Vallejo diría “Hay golpes en la vida tan fuertes...golpes como del odio de Dios”. Cuba conoce de ese tipo de embates: los hemos enfrentado una y otra vez a lo largo de nuestra historia.
Claro, últimamente parece que se repiten con mayor frecuencia y mayor intensidad: súbitos tornados, accidentes aéreos, pandemias globales. Todo ello sazonado con 243 medidas punitivas aún vigentes, en lo que constituye uno de los peores períodos de recrudecimiento de la agresión económica y política que desde hace décadas libra Estados Unidos contra la Revolución.
El último de estos infortunados incidentes, el incendio en la base de supertanqueros de Matanzas, ha venido a recordarnos algo que suele repetirse: la clara distinción entre los que aman y odian, entre los que tratan de sacar el país adelante en circunstancias muy desfavorables y los que intentan sacar provecho de nuestras desgracias. De ello se habló este martes en el programa Con Filo.