El cimiento cultural de la Revolución cubana fue la Campaña de alfabetización de 1961, cuyo triunfo sintetizo el músico y compositor Eduardo Saborit, con un grito cantado: ¡Ya he aprendido a leer y a escribir!
De inmediato, miles de cubanos sintieron la urgencia de superarse cada día. En respuesta al reclamo: se incrementaron las aulas en todos los niveles de enseñanza, se capacitaron en planes especiales, miles de jóvenes campesinos y citadinos antes excluidos; se creo el sistema de instituciones culturales especializadas en las artes, las letras y la danza; se fundo una red estatal de centros de enseñanza artística y el deporte devino derecho del pueblo.
Desde que el 24 de mayo de 1962, se funda el Instituto cubano de radiodifusión –ICR-[1] que enfrenta numerosos retos organizativos, económicos y tecnológicos. Aunque no siempre se valore su real dimensión, uno de los más complejos fue la reconversión de los contenidos y los mensajes de la programación mediática en busca de su correspondencia con la radiodifusión de servicio público y con la cambiante realidad de nuestro país.
Nuestro proyecto cultural creo las bases para elevar el nivel educacional, la formación política-ideológica y la cultura general de una población que en su mayoría; había carecido de esas opciones y por ello, la transformación de la relación contenido-forma en los productos mediáticos devino descomunal estrategia cuyo impacto social fue inmediato.
El primer cambio teórico- estructural se produjo en 1961, con la eliminación de los mensajes comerciales en la programación de radio y televisión, que hasta entonces financiaban la gestión mediática. La transformación total de sus contenidos adquiere condición de programa desde 1967, cuando se trazan como primeros objetivos generales de su programación: [2]
- Llevar a la población las obras clásicas de la literatura universal para acercar al público a una tradición de valores universalmente consagrados.
- Presentar obras modernas que por su temática o estilos sean innovadores y cuyo contenido enriquezca o reafirme nuestros presupuestos ideológicos.
- Crear programas definidos como históricos que acerquen al público a la objetivación de los grandes procesos sociales y de los hombres que en ellos han actuado, para una mejor comprensión de los cambios revolucionarios.
- Promover el interés por los aspectos más importantes o más significativos en la integración de nuestra nacionalidad y de la génesis de la Revolución cubana.
- Destacar los logros y las actividades más importantes de la Revolución cubana en todos los terrenos.
- Realizar programas que recuerden críticamente los vicios, la humillación y la explotación característicos del pasado prerrevolucionaria y que sirvan de testimonio a la formación de las nuevas generaciones que no tienen tales vivencias. [3]
Los dramatizados que adaptaban relatos provenientes del teatro o de la literatura clásica - universal o nacional, poseían gran aceptación y alta efectividad comunicativa. Los surgidos en fuentes teatrales generaron versiones de famosas piezas dramáticas o comedias; las afines al resto de las Artes Escénicas dieron lugar a las operas, operetas o zarzuelas ibéricas-cubanas mientras que las fuentes literarias, multiplicaron las versiones audiovisuales de novelas, aventuras y cuentos.
Este legado de la televisión comercial, se redimensiono cuantitativa y cualitativamente en la radiodifusión de servicio publico entre los años sesenta a los ochenta del pasado siglo, involucrando a varios agentes sociales: las obras televisadas surgían de los planes de estudio del Ministerio de educación y su difusión propiciaba que el televidente buscara su similar en papel, para ampliar información.
Entre 1964 y 1976,[4] las novelas producidas y difundidas por nuestra televisión revelan la magnitud y riqueza artística de esta tendencia:
Novelas Autor País
Doña Bárbara Rómulo Gallegos Venezuela
Ana Karenina León Tolstoi Rusia
Así se forjo el acero N. Ostrovsky URSS
Por quien doblan las campanas Ernest Hemingway USA
El alma encantada Romand Rolland Francia
Las estrellas miran hacia abajo A. Cronin Inglaterra
Los hermanos Karamasov F.M. Dostoievski Rusia
Romeo, Julieta y las tinieblas J. Otenader Checoslovaquia
Cecilia Valdés Cirilo Villaverde Cuba
Gobernadores del rocío J. Roumain Haiti
El rojo y el negro E.Bayle (Sthendal) Francia
Papa Goriot H. de Balzac Francia
Hans de Islandia Víctor Hugo Francia
Eugenia Grandet H. de Balzac Francia
El cartero llama dos veces James M. Cain USA
La posada Jamaica Dphane du Maurier Inglaterra
Fortunata y Jacinta B.P.Galdos España
Cumbres borrascosas E.Bronte Inglaterra
Alcalá de los segries Ricardo León España
Crimen y castigo F.M. Dostoievski Rusia
La dama de las camelias A.Dumas Francia
No estamos solos James Hilton Inglaterra
Tigre Juan Ramón Pérez de Ayala España
La luna y seis peniques S. Maugham Inglaterra
Rebeca D. du Maurier Inglaterra
Teresa Raquin E.Zola Francia
El jorobado de Nuestra señora Victor Hugo Francia
El don apacible M. Sholojov URSS
El siglo de las luces A. Carpentier Cuba
El ángel azul H.Mann Alemania
Cuerpos y almas M. Van der Meersch Francia
Doña Perfecta B.P.Galdos España
El idiota F.M.Dostoivski Rusia
La piedra lunar W.Collins Inglaterra
Los miserables Víctor Hugo Francia
A sangre fría Truman Capote USA
Misericordia B.P.Galdos España
Mme.Bovary G.Flaubert Francia
Nacha Regulez Manuel Gálvez Argentina
Los espejuelos oscuros Carter Dickson USA
Babit S. Lewis USA
La ilustre fregona M. de Cervantes España
La pequeña Dorrit C. Dickens Inglaterra
Las hermanas A.T.Tolstoi Rusia
Los tres mosqueteros A. Dumas Francia
La ninfa constante M.E.Kennedy Inglaterra
Una tragedia americana T.Dreiser Rusia
Mme.Curie Curis Francia
El asesinato de Roger Ackroy A. Christie Inglaterra
El gran Gatsby S.Fitzgerald USA
La séptima cruz Ann Saghers Alemania
La tía Tula M.de Unamuno España
El tábano E.Boynick Inglaterra
Generales y doctores Carlos Lobeira Cuba
Francisco Anselmo Suárez Cuba
La conjura de la ciénaga L.F.Rodriguez Cuba
Gracias por el fuego Mario Benedetti Uruguay
La ultima mujer y el próximo combate Manuel Cofiño Cuba
El socio Genaro Prieto Chile
La madre M. Gorki Rusia
No es tiempo de ceremonias Operes Valero Cuba
Mi tío el empleado Ramón Meza Cuba
El 41 B.Lavreniev Rusia
La guerra y la paz L.Tolstoi Rusia
La fabela Carolina Ma. De Jesús Brasil
Por ello no extraña que tantos años después, en el 2014, muchos intelectuales y artistas la reclamaran en el último Congreso de la UNEAC.
Sabemos que su costo productivo actual tan elevado sobrepasa las posibilidades reales de la televisión. Por eso nos preguntamos:
¿No seria más económico importar las producidas en otros países?
¿Podríamos hacer un frente común en el sector de la cultura, para producir las cubanas?
[2] Y de su predecesora, la programación radial.
[3] Estudio de producción endógena: Filmes, discos, casettes y programas de radio y televisión. Realizado entre el ICRT y el Ministerio de cultura cubanos, en diciembre de 1983, en interés de la UNESCO.
[4] Obra citada.