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La cara visible de lo que sucede en el mundo y el país hoy la tiene Duran

“Dudo que, en los últimos tiempos, años de años de años, algún espacio de la TV cubana haya tenido mayor impacto y preferencia que este del Ministerio de Salud Pública en el horario de las 11 de la mañana. El Dr. Durán quizás sea hoy el personaje del año en Cuba y uno de los más seguidos por la tele audiencia en lo que va de siglo. Respeto, seriedad, profesionalismo y sencillez llegan a lo más hondo de la población cubana. Muchos Durán son necesarios en la vida de nuestro país.” son las categóricas palabras del comentarista René Navarro en una opinión a un post que escribí en FB, felicitando a la colega Gisela García por la entrevista que le hizo al Dr. Francisco Durán.

Otro periodista José Alejandro Rodríguez dijo “Gisela, felicidades. Era hora de que alguien tomara la iniciativa. Hay algo en ese doctor que genera confianza.”

Mientras Bárbara Betancourt afirmo “Fue excelente y merecida entrevista. El Dr. Durán se ha ganado la admiración del pueblo por la confianza que inspira, por sus claras explicaciones, por su ecuanimidad, sus conocimientos, por su modestia.”

No soy tan categórica como mi admirado colega Navarro, narrador espectacular del volibol en Cuba, porque recuerdo que dos o tres años atrás, cuando el Huracán Irma bordeaba las cosas cubanas había una pregunta- clamor “¿dónde está Rubiera?”, no porque los demás meteorólogos sean deficientes sino porque el Dr José Rubiera tiene además de los conocimientos, el don de la comunicación y de transmitir calma como hace Duran.

Rubiera también dejó su mensaje “Muy buena entrevista, muy merecida al Dr. Durán que se ha destacado como un excelente comunicador. Cuidémonos todos.”

Al carisma y “don de gente” de ambos comunicadores se insertan circunstancias de peligros: uno con esos visitantes anuales, a veces bien bravos, con viento más lluvia, y el otro en esta época del bicharraco ese: me niego a usar el lindo nombre que porta: Coronavirus, (bicharraco y bien, como diría mi princesa Deborah).

La cara visible de lo que sucede en el mundo y el país hoy la tiene Duran. Estoy segura que, si el Centro de Investigaciones del ICRT realizara una encuesta, a las 11 de la mañana de cada día se sintoniza Cubavisión, páginas web y otras señales, porque si alguien lo dudaba ya es una certeza que la verdad se conoce a esa hora, no en los miles de post y mensajes en el ciberespacio que han sugerido incluso “Si tienen que rendirse, ríndanse, pero no pongan la vida de su pueblo por delante”, como me escribieron desde más allá del mar, tres o cuatro semanas atrás.

Porque al principio todo lo que hacia Cuba y su gobierno estaba mal, aquí no se decía la verdad y nos íbamos a morir todos. Hoy cuando desgraciadamente New York se cae a pedazos, Berlín no mejora, en Italia y España, además de otros países hay médicos cubanos, solicitados por su capacidad, entonces Durán, el símbolo de la voz del Ministerio de Salud Pública, (MINSAP) es cada día más creíble.

Por la entrevista que le concedió a Gisela, se supo que ese hombre signado por la nobleza en el rostro, de 67 años, director nacional de Epidemiología del MINSAP, es santiaguero. En aquella tierra inició su carrera estuvo al frente de brotes de dengue, llevó el programa para el control del VIH, dirigió el sanatorio del SIDA y fue rector de la Universidad de Ciencias Médicas de esa provincia.

"Todos los médicos debemos tener en nuestra formación los elementos de la Epidemiología, por eso se habla incluso del método clínico-epidemiológico, porque te permite no solo ver a un paciente o a un problema de salud, sino a un paciente y a un problema de salud que tal vez es consecuencia de un grupo de factores en los cuales hay que intervenir" le dijo a Gisela.

Puntualizó que "Información no falta, ¿quien en Cuba no sabe cómo evitar un criadero de mosquitos?, y cuantas negligencias uno encuentra; y desgraciadamente aún hay una gran cantidad de personas en la calle, en colas, no solo la cola del pollo, la cola en la farmacia, sino la cantidad de personas que te encuentras en la misma avenida 23 que no están haciendo nada útil, y te das cuenta que no tienen la percepción de riesgo”.

Claro, la TV no solo tiene ese programa. La Mesa Redonda cada día muestra medidas que se adoptan y en los noticieros, revistas, no falta información. Una vez más opino que la TV se crece en tiempos de contingencia ¡que ojalá pase rápido!