán difícil era la filmación de un programa para la TV por haber participado en una anterior de “Una calle mil caminos”; este caso fue un dramatizado; son horas de mucho trabajo en equipo, para que llegue al televidente un producto de la más alta calidad.
“Calendario” ha tratado situaciones actuales de los profesores y jóvenes en las escuelas, sus relaciones con la misma, con la familia, con el profesorado, con la diversidad de género, con educandos que tienen alguna discapacidad, la prostitución en general, masculina y femenina, con la diferencia de edades entre relaciones amorosas entre adultos mayores y adolescentes, las creencias religiosas y hasta con la pederastia. Esta tercera entrega es una continuidad escrita por Amilkar Salatti, Yolanda Rosario, en la producción general, más un destacado equipo técnico y un gran elenco que se está destacando por sus actuaciones bajo la dirección de González Grau. Se tuvo en cuenta algunas demandas, sugerencias e inquietudes del público por una anterior investigación realizada.
Entre descanso, filmación y el lógico disfrute de la misma, cuando pudimos conversar algo con Magda que siempre ha sido muy atenta con nosotros y respondió a algunas de nuestras interrogantes.
Expresó que no es la primera vez que ha trabajado para un público juvenil que con anterioridad ha incursionado en el tema y es de las que cree que la programación para los jóvenes hoy día es la más importante de nuestra televisión, pues es ahí, donde ellos se ven reflejados con sus virtudes y defectos. El lenguaje que se utiliza es coloquial. Considera el serial muy interesante por la complejidad de las temáticas como son los problemas inherentes a la juventud y la adolescencia, la discriminación racial y el fatalismo geográfico, los jóvenes sin amparo familiar, las preferencias sexuales, la drogadicción, la prostitución, las primeras experiencias en el amor y en el sexo, etcétera.
Aseveró, que hay que trabajar con la juventud para asegurar el futuro y que este, esté en manos seguras. Demostró lo humano que somos y cómo podemos equivocarnos y fundamentalmente aprender a perdonar, nada es blanco y negro, ni bueno ni malo, hay grises y medios tonos, que el ser humano en su vida tiene cosas positivas y negativas. Está muy satisfecha con el equipo de trabajo. El programa se proyectó para que volviera a salir al aire los domingos y en el horario estelar de las nueve de la noche.
Además, las filmaciones han contado con excelentes actores de vasta experiencia y alumnos destacados de la FAMCA, con muy buenos resultados, porque es en la práctica donde se concreta la teoría con que se pensó y realizó la serie, su éxito radica en hacerla con amor, entrega y esperanza…; esto ha sido para ellos, un acercamiento a lo que van a realizar posteriormente. Nuestra conversación con Magda llegó a su fin, que ya está presta para continuar la ardua tarea de la filmación.
Antes de despedirnos nos confiesa que se siente muy satisfecha porque la aceptación del público ha superado sus expectativas: «Me siento muy realizada como mujer, revolucionaria, cubana y como formadora de juventudes». Y nosotros la felicitamos por su trabajo diario para poder tener cada día un relevo garantizado y una juventud mucho más culta y educada.
¿Qué podremos hacer ahora que finalizó Calendario? Esperar por una nueva propuesta que ya está en camino. Porque Magda, ¡no finaliza aun!