Temas
- Detalles
- Escrito por: Ivón Peñalver/En Vivo
- Categoría: Temas
- Visto: 14524
Virulo conversa sobre lo que ha sido gran parte de su creación artística en tiempos de pandemia
Pareciese que tiene siempre a flor de labios la respuesta precisa, mesurado, tranquilo, buscando hacerse entender de manera clara y atinada. Virulo conversa sobre lo que ha sido gran parte de su creación artística en tiempos de pandemia. Esta dramática situación por la que atraviesa Cuba y el mundo ha sido motivo temático para ocupar su tiempo y volcar su ingenio en esa reflexión necesaria que nace, en su caso, a partir del humor, su arma favorita para valorar al hombre y su entorno.
Lee más: Mi compromiso con el humor es y será siempre tratar de ayudar a mis semejantes
- Detalles
- Escrito por: Frank Padrón/Trabajadores
- Categoría: Temas
- Visto: 13751
Sin duda figura entre los actores y humoristas más populares de Cuba. Es sinónimo de simpatía y talento, dos ingredientes que suman, si se les adiciona esfuerzo y capacidad de trabajo, un nombre: Osvaldo Doimeadiós, quien, sin embargo, se multiplica en otros, llamados Margot, Feliciano o alguien que además de encarar papeles cómicos y serios, asume otro no menos difícil: el de director. Al polifacético hombre de teatro, cine, TV y radio, se acercó Trabajadores en este fin de año:
Mucho antes de que el transformismo como arte legítimo tomara fuerza en Cuba tú fuiste pionero con personajes como Feliciano y sobre todo Margot, ¿qué dirías sobre esas experiencias?
En 1987 empecé regularmente a hacer humor con mi grupo Salamanca y era algo común en nuestra práctica incorporar al repertorio una galería de personajes femeninos y que no solo interpretaba yo, otros actores también, así que desde el principio fue algo natural, lo veíamos sin ningún prejuicio. Luego en los años noventa vino el boom del transformismo. Sé lo difícil que fue para algunos conquistar ese espacio, que en nuestro caso ya teníamos en el teatro y luego con Margot en TV en un espacio como Sabadazo.
Lee más: Osvaldo Doimeadiós: Al teatro y al humor les hacen falta nuevas voces