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El Instituto Cubano de la Radio y la Televisión, ICRT, tiene ya una prolongada vida y, sin embargo, nadie pudiera decir que el camino recorrido haya sido fácil, tampoco los del presente al ser sumada la Covid19.

No todos los días se cumplen 60 años… Una cifra, digamos seria, si pensamos que es más de la mitad de la ambicionada meta de vivir cien años y sobre todo de haber dejado una huella capaz de perdurar en el tiempo.

Podrían escribirse muchas páginas pero nadie podrá nunca obviar, por un lado, la posibilidad de haber asimilado las tecnologías que se abrían ante el mundo ya en el siglo pasado, primero con la radio y  luego con la TV, hasta llegar a convertirse en un miembro más de la gran familia cubana ¿alguien lo duda?

En este brevísimo vistazo hacemos justicia cuando afirmamos cómo ya desde la década de los años cincuenta, los jóvenes del centenario utilizaron la radio para dar a conocer las acciones de los  universitarios contra un gobierno en Cuba, ajeno a los intereses nacionales y muy vinculado a las ambiciones políticas de Estados Unidos y su cúpula de turno.

Los pasillos del Edificio de Mazón y San Miguel, de la calle P y 23 y los del edificio central de 10 pisos en el  conocido inmueble de 23 y M del ICRT, guarda el murmullo de miles de sonidos del tránsito permanente hacia los estudios de actores, periodistas, realizadores, sonidistas, editores, directores u  otros tantos , abstraídos  en sus ideas de concluir un producto comunicativo de calidad.

Un gran libro de historia y experiencias pudiera recoger, quién sabe cuántas historias reales que con el tiempo se han vuelto leyendas.

De este mundo de premura y estrés permanente guardo en la inocencia de la recién llegada a la institución, el encuentro con una mujer, sentada en su auto frente al ICRT. Daba manotazos al volante y a la vez decía palabras aparentemente incoherentes mientras se ponía las manos en la cabeza, con ojos de desesperación, No imaginaba lo que pasaba.

Por favor compañera, qué le pasa, puedo ayudarla… Ah, tardó un tanto y volvió  su rostro, suspiró fuerte y respondió: no se preocupe, gracias, voy a a una grabación al estudio. La reconocí entonces, Era Amelita Pita.

Pero créalo, si ibas a los baños y tambien en las cabinas de audio oías el gorjeo de actores y locutores, quienes hacían gargarismos o ejercicios para que la voz saliera limpia y clara, sobraba profesionalidad y disciplina en aquellos pioneros perfeccionistas.

Las historias van desde los sótanos  del edificio, donde se protegía una gran riqueza escenográfica y el puesto de Mando contra ciclones y cualquier otra contingencia hasta la torre de antenas en el último piso.

De Cuba hacia el mundo

Cuantas experiencias, también vale la pena recordar otras instancias  como es el centro de operaciones  internacionales, COI, para el envío o la recepción de transmisiones y la grabación de diversos satélites, para cubrir el creciente aumento de la programación.

Se trataba de ofrecer la mayor cantidad posible de los acontecimientos mundiales y a la vez  la obra de la Revolución, siempre bajo las presiones y trabas  sin tregua  que aun hoy sufre Cuba por parte del imperio norteamericano.

El tiempo ha pasado pero aún por los pasillos de los edificios fundadores transitan artistas y otros personajes de todas las edades, algunos con más de 90 años como el camarógrafo Ochoa, quien filmara las famosas imágenes de Fidel cuando el ataque mercenario a Playa Girón, en 1961.

Hay más y mucho más   

Poco después de llegar los barbudos a La Habana  el histórico el ocho de enero de 1959, Fidel acudiría por primera vez al estudio 6 de la  televisión, en P y 23 al espacio ante la prensa. A partir de ahí asistiría constantemente a la televisión, demostró con creces el valor que siempre dio a todos los medios de comunicación, a los periodistas y a la cultura en general.

Ahora, los trabajadores del Canal Caribe y de los noticieros de la Televisión laboran con admiración y respeto en el cuarto piso del edifico de M, donde estaba entonces la cabina de Radio Reloj, Desde allí  José Antonio Echevarría pronunciaría su proclama de ataque al Palacio Presidencial el 13 de marzo de 1957 contra la dictadura del Tirano Fulgencio Batista, que cobró la vida a más de 20 mil personas.

El pasado y el presente se unen en estimulo a la labor cotidiana de los trabajadores  que conforman tambien la ICRT en la expresión de las emisoras Radio Rebelde y Radio Reloj y a los cercanos Canal Habana en Mazón y San Miguel, así como a CubaVisión Internacional  y al Canal Educativo en 23 y P.

Historia y futuro marchan juntos

El ICRT guarda un gran pasado  pero es tambien futuro, donde las nuevas generaciones se preparan ya para asumir el legado, continuar los retos que imponen el presente con  las tecnologías actuales y el uso que hacen contra Cuba los de ayer de hoy y de siempre.

En algo no ha cambiado para nada la retórica de Washington cuando de la Revolución cubana se trata y es la aplicación de antiguas doctrinas como la Monroe. En una carrera sin freno siguen reforzando el bloqueo contra Cuba, ahora también con el uso de poderosos medios y  la compra ideológica de mercenarios que siempre tienen su precio de una forma u otra.

Un futuro aun mejor

Ya toca a las puertas un  nuevo proyecto  al ICRT,   la creación del Instituto de Información y Comunicación Social.

El nuevo organismo conducirá el sistema de medios, la comunicación comunitaria e institucional, el cual debe contribuir a la solución de los problemas estructurales de la prensa y de la comunicación en la sociedad cubana y además, facilitará el avance hacia nuevos modelos de prensa y de comunicación públicas.

La experiencia de todos los años transcurridos será una base sólida para nuevos pasos que nos darán luego la posibilidad de recordar nuevas historias dentro de otros sesenta años