No voy a abordar este ítem desde la postura del guionista y conductor de un programa de cine, si acaso como un melómano y cinéfilo irremediable, un simple televidente que sigue cada vez que puede la fusión de estas pasiones.
Entre los aciertos del canal Clave (el cual desde su nombre anuncia el perfil musical que lo caracteriza) figura sin dudas el trasmitir varios espacios fílmicos que tienen al pentagrama de protagonista.
Entre ellos, Noche de clásicos (viernes, 10 pm) que tal indica su título, ofrece títulos importantes en la historia del cine con tal característica.
La abundante y variopinta comedia musical en Estados Unidos en diversos períodos, el cine de cuplés en España, los melodramas mexicanos de rancheras y boleros, la producción cubana previa a 1958, el “cine de tangos” argentino y algunas muestras del gigante asiático, caben en un programa que cuenta con los comentarios especializados de su conductora Brenda Lorenzo, quien analiza con lucidez y pormonorización las sutiles interrelaciones entre ambas artes dentro del título puntual que se presenta en las emisiones, demostrando conocimiento y agudeza.
También en secuencias importantes dentro de la útil sección “Cuando el sonido dirige”, diseccionando sutilmente segmentos de ciertas obras en las cuales la banda sonora desempeña un importante rol dramático.
Bajo la dirección de Arlén Calderón , el espacio muestra un impecable trabajo de edición e imagen que le confiere fluidez y vigor, acentuado por el indudable carisma de la presentadora, quien aun abordando temas complejos se hace entender con un lenguaje asequible (y a quien, por tanto solo reprocharía el arrevesado slogan final: esa “vibración intensa de densidad infinita” que me parece toda una “nota discordante”).
Verdadera cátedra de cine musical -género con tantos adeptos- significa entonces Noche de clásicos. Por ello quizá alerto acerca de los criterios de selección, no siempre rigurosos.
Difícilmente, por ejemplo un filme chino algo banal como Nuestros días brillantes pueda considerarse un clásico, porque además su fecha de realización (2017) no permite aun incluirlo en ese grupo.
Para tales títulos recientes y en no pocos casos nada extraordinarios, mejor vendría otro espacio (como Cine Clave).
Aunque tampoco antigüedad significa automáticamente condición de clasico. Saben bien los realizadores del espacio qué condiciones debe reunir un título para ser incluido en tao categoría.
Pero de cualquier manera saludo y felicito al colectivo del programa y al canal por permitir, sobre todo a las nuevas generaciones, enfrentarse y conocer habitualmente en muy buenas copias, la rica tradición del cine musical de todas partes.